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La transición del feudalismo al capitalismo


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2017  •  Síntesis  •  3.161 Palabras (13 Páginas)  •  633 Visitas

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La transición del feudalismo al capitalismo:

El período que abordaremos en esta unidad inicia, según algunos historiadores, en 1453 con la caída de Constantinopla, capital del Imperio Bizantino (heredero del Imperio Romano de Oriente). Para otros, la fecha que marca el inicio de la Edad Moderna es 1492, con la llegada de Colón a América y el inicio de la conquista de este continente por los Estados europeos más poderosos de ese entonces. Este período culmina en 1789 con la Revolución Francesa, que marca el inicio de un nuevo período: la Edad Contemporánea.

Durante la Edad Moderna se produjo en Europa la transición del feudalismo al capitalismo, proceso que se extendió hasta mediados del siglo XVIII, aunque en algunas regiones el feudalismo perduró durante mucho más tiempo.

Este proceso de transformación lo veremos en todos los planos:

  • Económico: se pasará de una economía agrícola (feudal y rural) a una economía industrial (capitalista y urbana).
  • Social: de una sociedad estamental (posición definida por nacimiento y desigualdad de derechos) se pasará a una sociedad de clases (posición definida por la riqueza). Se irá fortaleciendo la burguesía que incrementará su poder económico y social. Paralelamente se impondrá un nuevo sistema de explotación basado en la mano de obra asalariada.
  • Cultural y religioso: paso del teocentrismo (Dios y religión como centro) al antropocentrismo (revalorización del hombre como centro y medida de todas las cosas).
  • Político: se producirá la decadencia del poder de los señores feudales, a favor de la consolidación de los Estados Nacionales Modernos a través del fortalecimiento de las monarquías. Este proceso de centralización del poder conducirá al establecimiento de monarquías absolutas (totalidad del poder concentrado por los reyes), las cuales a fines de la Edad Moderna entrarían en crisis dando paso a un sistema político liberal (la burguesía alcanza el poder político y se amplía el derecho al voto de los ciudadanos).

(Hilton, Rodney, 1982)

¿Qué es el capitalismo?

El Capitalismo es un sistema socioeconómico que se caracteriza por la búsqueda de ganancias y la acumulación de las mismas, se fundamenta en la propiedad privada de los medios de producción con fines de lucro, en la libre competencia y la libertad de trabajo. Este sistema enfrenta a la burguesía, también llamados patrones o capitalistas (propietarios de los medios de producción) y a los obreros (trabajadores que venden su fuerza de trabajo, para explotar los medios de producción, y por la cual reciben un salario).

 Esta transición se va a realizar en dos etapas:

  1. Durante la Edad Moderna, desde el siglo XV hasta mediados del siglo XVIII, se irá produciendo un lento crecimiento económico impulsado por la burguesía. Este grupo irá transformando la sociedad, las formas políticas y la cultura, en función de sus intereses.
  2. Desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX. Éste proceso se acelerará, dando lugar a la llamada “doble revolución”: La revolución Industrial y las Revoluciones Burguesas (Hobsbawm, 2012).

Para profundizar

Para saber más...

¿Cómo se dieron estas transformaciones?

A fines de la Edad Media, el feudalismo, como sistema político, económico y social, sufrió algunas transformaciones, dando paso al surgimiento y al incipiente desarrollo del capitalismo.

Los campesinos, sector fundamental en la economía agrícola de la época, mejoraron su situación luego de resistencias y luchas, lo que condujo a una reducción de la renta señorial. Esta situación debilitó la nobleza feudal, favoreciendo el surgimiento y consolidación de los Estados Modernos de la mano del poder monárquico, aunque basado en otra concepción: el rey era soberano, su poder era concentrado y centralizado, había empezado a crear una burocracia muy eficaz y especializada y gracias a ella ejercía un control y una presión fiscal muy fuerte sobre la sociedad. 

El fortalecimiento de la autoridad monárquica también ejercía su impacto sobre los señores feudales, acostumbrados a actuar como “reyes” en sus respectivos dominios.  Se crearon asambleas formadas por la nobleza, el clero y los burgueses más ricos, obligadas a prestar consejo y ayuda al monarca cuando lo requiriera. Estas recibieron distintos nombres, según las regiones de Europa: Dietas en Alemania, Cortes en España, Parlamento en Inglaterra, Estados Generales en Francia, Duma en el Imperio Ruso.

En algunas regiones, como en Francia, este poder real había comenzado a fundamentarse en la idea de los “reyes santos”; su poder provenía de Dios y, por lo tanto, era incuestionable. Las presiones fiscales del Estado se le sumaron a las presiones de los señores feudales sobre los campesinos, apropiándose de una parte cada vez más grande de su producción.

El comercio comenzó un período de desarrollo, en relación al surgimiento de nuevas rutas comerciales y a la conquista de nuevos territorios. En éste contexto, las ciudades y los sectores de la burguesía (y también de la nobleza) dedicadas a este comercio adquirieron grandes riquezas a pesar de que el Estado reguló todas las actividades económicas.

Estas características adquirieron rasgos particulares en distintos países:

 

En Inglaterra se desarrolló un capitalismo agrario de la mano de grandes campesinos arrendatarios que emplearon mano de obra asalariada y que invirtieron en el campo para aumentar su productividad. La tierra se fue concentrando en pocas manos, luego de expulsar y expropiar las tierras de los campesinos empobrecidos. Los señores feudales arrendaron sus tierras, a campesinos en la mayoría de los casos o convirtiéndose ellos mismos en empresarios capitalistas dedicados al desarrollo agrícola de sus tierras. El Estado protegió y favoreció el desarrollo de las actividades económicas. Los nobles, los grandes arrendatarios y la burguesía comenzaron a intervenir en las decisiones del Rey, mediante su participación en el Parlamento, y de esta manera tomaban decisiones a su favor.

En Francia, las estructuras feudales se revitalizaron desfavoreciendo el desarrollo de una economía capitalista. El Estado incrementó su poder, debilitando a la nobleza feudal y apoyando algunas demandas del campesinado. Sin embargo, el Estado Monárquico mantuvo y garantizó gran parte del poder de los señores feudales, incorporándolos a la estructura estatal y manteniendo a los campesinos atados a los lazos de servidumbre. La burguesía se vio desfavorecida por las limitaciones y controles del Estado que impedía su libre desarrollo.

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