LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, UN FENÓMENO SOCIAL
Enviado por Edna Garcia • 6 de Marzo de 2018 • Ensayos • 1.932 Palabras (8 Páginas) • 1.335 Visitas
LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, UN FENÓMENO SOCIAL
RESUMEN
El presente documento aborda el tema de la violencia contra la mujer, como un problema social y de género, en el cual se exponen conceptos, tipos de violencia, conductas sobre el rol de la mujer y del hombre en el sistema social y datos estadísticos productos de investigaciones realizadas en materia de violencia contra la mujer.
Palabras clave: violencia, estereotipos, roles sociales, mujeres, hombres.
SUMMARY
This document addresses the issue of violence against women, as a social and gender problem, in which concepts, types of violence, behaviors about the role of women and men in the social system and statistical data products are exposed. of investigations carried out on violence against women.
Keywords: violence, stereotypes, social roles, women, men.
INTRODUCCIÓN
Durante años, diferentes organismos gubernamentales han establecido programas y estrategias encaminadas a la promoción de la No Violencia Contra la Mujer; sin embargo, son pocos los resultados favorecedores en materia de violencia doméstica o intrafamiliar, violaciones y asesinatos hacia las mujeres.
En Sinaloa, es común escuchar en la radio o leer en la prensa, noticias sobre ciudadanos que incurren en conductas violentas de todo tipo y por distintas causas. Pero también, es común que muchas de esas noticias están relacionadas y/o caracterizadas de cierta manera con violencia hacia la mujer.
Por lo anterior, este trabajo pretende realizar un análisis sobre la problemática de la violencia contra las mujeres y los diversos factores que influyen para que este fenómeno continúe presentándose en la sociedad, a partir de la revisión bibliografía existente sobre la temática.
DESARROLLO
La Organización de las Naciones Unidas, ha definido la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia basado en basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada” (Resolución de la Asamblea General Resolución 48/104 Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, 1993).
La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (DOF 2007), distingue los siguientes tipos de violencia contra las mujeres:
a) Violencia psicológica. Se le considera así a aquellas acciones que atenten contra la estabilidad psicológica de la mujer, pudiendo ser insultos, humillaciones, amenazas verbales, discriminaciones, abandono, entre otras, las cuales pueden encaminar a la víctima a una baja autoestima y a la depresión.
b) Violencia física. Este tipo de violencia, hace referencia a los daños intencionales haciendo uso de la fuerza física u objetos materiales para provocar lesiones en la víctima.
c) Violencia patrimonial, es cualquier acción que atente contra la supervivencia de la víctima, pudiendo ser la privación de recursos económicos destinados a la satisfacción de las necesidades básicas y/o destrucción de bienes y valores de la víctima.
d) Violencia económica, es aquel acto del agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima y se manifiesta principalmente, por tomar el control de sus percepciones económicas.
e) Violencia sexual, se le llama así a cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y/o la sexualidad de la mujer; es decir aquellas acciones que atenten contra su libertad, dignidad e integridad física.
Así pues, la violencia hacia las mujeres se refiere a todas aquellas acciones por parte del agresor que puedan dañar la integridad física, moral y emocional de la mujer por el simple hecho de ser mujer.
Lo anterior, se hace evidente por las diversas conductas, manifestaciones, expresiones y estereotipos del sistema social en el que aún predominan los modelos masculinos y femeninos. En otras palabras, las concepciones de antaño sobre el rol de la mujer y del hombre siguen prevaleciendo y reproduciéndose en nuestra sociedad. El problema de esto, es que aún hay personas (hombres y mujeres) que consideran válidos dichos roles; por lo que, las ideologías tradicionales prevalecen y se transmiten por generaciones.
Lamas (2002) señala que el rol de género se conforma con el conjunto de normas que determina la sociedad y la cultura sobre el comportamiento femenino o masculino. Además, comenta que estas normas pueden tener variantes dependiendo de la cultura, grupo y/o estrato generacional al que pertenecen los individuos y en ese sentido, se determinan los papeles y se limitan las potencialidades de las personas al reprimir conductas o comportamientos en función de su género.
La sociedad determina las actividades a realizar tanto por hombres como por mujeres y lo hace con base en estereotipos preestablecidos generando así una división sexual del trabajo. Desde la infancia las niñas aprenden a jugar a las comiditas, a la casita, con muñecas, identificándolas con el rol de ama de casa y con aquellas actividades que deberán realizar en su adultez. Los niños por su parte, son educados para ser fuertes, valientes y seductores.
En ese sentido, los estereotipos son concepciones preconcebidas acerca de cómo son y cómo deben comportarse las mujeres y los hombres (Delgado, 1998). Dichos estereotipos no se crean ni se generan en la individualidad de la persona, sino surgen en los diferentes espacios o contextos en los que las personas se desenvuelven desde su nacimiento y durante todas las etapas de formación del individuo; y es, precisamente, en su desarrollo, en donde se adquiere conocimiento y se toma consciencia, de tal manera, que el individuo puede tomar o rechazar las ideas tradicionalistas sobre los roles masculino y femenino.
Por lo anterior y dadas las diferencias de género que marca la historia en cuanto a los roles sociales de hombres y mujeres se han realizado diversas investigaciones sobre los factores que influyen en la violencia hacia las mujeres, en los que se estudian diferentes variables, como el contexto, la edad, condiciones socioeconómicas, nivel de estudios de la víctima, tipo de violencia, entre otros.
Datos estadísticos señalan que al menos dos millones de mujeres y niñas son traficadas cada año para someterlas a la prostitución y esclavitud. El último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, señala que la mayoría de los países en América Latina han reportado incrementos en la violencia doméstica, las violaciones y los asesinatos de mujeres.
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