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2a Ley De La Termodinamica Y Ciclos


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2013  •  3.649 Palabras (15 Páginas)  •  541 Visitas

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INTRODUCCION

La segunda ley de la termodinámica es comúnmente conocida como la ley de la entropía en aumento. Mientras que la cantidad permanece igual, la calidad de material energía se deteriora gradualmente con el tiempo.

En este trabajo de investigación presentamos algunos conceptos básicos de la segunda Ley de la Termodinámica para hacer más sencilla su comprensión y conocer más a fondo de que trata la misma, también definimos algunos enunciados de la segunda ley de la termodinámica y como esta se aplica a sistemas de ciclo de potencia o ciclos de refrigeración.

Algunos de los conceptos que analizamos en este trabajo de investigación son los de maquina térmica, deposito de calor, deposito de trabajo. Finalmente presentamos una serie de equipos electrónicos que generan calor, y como estos se relacionan con la primera ley de la termodinámica.

SEGUNDA LEY DE LA TERMODINÁMICA

El segundo principio de la termodinámica o segunda ley de la termodinámica, expresa que:

Es una de las leyes más importantes de la física; aún pudiéndose formular de muchas maneras todas llevan a la explicación del concepto de irreversibilidad y al de entropía. Este último concepto, cuando es tratado por otras ramas de la física, sobre todo por la mecánica estadística y la teoría de la información, queda ligado al grado de desorden de la materia y la energía de un sistema. La termodinámica, por su parte, no ofrece una explicación física de la entropía, que queda asociada a la cantidad de energía no utilizable de un sistema. Sin embargo, esta interpretación meramente fenomenológica de la entropía es totalmente consistente con sus interpretaciones estadísticas. Así, tendrá más entropía el agua en estado gaseoso con sus moléculas dispersas y alejadas unas de las otras que la misma en estado líquido con sus moléculas más juntas y más ordenadas.

El segundo principio de la termodinámica dictamina que si bien la materia y la energía no se pueden crear ni destruir, sí que se transforman, y establece el sentido en el que se produce dicha transformación. Sin embargo, el punto capital del segundo principio es que, como ocurre con toda la teoría termodinámica, se refiere única y exclusivamente a estados de equilibrio. Toda definición, corolario o concepto que de él se extraiga sólo podrá aplicarse a estados de equilibrio, por lo que, formalmente, parámetros tales como la temperatura o la propia entropía quedarán definidos únicamente para estados de equilibrio. Así, según el segundo principio, cuando se tiene un sistema que pasa de un estado de equilibrio A a otro B, la cantidad de entropía en el estado de equilibrio B será la máxima posible, e inevitablemente mayor a la del estado de equilibrio A. Evidentemente, el sistema sólo hará trabajo cuando esté en el tránsito del estado de equilibrio A al B y no cuando se encuentre en uno de estos estados. Sin embargo, si el sistema era cerrado, su energía y cantidad de materia no han podido variar; si la entropía debe de maximizarse en cada transición de un estado de equilibrio a otro, y el desorden interno del sistema debe aumentar, se ve claramente un límite natural: cada vez costará más extraer la misma cantidad de trabajo, pues según la mecánica estadística el desorden equivalente debe aumentar exponencialmente.

Interpretación canónica

La interpretación microcanónica de la entropía concibe un sistema termodinámico aislado, esto es, un sistema termodinámico que no intercambia ni materia ni energía ni volumen con el exterior: la composición del sistema, dada por N1,N2, ... , su energía interna U y su volumen V no cambian en ella. El sistema por antonomasia que cumple dichas condiciones es el propio universo. Sin embargo, en muchas ocasiones se contemplan sistemas que sí intercambian energía, masa o volumen con su entorno.

Para esos casos, es necesario extender las interpretaciones estadísticas de la entropía, si bien globalmente es la interpretación microcanónica la que perdura. En efecto, si consideramos un sistema que por ejemplo intercambia materia con su entorno, podemos concebir un sistema mayor que incluya al sistema inicial y a su entorno de manera que el sistema global se amolde a la interpretación microcanónica; en el límite, dicho sistema será el propio universo. Y es precisamente la entropía del sistema microcanónico la que queda sujeta al segundo principio de la termodinámica, esto es, aquella que debe aumentar al variarse el equilibrio global del sistema.

Si la energía total del sistema global es Etot, y la de un microestado del sistema local es Ej, al estar el sistema local en un estado de energía Ej el termostato quedará reducido inevitablemente a uno de energía Etot - Ej. La probabilidad de que el sistema global esté en un microestado tal que el termostato tenga energía Etot - Ej y el sistema local Ej será entonces:

Siguiendo la definición de la entropía según Boltzmann, dicha ecuación puede escribirse como:

La energía interna U será el valor medio de la energía del sistema local, por lo que, como la entropía es aditiva, puede escribirse que:

Si se desarrolla en serie tendremos que:

De este modo, la probabilidad puede expresarse como:

Y como es la energía libre de Helmholtz, podemos expresar dicha probabilidad como:

,

donde .

La probabilidad total de estar en alguno de dichos estados es la unidad, por lo que:

, de donde se define .

Z es las la llamada función de partición canónica, generalmente definida como:

Si para un sistema de partículas en equilibrio térmico se conoce la función de partición Z, se puede calcular la entropía mediante:

Donde kB es la constante de Boltzmann, T la temperatura y las probabilidades Pj. Esta es la interpretación de la entropía, llamada interpretación canónica o entropía

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