OLAFUR ELIASSON Danés-islandés Escultor, pintor, fotógrafo y diseñador

OLAFUR ELIASSON

Danés-islandés Escultor, pintor, fotógrafo y diseñador

Movimiento: Arte de instalación: es un género de creación artística contemporánea en el que se utilizan materiales bidimensionales y tridimensionales para transformar un sitio en particular en un espacio inmersivo para el visitante. Las instalaciones pueden incluir elementos esculturales, encontrados, basados ​​en sonido y de rendimiento, y pueden ser permanentes o efímeros.

Sinopsis

Un destacado miembro del movimiento de Práctica Social, Olafur Eliasson inyecta su trabajo con una conciencia universal que catapulta el arte fuera de sus confines normales y desafía la forma en que habitamos el mundo. Con cada esfuerzo, le pide a las personas que incorporen plenamente su experiencia humana al expandir sus sentimientos de sí mismos a una conexión con la esfera pública más amplia. Su arte se deriva de una práctica sincera en la que colabora con expertos en diversos campos para crear diversas piezas destinadas a proponer intervenciones críticas dentro de los sistemas sociales existentes, un esfuerzo que está diseñado para inspirar el debate y nuevas percepciones, o para catalizar el cambio. Eliasson se ha convertido en un líder progresivo en el tipo de pensamiento creativo que provoca la forma en que las personas perciben la cultura, la comunidad y el entorno natural que les rodea. Aunque su carrera ha alcanzado un estatus icónico, las principales motivaciones de Eliasson lo diferencian de otras superestrellas del mundo del arte; mientras que algunos artistas de su estatura son conocidos por sus superegos, el altruismo es el rasgo dominante en su reputación.

Ideas claves

La misión subyacente de Eliasson para hacer que el mundo sea un lugar mejor está en gran parte informado por el trabajo que les pide a los espectadores que piensen sobre su papel en la globalización y el ambientalismo. Al hacer esto, amplía el rol histórico del arte activista con un enfoque menos en los asuntos personales de nuestro tiempo y más en las preocupaciones desmedidas que piden la contemplación actual hacia un futuro más humanitario.

Eliasson se esfuerza por empujar el statu quo creando un trabajo que impulse la incertidumbre, transformando el papel del arte más allá de su simple valor estético o experiencial y en una poderosa herramienta para luchar contra la complacencia. Él ha declarado: "Esta incertidumbre es importante para mí, ya que alienta a las personas a pensar y sentir más allá de los límites dentro de los cuales están acostumbrados a funcionar".

La presentación del artista de nuestra experiencia comunitaria del espacio, la materialización ambigua y su estado constante de flujo a menudo se deriva de la yuxtaposición de elementos artificiales y efímeros. Sus interacciones con fenómenos naturales como la luz, el agua, el aire y el medio ambiente han disuelto enormemente los límites de lo que se considera un medio artístico tradicional.

Eliasson obliga a sus televidentes a reconectarse con el yo, estimulando la reflexión sobre sus experiencias dentro y su relación con el mundo en general. Su trabajo se convierte en un catalizador, que remite el concepto de agencia individual.

Biografía

Infancia

Olafur Eliasson nació en Copenhague, Dinamarca en 1967, un año después de que sus padres, Elías Hjörleifsson e Ingibjörg Olafsdottir, de 21 años, inmigraron a la ciudad desde Islandia. Su madre, que era de un pueblo de pescadores de Islandia que data del 11 ºsiglo, encontró trabajo como modista, mientras que su padre, que era artista aficionado, encontró trabajo como cocinero en un barco pesquero. La familia de su padre era de Reykjavík, la capital de Islandia, donde formaban parte de una pequeña comunidad artística. La abuela de Eliasson era fotógrafa y su abuelo, que abandonó a su familia cuando Elías era joven, era editor de literatura de vanguardia. Los padres de Eliasson, que eran jóvenes e inexpertos, se divorciaron cuando él tenía cuatro años. Elías, siguiendo los pasos de su propio padre, regresó a Islandia, dejando huérfano a un joven Olafur durante gran parte de su infancia y adolescencia. Durante sus viajes poco frecuentes para visitar a su padre, Eliasson comenzó a hacer dibujos como una forma de impresionarlo. Para cuando tenía 14 años podía dibujar todos los huesos del cuerpo humano, y a los 15,

Cuando era adolescente, Eliasson mostró una aptitud natural para el arte, pero no tenía verdaderas aspiraciones para convertirse en artista. En su lugar, pasó la mayor parte de su tiempo bailando breakdance después de descubrir la forma de baile en un programa de televisión estadounidense. "Vivíamos en el campo en ese momento, en una pequeña granja, y recuerdo que durante meses y meses me movía como un robot. Al principio era realmente malo", recuerda Eliasson. "Debe haber sido gracioso verme moviéndome alrededor de las vacas y los caballos ... Estoy seguro de que era el único bailarín de boogie eléctrico robótico con delineador de ojos". Después de formar la "Harlem Gun Crew" con dos amigos, el grupo, vestido con spandex plateado hecho por la madre de Eliasson, actuaría en los clubes de Copenhague y competiría internacionalmente.

Entrenamiento temprano

1987 se convertiría en un punto de inflexión en la vida de Eliasson. Durante el año tumultuoso, su abuelo se suicidó y su padre fue hospitalizado por alcoholismo, lo que obligó a Olafur a mudarse a Islandia para cuidar a su hermanastra de dos años, Anna Viktoria. Por puro aburrimiento, Eliasson decidió postularse a la escuela de arte y fue debidamente aceptado en la prestigiosa Royal Danish Academy of Art. "Estaría mintiendo si dijera que no había un elemento de escapismo en mi interés por el arte cuando era adolescente", dijo. "No tenía sentido me pareció más atractivo que tener sentido. Aplicar en la escuela de arte fue una manera encantadora de desconectarme. Sin embargo, una vez que llegué allí, me di cuenta de que el arte se trata de conectar. En vez de salir del mundo, estaba entrando en el corazón de esto. Esto fue una revelación para mí. Pensé que solo se trataba de ser un buen artista para que mi padre me quisiera. Pero se trataba más de dar forma al mundo ".

Esta noción del arte como un medio crucial para convertir el pensar en hacer dentro del mundo sentaría las bases para la eventual incursión de Eliasson en la práctica social, un medio de arte centrado en el compromiso a través de la interacción humana y el discurso social.

Durante su tiempo en la academia de arte Eliasson recibió un presupuesto para viajes, y en 1990 se mudó a Brooklyn, Nueva York, donde trabajó durante un tiempo como asistente de estudio para el pintor minimalista Christian Eckart. Durante este tiempo, también se convirtió en un lector voraz y se sumergió en la filosofía y las teorías científicas. Se interesó especialmente por las ciencias naturales y la filosofía fenomenológica, y por su énfasis en la experiencia de la realidad de un individuo. Cómo una persona interpreta la realidad se convertiría en un nicho constante para el trabajo de Eliasson.

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