ADAPTACIÓN CARDIOVASCULAR EN EL EJERCICIO

ADAPTACIÓN CARDIOVASCULAR EN EL EJERCICIO

Introducción.

Para entender los estudios de la fisiología dentro del ejercicio, se debe tener en cuenta la respuesta al ejercicio agudo y la adaptación morfo-funcional al entrenamiento. Si una persona realiza ejercicio, debe saber y tomar en cuenta que ocurre con su organismo, aparatos y sistemas, en especial conocer  la fisiología del corazón, ya que es el órgano más importante de nuestro organismo.

La masa muscular que forma el corazón es el miocardio y funciona de forma automática. El interior del corazón está dividido por auriculares (superiores, izq.-der.) y ventrículos (inferiores izq.-der.). El lado izquierdo del corazón maneja la sangre arterial, rica en oxígeno  y el lado derecho la sangre venosa pobre en oxígeno. Su función principal es bombear  sangre y llevarla hacia todos los órganos del cuerpo. Al pasar por los pulmones la sangre se oxigena y circula hasta el corazón para luego ser impulsada hacia el  resto del organismo; después de recorrer, la sangre vuelve al corazón para ser nuevamente impulsada hacia los pulmones  y ser recargada de oxígeno. Sístole se le llama a la  fase de contracción del corazón donde se produce el empuje de la sangre hacia fuera del músculo y en la diástole el corazón se relaja.

La adaptación cardiovascular  consiste en conseguir mantener un aporte de oxígeno a las células de nuestro organismo. Al realizar ejercicio, se activan las células musculares y respiratorias, aumentando su metabolismo y función, lo que demanda oxígeno y otros nutrientes.

Las modificaciones que sufra el organismo van a depender  de la intensidad, la cantidad de masa aplicada en el ejercicio y el volumen  de consumo de oxígeno, o si se efectúa de forma ergonómica; además dependerá del nivel de entrenamiento , factores climáticos y/o ambientales.

Si se realiza ejercicios de manera habitual y continua en el músculo cardíaco también puede  producir adaptaciones; una de estas, dentro de más importantes es el descenso de la frecuencia cardíaca (pulsaciones por minuto) cuando se está en reposo y  al realizar ejercicio físico. El corazón con normalidad tiene una frecuencia de  setenta latidos por minuto aproximadamente, y la cantidad de sangre que bombea es de 70 cm3 por cada latido, al multiplicarse estas dos cifras se le conoce como gasto cardíaco.

Otra adaptación importante en el ejercicio es el alargamiento de la fibra muscular cardíaca, durante un entrenamiento aeróbico realizado de forma regular, lo cual genera el aumento de las cavidades cardíacas denominado cardiomegalia y como  consecuencia el crecimiento del tamaño de las cavidades en donde el bombeo de sangre es mayor, así mismo, la cantidad de oxígeno que transporta la sangre lo que puede ocasionar un estilo de vida sedentario.

Conclusión.  

Es importante saber a nivel fisiológico lo que sucede con nuestro cuerpo y nuestros órganos al realizar ejercicio. Al conocer esto, ayuda en gran parte a mejorar la resistencia que cada uno tiene y para tener una buena condición física, conservando nuestra salud y bienestar evitando producir daños que nos lleve por ejemplo a sufrir algún problema cardíaco debido al sedentarismo.

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