El beso de Judas, Fotografía y Verdad

El beso de Judas. Fotografía y verdad

Liliana Chavarin Aguilar

Texto primario

Taller de Orientación al Área de Énfasis

Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

Instituto de Artes

Real del Monte, Hidalgo a 24 de marzo del 2015

La representación de la realidad ha sido un desafío permanentemente para la humanidad. Hablando de la fotografía como una de las representaciones de esta, se refiere a lo que sucedió, y a su vez como se utiliza para la representación de ciertas invenciones de la realidad, como antecedente se expone que estas técnicas las utilizan a menudo los fotógrafos, medios de comunicación, publicitarios, etc…

Esto nos llega a crear verdades no reales, que como consecuencia nos hacen tener necesidades sin un fin alguno, que lleguemos a consumir más, recibir noticias con fines de ideología política, y tener memoria gracias a las imágenes de objetos y situaciones de acontecimientos de ya hace años. Y a su vez nos muestra ficción, invenciones, seres, etc... Cosas que ni siquiera hemos visto físicamente.

Entonces… ¿La fotografía es realidad o ficción?

Pecados Originales

“Hay religiones en las que la representación del mundo está prohibida (‘usurpación del poder de un Dios creados de todas las cosas’). Pensándolo bien, es muy posible que fotografías sea artimaña del diablo y cada disparo, un pecado.”

(Gerard Castello Lopes, Perto de Vista, 1984)

Existen tres facetas en la fotografía que son denominadas como ojo, objeto y objetivo, las cuales determinan al sujeto (el fotógrafo), objeto (el medio, la cámara), y la situación, motivo (la fotografía).

La fotografía siempre ha vivido bajo el tema de la tiranía de que el objeto llega a ser o no cierto, ya que por diversos motivos llega a mostrar situaciones creadas por el mismo fotógrafo, como por ejemplo en un álbum familiar, en él siempre se visualizaran acontecimientos felices, momentos de armonía y diversión, situaciones cotidianas.

“La historia de la fotografía es la historia de lo fotografiable”

(John Szarkowski)

Por otra parte también es cierto que otros fotógrafos llevan hacia una dirección más poética y metalingüística^[1], algo a su vez más artístico. Poniendo en su máximo esplendor la belleza estética de nuestro entorno.

Pero, ¿Por qué considerar a la fotografía como un pecado?, la respuesta es simple.

Fontcuberta se encontraba como turista ante el muro de los Lamentos durante la celebración judía del Sukkot. Un guardia al observar su cámara colgada en su cuello, no tardo en advertirle que no estaba permitido tomar fotografía. Por tal situación se sintió intrigado, ya que a el le gusta coleccionar motivos que están prohibidos de fotografiar.

A su vez, el entablo una conversación con este mismo guardia de seguridad y este le aclaro que, no estaba permitido realizar cualquier acción que fuese tomada como trabajo, por dicha celebración.

 “La fotografía como trabajo y la fotografía como pecado.”

(Joan Fontcuberta)

La fotografía ha sido entendida durante mucho tiempo como la manera en que la naturaleza se representaba a sí misma.

“Una de las principales ventajas del daguerrotipo^[2] es que actúa con tal capacidad de certeza y magnitud que las facultades humanas resultan a su lado absolutamente incompetentes… De ahí que escenas del mayor interés puedan ser transcritas y legadas a la posteridad, exactamente tal como son y no como podrían aparecer según la imaginación del poeta o del pintor… Los objetos se delinean ellos mismos, y el resultado es verdad y exactitud.”

(Albert Bisbee, 1853)

“Los objetos de delinean ellos mismos”.

Elogio del Vampiro

¿Se han detenido a pensar rebuscadamente la explicación más lógica y que pueda considerarse como verdadera a algo que podría ser solamente un invento, fantasía, mito, leyenda, etc…?

Refiriéndose Fontcuberta al comportamiento escéptico de algunas personas que por fuerza necesaria deben comprobar cualquier situación, objeto, con fundamentos que tengan raíces creíbles.

Eh ahí la metáfora que surge en relación al espejo y la cámara fotográfica.

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