Analisis De Los Textos De Guiomar Namo De Mello Y Fernando Savater, "¿Qué Debe Enseñar La Escuela básica?" Y "El Eclipse De A Familia

Guiomar Namo de Mello

“¿Qué debe enseñar la escuela básica?” Fernando Savater

“El eclipse de a familia”

Instituciones sociales que influyen en la educación de los niños y jóvenes.

La escuela no es un mundo separado de la sociedad. Además de ella actúan las iglesias, los partidos, los sindicatos, los medios de comunicación, las manifestaciones culturales.

En la familia el niño aprende -o debería aprender- aptitudes tan fundamentales como hablar, asearse, vestirse, obedecer a los mayores, proteger a los más pequeños (es decir, convivir con personas de diferentes edades), compartir alimentos

Después la escuela, los amigos, el lugar de trabajo, etc., llevarán a cabo la socialización secundaria, en cuyo proceso adquirirá conocimientos y competencias de alcance más especializado.

La televisión ofrece modelos de vida, ejemplos y contraejemplos, viola todos los recatos y promociona entre los pequeños esa urgencia de elegir inscrita en la abundancia de noticias a menudo contradictorias

Formas en que influyen las experiencias adquiridas en el entorno inmediato. ¿Qué se aprende?

El hijo del labrador aprende en casa a plantar, el del pescador a pescar, pero es en la escuela, por la adquisición de conocimientos universales sobre la naturaleza, que la agricultura y la pesca tendrán un sentido más amplio para ellos

. La familia brinda un menú lectivo con mínima o nula elección de platos pero con gran condimento afectivo de los que se ofrecen. Por eso lo que se aprende en la familia tiene una indeleble fuerza persuasiva, que en los casos favorables sirve para el acrisolamiento de principios moralmente estimables que resistirán luego las tempestades de la vida, pero en los desfavorables hace arraigar prejuicios que más tarde serán casi imposibles de extirpar.

Función de la escuela: conocimientos básicos y experiencias de aprendizaje que debe de promover.

La respuesta a esas preguntas es que a la educación escolar no le interesa el destino social de cada uno, y sí que todos, democráticamente, tengan acceso a la comprensión de su mundo.

Un niño, joven o adulto, sobre todo de las clases populares, va ala escuela para aprender lo que no sabe.

No le corresponde a la escuela mantener al hombre en su propio barco y sin abrirle nuevas perspectivas, descubrir lo desconocido y desafiar al alumno a salir de su cultura en busca de nuevas visiones del mundo, más amplias y abarcadoras, de las cuales su vida y cultura local serán una parte. La tarea actual de la escuela resulta así doblemente complicada. Por una parte, tiene que encargarse de muchos elementos de formación básica de la conciencia social y moral

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