Lacan: “El conocimiento y la locura”

“Sujeto y fantasma”

“El conocimiento y la locura”

Este texto nos plasma la conferencia donde Lacan presenta por primera vez su triple nominación: lo simbólico, lo imaginario y lo real son presentados como tres registros esenciales de la realidad humana, triple nominación que permanecerá a lo largo de su enseñanza. En el 53, Lacan lo consideró sus antecedentes a su entrada al psicoanálisis con esto comienza su enseñanza propiamente dicha comienza en el '53. El comienza siendo un médico psiquiatra que escribe trabajos de importancia que culminan en el año 1932 con su tesis de doctorado sobre la psicosis paranoica basada en el caso Aimeé. A raíz de este caso se produce el encuentro de Lacan con Freud, fundamentalmente, con el Freud de Introducción del narcisismo. El complejo fraterno de Aimeé en relación a su hermana Elise hace que la imagen de ésta resulte una imagen intrusiva, persecutoria hasta el delirio que la lleva al pasaje al acto. En este período que comprende del '32 al '53, Lacan desarrolla su primera teoría psicoanalítica basada, esencialmente, en la imagen, hace de lo imaginario la dimensión propia de experiencia analítica, la primacía es aquí de la imagen.

Lacan plantea la fase del espejo como formadora de la función del yo a partir de la identificación con la imagen del semejante. ¿Pero si ese ese semejante está dentro de la locura, el delirio como forma de conocimiento? Podremos pensar que como decía lacan... esta no es una deficiencia ni una incapacidad de la expresión como la palabra la psiquiatría tradicional, esto es como otra forma más de expresión, si por que la locura puede ser otra forma de expresión del ser humano. Por qué atraves de la locura deviene la creación. Lacan dice... Es otra forma de conocimiento finalmente el delirio es una estructura de pensamiento, el delirio es un intento de cura, desde lo social podemos inferior que vivimos en un delirio diferente pero que aparentemente trata de decir lo mismo, y que tenemos que dejar el oído ahí puesto en el pleno delirio para poder escuchar el silencio de ese delirio.

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