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Biografia De Natalicio Talavera


Enviado por   •  27 de Abril de 2014  •  3.619 Palabras (15 Páginas)  •  3.438 Visitas

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Ministerio de Educación y Cultura

Centro Regional de Educación Natalicio Talavera

Instituto de Formación Docente Continua en Servicio.

Integrantes

Lorena Elizabeth Cardozo

María Elsa Zacarías

Graciela González

Aldo González

Oscar Espínola

Juan Molinas

Introducción

¡Cuántos héroes anónimos tiene nuestro país, cuántos nobles hombres derramaron su sangre para que hoy pudiéramos ser una nación libre y soberana!

Cuan frágil es la memoria humana y que rápido olvida a los hombres que forjaron para el Paraguay un mejor porvenir…

Porque queremos hacerle justicia a uno de los jóvenes más valientes que tuvo nuestra historia, queremos presentar ante ustedes este trabajo de investigación titulado “Natalicio Talavera: Vida de un un poeta y patriota” donde reseñaremos los aspectos más resaltantes de su vida, sus obras literarias y la llamada “repatriación histórica” de sus restos para su descanso final en la ciudad de Villarrica.

Biografía de Natalicio de María Talavera

Natalicio de María Talavera fue hijo de José Carmelo Talavera y de Doña Antonia Alarcón, nació en Villa Rica del Espíritu Santo el 8 de setiembre de 1839. Aún se conserva la vieja casona que lo vio nacer; ubicado entre la calle Mcal. López y la que ahora lleva su nombre. Fue bautizado tres días después con el nombre Natalio de María. Falleció a los 28 años de edad, el 11 de octubre de 1867 en plena guerra contra la Triple Alianza de Brasil, Argentina y Uruguay, víctima de la epidemia del cólera que azotó a los combatientes durante el conflicto. Sus restos fueron enterrados en el pequeño cementero de Paso Pucú, departamento de Ñeembucú.

Cronológicamente Natalicio Talavera es el primer poeta paraguayo de la época independiente del Paraguay. A su honor fue instituido, el 11 de octubre, Día del Poeta Nacional.

Su formación

Sobre la formación de Natalicio Talavera existen abundantes referencias, todas coinciden en que aprendió letras y nociones elementales en el establecimiento de enseñanza pública de su ciudad natal llamada “Escuela de la Patria”, viejo caserón que actualmente es el asiento del Museo Municipal Maestro Fermín López, para más adelante trasladarse a la ciudad de Asunción, donde ingresa en la escuela particular dirigida por el maestro argentino Juan Pedro Escalada, la más prestigiosa de su tiempo. En 1855, o sea cuando contaba con 16 años de edad, ingresó en el Colegio Secundario dirigido por el profesor español Don Ildefonso Antonio Bermejo. Con posterioridad será alumno de la escuela Aritmética, sita Zevallos-cue, cuyo director era Miguel Rojas. Hay quien afirma que antes de inscribirse en el colegio de Segunda Enseñanza, siguió un curso de Matemáticas y Moral, asignaturas a cargo del profesor francés Francisco Sauvageod de Dupuis.

Hacía 1859 es un aventajado estudiante en el instituto de ciclo secundario conocido con la denominación de "Aula de Filosofía", cuyo fundador y mentor fue el profesor Ildefonso Antonio Bermejo que, al igual que Dupuis, fuera contratado por la administración de Don Carlos Antonio López.

Este centro educativo, según Fulgencio R. Moreno en su obra "La ciudad de Asunción", reglamentó un plan que abarca seis cursos, comprendiendo gramática, historia, geografía, literatura, composición literaria, cosmografía, filosofía, francés, catecismo político y derecho civil. Sus educandos -La juventud más promisoria de la época- fundaron la revista "La Aurora" (1860). Y es en aquella revista donde Talavera, el más aplicado de los discípulos, inaugura sus quehaceres literarios, para los que demuestra vocación y excepcionales condiciones.

Debido a su extraordinario talento, condiciones y aptitudes para la literatura, parecía el joven ideal para integrar el segundo grupo de becarios con destino a Francia, pero como dichos beneficios estaban dedicados a los alumnos de escasos recursos económicos, hubo de declinar el suyo a favor de otros compañeros, también merecedor, proveniente de familia más modesta.

Rasgos humanos del poeta

Observando a Natalicio Talavera a través de la modestia habitual de su apacible carácter, se notaba en su inteligente, pero lánguida mirada, un sentimiento vago de melancolía, casi presagio del fin prematuro de su carrera sobre la tierra. Poseyendo los principales dotes de un orador, por su dicción pura y bien acentuada, por el colorido poético y a la vez persuasivo de su discurso, y sobre todo, por la convicción de verdad que se manifestaba en todas sus conversaciones familiares, como si se complaciera en concentrar sus pensamientos en sí mismo, sometiendo sus facciones. Era, no obstante, moderado y aun parco en sus conversaciones familiares, como si se complaciera en concentrar sus pensamientos en sí mismo, sometiendo sus inspiraciones el examen de su rara inteligencia". "Su corazón es tan sensible como generoso. Incapaz de pegarse al limo de la tierra, era inclinado a lo bueno, a lo grande, a lo sublime. Jamás la vil calumnia encontró asilo en su corazón. Era más indulgente con sus semejantes que consigo mismo. Perteneciendo a una decente medianía, no buscó por medios innobles las riquezas y los honores, y supo, aunque joven, anteponer los deberes a las distracciones". Así lo retrató un contemporáneo suyo, el naturalista Domingo Parodi, padre del más tarde poeta Enrique Parodi (1857 - 1917).

Con el periódico Cabichu’i, fundado por Talavera conjuntamente con el coronel Crisóstomo Centurión, e impreso especialmente para el consumo de los soldados que combatían a los invasores amparados por la Triple Alianza, acentúa su contribución a la lucha, pues con la sátira y el ágil sonar de las coplas acrecentados por los grabados, fortalecía el espíritu de combate de los campesinos que guerreaban. En este singular empeño de poeta y combatiente, sacrifica su joven vida, cumpliendo a cabalidad su histórica promesa de “Morir antes que esclavo vivir”

Escritor, poeta y corresponsal de guerra:

Al estallar la guerra contra la Triple Alianza, Natalicio Talavera se incorpora al ejercito con el grado de teniente. Sigue escribiendo en el "Cabichu'i", "El Centinela" y el "Semanario". Más tarde, y fue lo más importante de sus aportes para aquella época, escribió las crónicas desde el frente sobre las batallas.

Recordemos que apenas iniciada las batallas en defensa del territorio patrio, Natalicio Talavera se incorpora al ejercito y viaja hacia el sur del territorio patrio en calidad de corresponsal. Dicha corresponsalía la ejerció abnegablemente. Casi enseguida de recibir los partes de las batallas los convertía en crónicas, que el Telégrafo Nacional, bajo la dirección de Saturio Rios, divulga y el "Semanario", a su vez, imprimía. Aquella tarea, de Corresponsal, comienza el mes de iniciarse el conflicto, 17 de junio de 1865 y, siguió escribiendo hasta el 28 de setiembre de 1867.

Entre sus aportes significativos deben también citarse su necrológica del General Díaz del General Díaz, el 16 de febrero de 1867 que es la primera biografía destinada al prócer y el extenso Comentario sobre el Tratado de la Triple Alianza.

El recuerdo de Natalicio Talavera hizo impacto entre aquellos contemporáneos suyos y compañeros de letras rioplatenses que sabían su actuación. Asi fue que el argentina Olegario V. Andrade dijo esto: “Entre los soldados de López había un soldado casi un niño, de alma ardiente y corazón generoso, poseído del fanatismo de la patria, que se presentaba voluntario en todas las circunstancias peligrosas bajo las terribles impresiones de la lucha, entre el estruendo de los cañones y el quejido de los heridos escribía versos y peleaba. Toscos eran sus versos, pero ardientes, animados por el entusiasmo de la patria, encendidos por la chispa de la fe en la victoria. El Tirteo del Paraguay daba el ejemplo en el peligro y anhelaba caer en primera fila como un héroe”.

Algunas obras de Natalicio Talavera

Sus obras se nos presentan bajo las formas de fragmentos dispersos de notas inconclusas, de ensayos diversos. De ímproba labor, poco ha quedado sin embargo de su producción literaria. La Guerra de la Triple Alianza ha devorado gran parte de ella.

Talavera no ha sido un poeta de vida ociosa y regalada. Llamado a vivir la tragedia de nuestra patria, en su lucha desigual, cantó con hondura penetrante, sus glorias y sus infortunios. Bajo la pujanza de su embriaguez lírica, y el decorado de las trincheras, que recorrió aquí y allá; cantó los avatares de la residenta, la fuerza que inspiraban las acciones bélicas, el heroísmo y abnegación del pueblo en armas. En los cruciales días de la Guerra Grande, señaló la muerte como "el camino verdadero" para la gloria del guerrero.

Gran parte de sus poesías y artículos periodísticos fueron escritos en horas de angustias; en días solemnes para la patria; y, en todo momento, vibró su inspiración con tonalidades épicas con acento tenso.

La emoción que desbordaba de su corazón, florecía en versos líricos impregnados de unción patriótica, de incitación, como éste.

“Paraguayos corred a la gloria

y colmad vuestra patria de honor,

escribiendo al luchar en la historia

nuevos timbres de gloria y valor.”

Sus primeros versos saturados de una gracia indefinida, sencillez e ingenuidad nada comunes, fueron publicados en la revista "LA AURORA" Esta revista cuyo primer número data del 1° de octubre de 1860, era por entonces el más señalado y alto exponente de la cultura paraguaya, y su cuerpo de redactores integraban Mariano Aguiar, Américo Varela, Enrique López, Gumersindo Benítez y otros alumnos del "Aula de Filosofía".

Entre sus composiciones en verso, caben señalar: "FLOR DE MI ESPERANZA"; "LA BOTELLA Y LA MUJER", "REFLEXIONES DE UN CENTINELA EN LA VISPERA DEL COMBATE". “HIMNO PATRIO” “A MI MADRE” “FALLO” “A NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCION, PATRONA DE LA REPUBLICA DEL PARAGUAY” “ CIELITO”.

Sus trabajos en prosa son numerosos. Podemos citar: "INDEPENDENCIA DE LA MUJER EN SOCIEDAD", "DISCURSO SOBRE LA LIBERTAD", "MUERTE DE CRISTOBAL COLON" y otros.

Su incursión en el campo periodístico lo llevó a ocupar el cargo de Jefe de Redacción de "EL SEMANARIO" en cuyas columnas esgrimieron sus primeras armas, muchos de los que posteriormente descollaron en las letras, la política y la diplomacia paraguaya.

Desde sus páginas, enfocó con interés y patriotismo todos los problemas del país, y, trató de hallar soluciones justas y decorosas a los mismos, no solo emitiendo su opinión, sino orientando con la fuerza que le otorgaba su autoridad moral. Desde sus columnas, fustigó a severamente el "TRATADO SECRETO DE LA TRIPLE ALIANZA" y exhortó al pueblo a repudiar tal ignominia. Entre otros categóricos conceptos decía:

"Si está escrito que ha de hundirse nuestro país al bárbaro empuje de sus feroces enemigos, envolvámonos todos en su bandera y arrojémonos a la tumba; que el mundo vea en los tiempos modernos a un pueblo que sabe morir por su honor y por su derecho, como en los tiempos antiguos ha visto desaparecer a Numancia y Sagunto"

Victor Simón Bovier nos dice: "Una figura cumbre del periodismo de aquella época es sin lugar a dudas Natalicio Talavera, combatiente entre los primeros, oficial distinguido y culto. Pertenecía a esa falange de inteligentes jóvenes paraguayos educados en Europa. Su fallecimiento ocurrido en Paso Pucú el 11 de Octubre de 1867 fue un duro golpe para el periodismo combatiente de aquella gran guerra, y una irreparable pérdida para la causa nacional. Luego agrega: Era periodista veterano cuando se inició la guerra. Había colaborado activamente desde las columnas de "EL SEMANARIO" en años anteriores. También fué redactor de "EL ECO DEL PARAGUAY" y de "LA AURORA".

Al estallar la guerra, López lo incorporó al ejército con el grado de Teniente Honorario. Grande era la confianza que el Mariscal López profesaba a aquel bardo para hacerlo compartir habitualmente su mesa, y platicar con él sobre temas diversos. Inició su tareas como cronista en junio de 1865. Sus impresiones, relatos, informaciones, anécdotas y crónicas aparecieron en "EL SEMANARIO" y su último trabajo, data de setiembre de 1867. Recopiladas en 1958, fueron publicadas con el rótulo de "LA GUERRA DEL PARAGUAY"-

A pesar de la tragedia de la guerra no decayó su vocación por la poesía; mas, sus composiciones ya no eran aquellas cuajadas de romanticismo; leves y tiernas; eran si ardientes, encendidas por la chispa de la fe en la victoria. "Escribía a la luz del fogón; sobre la cureña de los cañones: en un ambiente de humo y polvo; de angustia y desolación; de dolor y de muerte; recordando la figura del poeta soldado Alonso de Ercilla cuando se hallaba en trance de escribir su célebre poema "LA ARAUCANA". En las avanzada vela pasar la muerte a su lado, y, en vez de enmudecer de espanto, cantaba, porque los poetas, son como los pájaros, que todo ruido los hace cantar".

En el periodo culminante de la guerra, fundó "CABICHUI" desde cuyas páginas fustigaba y ridiculizaba al adversario -ya sea en prosa o en verso -con fina y mordaz ironía. Armado de todos los dotes del ingenio y de la burla, descargaba su -azote satírico con implacable dureza.

Tenemos como ejemplo la poesía: "KAl, JAGUA HA MBOPI" que en parte dice:

Mbojapy aña rymbá

Co yvy ári ndaye oí,

Ojuguava ha´angá

Ka´í, Jaguá ha Mbopí.

Pedro Segundo el Ka`í

Bartolo Mitre el Jaguá

Venancio Flores mbopí

La Triple Alianzaguá.

Mbojhapyvé oñomoirú

A rymbá vai vaí.

Ha oyapómí el contrato

Oipjyhyvo el Paraguay.

"Cabichu’i" apareció en Paso de Patria a través de los talleres gráficos del Ejército. Fue un periódico bilingüe con caricaturas ilustradas por Saturio Ríos.

La estatua ausente

Leopoldo Ramos Jimenez uno de los grandes poetas guaireños, autor de “La cumbre del Titán” tiene un trabajo titulado “Ante la Estatua Ausente de Natalicio Talavera, sonde entre otras cosas, escribe: “… Talavera fue el primer gran fruto que recogió el país de la política cultural de don Carlos Antonio López. Era el primer trabajador intelectual de su época y conocía el país en toda su realidad histórica y geográfica, en todas sus posibilidades económicas mas que muchos escritores que mueren en la búsqueda del tema o desfallecen en un desierto de ideas” “… alguna vez veremos estilizada la figura magnifica del guerrero y del poeta, cuyo corcel, mas que un símbolo de la mitología griega, debiera ser alado, por el imperio de la inteligencia y el ejemplo de heroísmo…”

Muchos años pasaron para que los restos de Natalicio Talavera descansaran en su tierra, ya que cuando fallece el 11 de octubre de 1867 a las 3 de la tarde, víctima del cólera, sus restos fueron sepultados en el pequeño cementerio de Paso Pucú.

El destino no quiso conservarlo para ver la tragedia de su patria a quien había consagrado lo mejor de su existencia. "El Semanario" al consignar su muerte expresaba "Todos hemos perdido algo de él; pero la historia nacional recoge de su vida el buen ejemplo de su lealtad, probidad y dedicación al estudio y al servicio de la patria para proponerlo a la gratitud e imitación de sus conciudadanos". En otro articulo del mismo periódico expresaba lo que sigue". Su voz era llena, sonora y penetrante cuando hablaba y sus palabras escritas llevan el acento de la convicción. Dios, patria y gobierno, libertad y justicia, ley, derecho tienen unción en sus labios porque jamás las ha pronunciado como palabras vacías de sentido".

Expresa Cáceres Zorrilla: "Transportémonos con el pensamiento a aquelIos lugares de leyenda. Lleguemos al cementerio de Paso Pucú. Un viejo portón de madera: algunos sepulcros en ruinas; una que otra cruz; es todo lo que queda como rastro material de los que allí hallaron un día reposo a sus fatigas. No busquemos inútilmente la tumba del bardo en medio de la inclemente maleza, pues, ni una cruz de tosca madera indica al viajero la tumba que le corresponde".

En el mes de octubre del año 1925 y con motivo de cumplirse 58 años de la muerte del vate, los estudiantes secundarios y universitarios de la capital, con sus hermanos del Guairá rindieron un justiciero y emotivo homenaje a Talavera. Se descubrió una placa recordatoria en la casa donde había nacido el poeta. En el acto, hicieron uso de la palabra exaltando la figura de este joven mimado de las musas, Efraín Cardozo y Robustiano del Valle, el primero de ellos, en nombre de los estudiantes de la Capital, y el segundo del Centro de estudiantes del Colegio Nacional de Villarrica. Posteriormente fueron a visitar a Anita Talavera hija del poeta, que vivía con la Sra. Asunción Sosa Vda. de Chase. En la oportunidad usó de la palabra el joven universitario Julio César Chávez, hoy brillante y destacado historiador; para hacer resaltar los méritos del poeta y periodista, y el homenaje que la juventud paraguaya rindió a su ilustre padre. Anita Talavera; murió el 5 de abril de 1930.

El Gobierno Nacional en mérito a los relevantes servicios prestado a la patria, le había otorgado en Mayo de 1860, la condecoración de la Orden Nacional al Mérito.

El pueblo guaireño ha honrado a Natalicio Talavera; una calle de su ciudad natal y una progresista Colonia del Departamento, lleva su nombre; y el Ministerio de Educación confió su nombre al Centro Regional de Educación de esta ciudad como homenaje a su recuerdo.

La virtud y lauro de Natalicio Talavera, es su canto recio y sencillo, por encima de todo, esa su pasión singular por su tierra; por la defensa heroica de ella, y, esa fe en el triunfo de la causa nacional. Su obra fue la del hombre a quien el destino histórico le confió la misión de exaltar el patriotismo en los momentos cruciales y trágicos de la cruenta guerra de la Triple Alianza.

Quizá por eso el traslado de sus cenizas, a su natal Villarrica, luego de mas de 136 años de dolorosa ausencia, es mas que una simple repatriación, es una repatriación histórica que conlleva, con el anhelo de justicia, el claro mensaje de que esta generación de paraguayos y paraguayas han defendido en forma meridiana la preferencia por lo héroes civiles y que están dispuestos a seguir los ejemplos patrióticos de Talavera, quien afirmaba que solo la cultura podía hacer libres a la patria y a los hombres y mujeres que la habitan.

Traslado de sus restos

La comisión Directiva del Centro Guaireño de Asunción, presidido por el señor Juan F. Veiluva, afirmando su compromiso con los trabajadores de la cultura, obrando de acuerdo a los mandatos de su Asamblea ordinaria realizada en el mes de setiembre del 2002, designo para coordinar el traslado de los restos de Natalicio Talavera de Paso Pucú, departamento de Ñeembucú, a Villarrica, a los Señores Félix de Guarania, Mario Vacchetta y Catalo Bogado Bordón. Ellos, inmediatamente, se contactaron con varias personalidades e instituciones a fin de dar cumplimiento al mandato, visitaron la ciudad natal de Talavera, Villarrica, ubicaron el sitio ideal para el memorial, confeccionaron los planos correspondientes al proyecto ( a cargo de Grupo de arquitectos Giret y asociados) y procuraron la bibliografía sobre el primer poeta Paraguayo. En este proyecto de reparación histórica, es justo mencionar la decisiva participación del poeta pilarense Carlos Alberto Mazó, de la familia Diaz Borba, la Municipalidad de Villarrica, de la gente del Centro Regional “Natalicio Talavera” de la capital guaireña y otras instituciones locales y nacionales.

Acto protocolar del traslado de sus cenizas

Las cenizas del poeta fueron trasladadas el sábado desde el cementerio de Paso Pucú (Ñeembucú) a las 13 hrs., en la ocasión se reunieron el Señor Carlos Alberto Mazó Miers, Alfredo Machuca, Leopoldo González Vera, Mario Vachetta, Juan F. Veiluva, Catalo Bogado Bordón, Félix Miranda y el Lic. Jorge Fornerón para labrar el acta de exhumación de los restos del poeta. En dicho sitio, el Señor Carlos Alberto Mazó, expreso que conforme a informaciones del Señor Eudoro Cáceres, padre connotdo ciudadano humaiteño, ya fallecido, transmitidas a don José María Candia en el año 1949 (Fallecido() y brindadas por este último a Mazó, en este mismo lugar, en el año 1978 pudo ubicar el lugar de la sepultura del poeta que anteriormente estaba señalizada con una cruz de hierro, desaparecida, al lado de la tumba del ñeembuqueño Mayor José Dejesús Martínez. Luego de la ubicación exacta del lugar donde se hallaba la sepultura se procedió a excavar en el perímetro señalizado, procediéndose a recoger, en una urna donada por el señor Francisco Díaz Borba, las cenizas del poeta. Concluída la operación, se rindieron los honores de estilo jefes ,oficiales, suboficiales y tropa del RC 2 Coronel Felipe Toledo, con la participación dela Banda Militar de la 2da. División de Caballería.

El acto culminó a las 13:45 hs, se inició asi el viaje hacia Villarrica acompañado por una delegación militar de la misma ciudad. Llego a la Segunda División de Infantería, el sábado 10 de mayo del 2003 a las 20:00 hrs, donde los militares le rindieron honores y realizaron su velatorio simbólico.

El lunes 12 de mayo se realizo la emotiva celebración religiosa en la Iglesia Nuestra Señora de la Asuncion Yvaroty.

Con un cordón formado por los estudiantes del Centro Regional de Educación, banda lisa y chiroleras y al son de marchas de la Banda de Músicos Militares, los restos del intelectual guaireño llegaron al centro de la ciudad.

El General Victorino González fue quien dispuso la guardia de honor para la ceremonia.

Luego del oficio religioso, donde se insto a los jóvenes a seguir el ejemplo de Natalicio Talavera, la urna con las cenizas fue llevada hasta el mausoleo, ubicado en el acceso al Centro Regional de Educación con el nombre del poeta y periodista. Allí se desarrollaron los discursos, el intendente local, Federico Alderete Guggiari, reconoció que el traslado de los restos del poeta guaireño a su ciudad natal constituye una reparación histórica considerando que los mismos permanecieron durante mas de un siglo lejos de la ciudad donde nació.

A su turno la Licenciada Judith Servián de Amarilla, directora general del CRENT, valoró el sacrificio realizado por el hombre de letras así como su formación intelectual. Uno de los mas vehementes discursos fue el del Profesor Carlos Alberto Mazó, historiador que acompaño la delegación desde Pilar hasta Villarrica, que finalizó sus palabras con un vehemente “!Viva el Paraguay!. La descarga cerrada de los fusileros fue el punto culminante de los honores militares.

A continuación se realizó el solemne entierro en el lugar preparado para el efecto y se entregó la ofrenda floral. La misma se encuentra en la entrada del centro regional cuenta con una placa recordatoria donde se inscribe la fecha de su traslado y las autoridades que lo hicieron posible.

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Conclusión

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