El canto litúrgico

El canto litúrgico se conoce más por el anonimato de sus autores que por los cantorales ya que en los cantorales no los identifican.

Existió alguien sorprendente en aquellos días y fue la abadesa, predicadora y vidente hildegard de bingen (1098-1179), sus composiciones eran de un pensamiento musical muy avanzado para la época, de ahí que su notoriedad se vino a dar a finales del siglo XX.

Adán de san Víctor, también vinculado a la Abadía agustina de las afueras de parís, fueron más populares puesto que habían rasgos que estaban alterando la poesía y la musca de la época: patrón métrico acentual y rima..

Adán a su vez marchaba con otros contemporáneos al su r de francia que como temáticas de sus canciones eran: el amor, la nostalgia, el lamento la propia composición de sus canciones, usaban un nuevo lenguaje llamado “el provenzal”. Estos eran conocidos como los TROVADORES. Ellos eran poetas compositores vinculados a cortes principescas. Algunos de ellos fueron en si príncipes.

Po ejemplo, Guilhem IX, duque de Aquitamia y conde de Poitiers (1071-1129).

La llegada de los trovadores coincidió con otra, al desarrolla los músico eclesiásticos de la catedral de Notre dame de parís.la técnica del Organum en composiciones de longitud y elaboración. Anteriormente esta técnica solo hacia uso de dos partes vocales, una parte vocal queta (la tenor) y la otra se movía alrededor de ella (en general por encima), el organum era una técnica en donde se usaban muchas consonancias de ahí que su armonía era algo cruda a oídos modernos.

Gran parte de lo que sabemos de la música de esta época proviene del teórico conocido por los estudiosos como Anónimo IV.

Anónimo IV dice que las terceras se consideraban una que otra vez una disonancia pero que las sextas siempre eran una gran disonancia.

También habla de Perotin, atribuyéndole a este los dos ejemplos mas antiguos de organum a cuatro voces. Ambas pieza son salmos graduales para el tiempo de navidad. Son grandes composiciones que tardan con un cuarto de hora en ser cantada de principio a fin.

El organum se iba componiendo de forma aditiva en dos secciones. Se escribe una primera línea organal encima de la original, y a esta seguirían una segunda y una tercera.

Ya para finales del siglo XVIII el organum parece haber pasado, los neumas empiezan a dar paso a las notas. En notación se podían escribir con una variedad mas extensa de patrones rítmicos por medio de signos que indicaban la mensuración. Durante este siglo el organum fue desbancado totalmente por el motete, en el que un fragmento de discanto parecía cobrar existencia independiente con líneas distintas a la del tenor, a la que se sumaban otras compuestas de acuerdo a las nuevas reglas del contrapunto.

Los

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