Los Fuenrales De La Mamá Grande

Los funerales de la mamá grande es una recopilación de cuentos creados por el escritor colombiano Gabriel García Márquez. Su libro más famoso es el mundialmente aclamado “Cien Años de Soledad”, en el cual tomó muchas referencias y semejanzas de Los funerales de la mamá grande, donde podemos apreciar nombres, personajes, lugares y situaciones que más tarde serían explicadas en Cien años de soledad.

Los funerales de la mamá grande recopila 8 diferentes cuentos, que a pesar que no son los mismos, están entrelazados y escritos en el mismo contexto, utilizando el estilo único de Gabriel García Márquez, el realismo mágico. A continuación escribiré una pequeña reseña de cada uno de los cuentos y señalaré las referencias que más tarde se utilizarían en 100 años de soledad.

La siesta del martes

La historia comienza con una señora de edad y una niña, ambas llegan en un tren, se bajan en un pueblo del cual no mencionan su nombre, había un calor sofocante por lo cual todo el pueblo se encontraba tomando la siesta. La señora y la niña llegan a la casa del padre y le piden las llaves del cementerio, ellas iban a ver a Carlos Ayala Centeno, el cual había sido asesinado la semana pasado, en el pueblo lo conocían por un ladrón y dan a entender que la mujer que le disparó fue Rebeca, mencionan en 100 años de soledad que cuando un ladrón intentó meterse a su casa ella le había disparado.

Un día de estos

La historia comienza en el consultorio del dentista Aurelio Escobar, el alcalde llega muy impaciente al consultorio por un terrible dolor de muelas que tenía, pero el dentista se niega a atenderlo al principio, fue entonces cuando el alcalde lo amenaza con pegarle un tiro si no lo atiende, el dentista irritado accede a quitarle la muela pero sin anestesia alguna, lo cual ocasiona mucho dolor al alcalde. Al final del cuento el dentista le pregunta al alcalde si le manda la cuenta a él o al municipio, a lo que el alcalde responde que es lo mismo.

En este pueblo no hay ladrones

Este cuento comienza con Dámaso un desempleado que para obtener dinero roba unas bolas del billar. Él vive con Ana, su mujer, la cual es la que trabaja para mantenerlo. El pueblo entero se conmociona con la noticia del robo ya que el dueño del billar afirmaba que lo que le habían robado eran 200 pesos. Más tarde toman como al culpable a un forastero, ya que afirmaban que nadie del pueblo pudo haber sido el ladrón. Dámaso termina por sentirse demasiado culpable por lo que un día se emborracha y decide regresar las bolas de billar. Don Roque, el propietario del billar al escuchar a Dámaso decir que él fue el que había robado las bolas de billar le reclama los 200 pesos, Dámaso lo niega y le contesta que el mismo sabía que nunca existieron esos 200 pesos, Don Roque no lo niega y le dice que no importa,

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