ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Los Funerales De La Mama Grande


Enviado por   •  10 de Septiembre de 2014  •  624 Palabras (3 Páginas)  •  271 Visitas

Página 1 de 3

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Los funerales

de la

Mamá Grande

EDITORIAL SUDAMERICANA

BUENOS AIRES

La siesta del martes

El tren salió del trepidante corredor de rocas bermejas, penetró en las plantaciones de

banano, simétricas e interminables, y el aire se hizo húmedo y no se volvió a sentir la

brisa del mar. Una humareda sofocante entró por la ventanilla del vagón. En el estrecho

camino paralelo a la vía férrea había carretas de bueyes cargadas de racimos verdes. Al

otro lado del camino, en intempestivos espacios sin sembrar, había oficinas con

ventiladores eléctricos, campamentos de ladrillos rojos y residencias con sillas y mesitas

blancas en las terrazas, entre palmeras y rosales polvorientos. Eran las once de la

mañana y aún no había empezado el calor.

—Es mejor que subas el vidrio —dijo la mujer—. El pelo se te va a llenar de carbón.

La niña trató de hacerlo pero la persiana estaba bloqueada por óxido.

Eran los únicos pasajeros en el escueto vagón de tercera clase. Como el humo de la

locomotora siguió entrando por la ventanilla, la niña abandonó el puesto y puso en su

lugar los únicos objetos que llevaban: una bolsa de material plástico con cosas de comer

y un ramo de flores envuelto en papel de periódicos. Se sentó en el asiento opuesto,

alejada de la ventanilla, de frente a su madre. Ambas guardaban un luto riguroso y

pobre.

La niña tenía doce años y era la primera vez que viajaba. La mujer parecía demasiado

vieja para ser su madre, a causa de las venas azules en los párpados y del cuerpo

pequeño, blando y sin formas, en un traje cortado como una sotana. Viajaba con la

columna vertebral firmemente apoyada contra el espaldar del asiento, sosteniendo en el

regazo con ambas manos una cartera de charol desconchado. Tenía la serenidad

escrupulosa de la gente acostumbrada a la pobreza.

A las doce había empezado el calor. El

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (3.9 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com