La Utopia Como Diseño Arquitectónico

Durante el momento actual de crisis social, intelectual y cultural que estamos viviendo es necesario realizar un cambio o un contraste de rumbo y todo cambio necesita una propuesta y filosofía radical e innovadora. Si pensamos en épocas pasadas, en la historia del humanidad siempre han existido y se han dado intentos de anticipación en el tiempo, miradas y proyectos hacia delante, hacia un futuro no muy lejano ni muy cercano sino más bien prometedor en su llegada, sus primeras manifestaciones se han dado mediante la creación de imágenes fantásticas, científicas o evasivas de la realidad en la que estamos viviendo. A las cuales llamamos utopías, los cuales son aquellos ‘modelos ideales’, planeados y proyectados, sistemas optimistas que parecían irrealizables e ilógicos en el momento de su formulación. Fueron y continuarán siendo actitudes contradictorias, duales, muchas veces difíciles de deslindar de la realidad del momento en el que se vive. Han ocurrido en el terreno de la filosofía, la economía, la política, la ecología, y por supuesto, también en el de la arquitectura.

Todo empieza con Thomas Moro con su libro de utopia el cual describe la isla que lleva el mismo nombre del titulo de la obra como la tierra de ninguna parte, con la idea de crear un mundo perfecto, en el que todos los hombres son iguales y mantienen una relación idílica con su entorno natural.

Urbanísticamente Thomas Moro describe a esta isla de la siguiente manera:

“La isla de Utopía tiene en su parte media, Ia más ancha, una anchura de doscientas millas. Esta anchura sigue siendo la misma en la mayor parte de la isla, hasta que, poco a poco, se va estrechando hacia ambos extremos. Toda la isla semeja una figura de luna nueva, y esta figura tiene quinientas millas de extensión superficial. Separa ambos extremos una distancia de once millas; entre ellos pasa un vasto y ancho mar, que por razón de estar circundado de tierra por todos lados se halla resguardado de los vientos, cuyas aguas, quietas como las de un lago, no levantan grandes olas; adentro es como una suerte de obra, y los habitantes de la isla sacan gran provecho de las naves que arriban a todas partes de ella.”

...