Sobre la utilidad y el perjuicio de la historia para la vida

En este trabajo voy a discutir los diferentes puntos de vista que propone Friedrich Nietzsche respecto a la Historia. ¿En verdad es el estudio de la historia una pérdida de tiempo? ¿O es un grillete que nos priva del presente tal vez? ¿Podría ser incluso causa de la tristeza humana? Nuestra historia personal son nuestros recuerdos, ¿es acaso esta nuestra identidad también? ¿Es malo recordar, o debemos vivir en el presente? Con estas y algunas preguntas más puedo comenzar mi discusión sobre la utilidad de la historia.

Hay una diferencia esencial entre un hombre y un animal dice Nietzsche.[1] Esta es la habilidad de olvidar, o bien, de retener o no retener memorias. Lo que el autor llama un ser histórico y un ser no histórico. Esto significa que hay un tipo de historia personal e íntima a la cual llamamos recuerdos. Estos nos definen y nos dan una identidad, en esencia son lo que nos vuelve una persona. Sin embargo Nietzsche también plantea que los seres no históricos (animales) viven felizmente y libres de preocupaciones ya que no piensan constantemente en el pasado, es decir, que lo olvidan todo. Es por esto mismo que el hombre envidia al animal y de alguna manera quiere abandonar su memoria para vivir sin contratiempos. El hombre quiere vivir como un animal y ser feliz como uno, pero sin abandonar su identidad o sus recuerdos.

De cualquier manera el hombre no puede ser completamente Histórico o no Histórico, como lo plantea Nietzsche, es necesario tener un balance. Un control sobre que olvida el ser humano y que recuerda. A este poder de nivelar y de sanar las heridas le llama “fuerza plástica” [2] que es una cualidad del ser humano. Si esta cualidad falta, el individuo se vuelve frágil y puede ser afligido por cualquier evento. De otra manera si se tiene un exceso de la misma, el individuo es demasiado fuerte y carece de conciencia, por ende hace caso omiso de cualquier problema. Pero, ¿es acaso alguno de los dos extremos lo que recomienda el autor? Más bien, el filósofo toma una postura a la mitad del argumento. Él propone que se retengan las experiencias que enriquecen y empoderan nuestra vida y se olviden las que no. Es decir, mantener toda experiencia que nos permita sentir históricamente.

Por otro lado Nietzsche Habla de lo Überhistorich[3] o lo suprahistórico, que es por ponerlo de una manera simple un sobreanálisis de nuestro pasado. Si entramos a su espacio, se pueden concluir dos polos respecto a la historia. El primero del ciclo interminable, es decir que la persona se de cuenta de que la historia está condenada a repetirse indefinidamente, convirtiéndose en un cínico. Y el segundo de la casualidad de las acciones, el cual se refiere a que los grandes acontecimientos históricos se dieron por mera coincidencia. Causando que la persona no quiera contribuir a un legado fundado sobre el azar. En general, lo suprahistórico genera mas información, mas conocimiento. Sin embargo contribuye a la antes mencionada tristeza del ser humano ya que no puede olvidar.

“Un exceso de historia daña lo viviente”. [4] Frase que complementa el punto anterior, pero si la vida aún depende de la historia. ¿Cómo es posible?

Nietzsche ilustra tres fuertes puntos que exponen cómo es que los humanos dependen de ella para continuar su vida.

1.- La necesita para generar recuerdos, para buscar en otras personas aquello que anhela. Es decir, comparar las pasadas experiencias de ambos para encontrar puntos comunes o información valiosa.

2.- La requiere para retener y venerar, todo ser humano pretende resguardar aquello que en el pasado le ha permitido entender algo. De esta manera el individuo mantiene una idea del presente propio.

3.- La utiliza como modo de liberación, un individuo afligido por un mal pasado reune coraje para destruirlo. Aunque, gracias a aquellos momentos la persona ha devenido en su presente. [5]

Es necesario según Nietzsche, cortar nuestro lazo con las tradiciones y nuestro linaje de vez en cuando. Porque la saturación de conocimiento de nuestra propia historia puede resultar contraproducente. Si yo no hago más que analizar mi propio

...