Lógica y Filosofía de las Ciencias Los Hábitos Del Pensamiento Riguroso

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Los Hábitos Del Pensamiento Riguroso

Introducción:

El propósito de este ensayo es plantear un problema específico del quehacer intelectual y científico cual es el referido a los hábitos del pensar riguroso. Este tipo de actividad es el oficio cotidiano de un hombre y adquiere todas las características de un trabajo profesional. Es competencia principal de la filosofía y la psicología, cuando se trata de conocerlos y precisar su naturaleza. Gira alrededor del simple pero a la vez complejo problema de la actitud del hombre de ciencia, no solo al investigador científico por vocación sino también a quien se vincula en forma estable con la vida universitaria y académica, a la cual esta a su vez ligada la vida de aquellos profesionales que se vinculan con los “saberes liberales”.

Actualmente, se está perdiendo a capacidad de juicio propia. Por esto, le atribuimos importancia a la creación de hábitos de pensamiento riguroso en especial en el ámbito de la educación. La organización de las conductas de los miembros de una sociedad se favorece solo en ciertos terrenos y uno exige en igual medida la racionalidad substancial, que es la facultad de actuar en situaciones dadas con capacidad de juicio en base a una inteligencia propia de las conexiones.

Durante las últimas décadas ha avanzado el desarrollo físico y mental de las personas, sin embargo, el desarrollo social ha disminuido. Esto se debe a los efectos sociales de la educación sobre el hombre medio de la sociedad de masas. Se considera que las escuelas son fundamentales en la configuración de la vida de convivencia. Dentro del ámbito de la educación universitaria se dan diferentes tendencias: primero, la pérdida creciente del sentido de los saberes estrictos; segundo, la pérdida de la necesaria subalternación de las ciencias. Lo que es precisamente donde se encuentra la relevancia de los problemas que plantean los hábitos del pensamiento riguroso.

Desarrollo:

Aristóteles nos señala que la mente humana puede perfeccionarse de dos maneras: primero, por el conocimiento del objeto; segundo, por el conocimiento del método adecuado al estudio del objeto, en el primero se llega a poseer una cantidad determinada de conocimientos, mientras que en el segundo se tiene la posibilidad de ampliar indefinidamente los conocimientos. Es a este segundo tipo de conocimiento cuando hablamos de hábitos del pensamiento riguroso.

El hábito es propiamente una forma permanente o cualidad de una potencia, como principio productor de actos, caracterizados precisamente por su permanencia. Se logra por la repetición de los actos o por el ejercicio. Señala Tomas de Aquino, los hábitos son necesarios para lograr tres características en el obrar: la firmeza, la prontitud y la deleitación. Sim embargo, la posesión de los hábitos intelectuales no implica necesaria o mecánicamente la generación de nuevos conocimientos o el buen uso del conocimiento.

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