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1 Los Barcos Británicos De Guerra Saludaban La Independencia Desde El río .


Enviado por   •  15 de Julio de 2014  •  4.094 Palabras (17 Páginas)  •  1.901 Visitas

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CAPITULO II

1 Los barcos británicos de guerra saludaban la independencia desde el río .

El cerebro del imperio británico George Canning, estaba celebrando diciendo en 1823 vuestra gloria del triunfo, seguida por el desastre y la ruina; nuestro sea el trafico sin gloria de la industria y la prosperidad siempre creciente… la edad de la caballería ya ha pasado; y la ha sucedido una edad de economistas y de calculadores en estas palabras Francia tuvo que soportar gran humillación, Napoleón fue derrotado y los británicos se abría sobre el mundo.

Inglaterra hiso un buen provecho de las innovaciones de la época; la máquina de vapor, el telar mecánico y el perfeccionamiento de la máquina de tejer la habían hecho madurar vertiginosamente. Cuba, Brasil, Rio de la Plata, Chile, Perú, se centraron en la economía muy fuertemente avanzada de los ingleses, los fletes se destacaban y américa latina registraba una abrumadora mayoría de productos que no provenían de España.

Cuando se construyó la junta revolucionaria de buenos aires; el 25 de mayo de 1810, una ráfaga de cañonazos de los buques británicos de guerra le saludo desde el rio. El capitán del barco Mutine pronuncio en nombre de su majestad, un inflamado discurso: el júbilo invadía los corazones británicos. Buenos aires demoro apenas tres días en eliminar prohibiciones que dificultaban el comercio con extranjeros, doce días después, redujo del 50 por ciento al 7,5 por ciento los impuestos que grababan las ventas al exterior de los cueros y el cebo.

La independencia de los países de América Latina acabó con el poco desarrollo industrial que existía. Todas estas industrias desaparecieron ante la competencia de artículos extranjeros. En el siglo XIX existían obrajes textiles en América Latina; en Querétaro había mil quinientos obreros, y en Puebla trabajaban mil doscientos tejedores de algodón. En Brasil los obrajes textiles y metalúrgicos que existían desde el siglo XVIII no pudieron competir con las importaciones extranjeras• Bolivia era el centro textil más importante del virreinato; en Cochabamba se fabricaban lienzos de algodón. En Oruro y la Paz se fabricaban mantas, ponchos y bayetas. En Argentina se producían: en Santiago del Estero ponchos de tres clases distintas, carretas, cigarros y cigarrillos, cueros y suelas; en Catamarca, lienzos, paños finos, bayetillas de algodón negro; en Córdoba se fabricaban más de setenta mil ponchos y en Mendoza se producían entre dos y tres millones de litros de vino por año.

Inglaterra copiaba los modelos de artículos de América Latina como por ejemplo: los ponchos santiagueños y cordobeses que al final Inglaterra vendía a 3 pesos mientras que los ponchos argentinos valían 7 pesos. “La industria textil más desarrollada del mundo triunfaba al galope sobre las tejedurías nativas”. En Brasil los amos y sus esclavos se vestían con manufacturas inglesas y que los utensilios comúnmente utilizados son de origen inglés. Gran Bretaña le suministraba a Brasil de barcos de vapor, le arreglaba las calles, le construía vías férreas, etc. En 1810 fue firmado el Tratado de Comercio y Navegación en el cual se gravaba la importación de los productos ingleses con una tarifa menor que a los productos portugueses. En Chile unas pocas casas inglesas se habían apoderado del cobre chileno; los comerciantes ingleses monopolizaban el comercio en Santiago y Valparaíso. Chile era el segundo mercado en importancia para Inglaterra.

Inglaterra había aprovechado la ubicación de su isla y se había convertido en la fábrica abastecedora del planeta dado a que transformaba todas las materias primas que provenían del resto del mundo; lo que más molestaba a los ingleses era el proteccionismo aduanero. Para 1829 Vicente Guerrero había llegado a la presidencia de México mas no gozó del respeto de los trabajadores ya que no pudo poner fin al monopolio inglés. El liberalismo que la independencia trajo consigo agregaba perlas a la corona británica y paralizaba los obrajes textiles y metalúrgicos de México, Puebla y Guadalajara. Lucas Alamán, político conservador, advertía de los peligros de las ideas de Adam Smith y propició la creación de un Banco de Avío, con el fin de impulsar la industrialización. Creó un impuesto a los tejidos extranjeros de algodón con la esperanza de que estos proporcionaran al país los recursos para comprar en el exterior las maquinarias y los medios técnicos que México necesitaba para abastecerse con tejidos de algodón de fabricación propia.

El Banco nació en 1830 y llegaron las máquinas más modernas para hilar y tejer algodón; el Estado contrató expertos extranjeros en la técnica textil. A pesar de los esfuerzos realizados, la nueva capacidad industrial del país desbordaba la demanda interna; el mercado de consumo del reino de la desigualdad, no podía sostener la continuidad de ese proyecto; es así como la inestabilidad política, las presiones de los comerciantes ingleses y franceses y sus poderosos socios internos acabaron con el proyecto. Al final Alamán se hizo industrial y creó la mayor fábrica textil mexicana de aquel tiempo que sigue aún vigente; algunos beneficios de la campaña de Alamán y Antuñano fueron que restablecieron la identidad entre la independencia política y la independencia económica además de que sirvió como ejemplo para llamar a un movimiento en contra de los pueblos poderosos y agresivos

El siglo pasado, Argentina se vio envuelta en guerras civiles relacionadas con las ideas de proteccionismo en contra del libre cambio. Buenos Aires se apoderó de la nación entera desde la Revolución de Mayo y la independencia ya que era el único puerto del país y la mayoría de sus ingresos provenía de la aduana nacional. La conservación de los cueros prosperaba al igual que los saladeros de carne, y cuando estos últimos atrajeron a consumidores extranjeros, se crearon impuestos al consumo interno de la carne. Los gauchos acostumbraban cazar y entregar el cuero al dueño del campo pero conforme fueron cambiando los sistemas de producción, se vieron sometidos a la servidumbre y si decidían no convertirse en sirvientes sólo podrían aspirar a ser vagos. Una de las figuras que sobresalió en contra de esto fue Felipe Valera; nacido en un pueblito entre las sierras de Catamarca, había sido testigo de la pobreza de su provincia arruinada por el puerto de Buenos Aires, y logró desatar una gran rebelión en el norte argentino.

El gobierno de Juan Manuel de Rosas intentó reconstruir la unidad nacional por lo que en 1835 dictó una ley de aduanas de carácter proteccionista. Se prohibían la importación de manufacturas de hierro y hojalata, aperos de caballo, ponchos, ceñidores, fajas de lana o algodón, jergones, productos de granja,

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