La Travesía de Pedro de Valdivia: un viaje a un territorio poco deseado

Inicios de la Conquista

La Travesía de Pedro de Valdivia: un viaje a un territorio poco deseado

• A pesar de grandes inconvenientes y muchas críticas, el español llegó a Chile en diciembre de 1540 obsesionado con obtener reconocimiento. Su orgullo lo llevó a fundar Santiago un año después de su partida.

Fama, honor y conquista. Esos eran los grandes sueños que llevaron a Pedro de Valdivia a emprender en 1540 un viaje a un territorio con tan mala fama como la que tenía Chile.

Su persistencia pudo más que las historias sobre las pocas riquezas y la peligrosidad de los indígenas que se habían esparcido por todo Lima y España sobre la localidad más al sur del Imperio Inca.

Con apenas 11 soldados españoles y unas decenas de indígenas que cargaban la comida, el agua y un par de cosas esenciales, Pedro de Valdivia salió del Cusco hacia las tierras de Chile en enero de 1540.

Durante el trayecto, se fueron sumando grupos de conquistadores, que habían fracasado en Bolivia, hasta alcanzar la suma de 150 soldados cuando llegaron al desierto de Atacama.  Cansancio y temperaturas extremas debieron ser soportadas a duras penas por el grupo.

A pesar de todos los inconvenientes, lograron avanzar hacía el sur hasta llegar a un cerro al que llamaron Santa Lucía en diciembre de 1540.

Casi un año después de la partida, Pedro de Valdivia y sus soldados llegaron al valle del río Mapocho, donde quedaron impresionados por la belleza del paisaje: un valle muy hermoso, rodeado de cerros, muy verde y con un río de aguas limpias.

 Ese fue precisamente el lugar elegido por Pedro de Valdivia para fundar la ciudad de Santiago. Las condiciones del terreno, el clima y la abundante vegetación se prestaban para establecer en este lugar una ciudad, según dijo el conquistador.

Así, un año después, el español fundó Santiago del Nuevo Extremo el 12 de febrero de 1541, en homenaje al Apóstol Santiago y a su tierra natal, Nueva Extremadura.

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