Códigos de ética

La ética de los profesionistas la mayoría de las veces, suele verse reflejada en ciertos criterios denominados “códigos de ética”, que son entre mucho un conjunto de organizaciones sistemáticas encargadas de vincular los valores profesionales relacionados con el medio social; en otras palabras, relación profesionista – cliente. (Prado, 2002)

Podemos catalogar a los códigos de ética como una de las herramientas clave para el enriquecimiento vocacional, mediante fundamentos veraces con una ética aplicada al orden donde la importancia de los principios morales que se ajustan a toda profesión, son: beneficencia, veracidad y fidelidad; que son la triada esencial para lograr el éxito en este ámbito. Los acuerdos con los sujetos a quienes se les prestan los servicios, dan como resultado una estrecha relación entre dos sujetos que se denominan libres, autónomos y éticamente rectos. Pero he aquí la pregunta: ¿Si el cliente del abogado es el acusado, que hace del Biólogo su “código de ética” cuando su cliente más importante es la biota en general? Antes que nada deducimos en primer orden que el cliente es el sujeto que contrata al profesional y quien decide de acuerdo a la cantidad mensurable que paga, pero recordemos la inmensidad de servicios ecosistémicos que en valores monetarios podría tener un valor mucho más grade que otros trabajos por mencionar, y que es ahí donde el biólogo o carreras afines son los encargados para la asequibilidad y viabilidad de dichos productos. Desde nuestro punto de vista, el medio ambiente es nuestro cliente más rico en todos los sentidos.

Debido a la gran paleta de matices en las que el biólogo puede ejercer, la responsabilidad se transforma y aumenta porque no solo debe generar conocimiento que a través del empirismo sea transmisible, sino que además genere un bien social siempre ahondado a sus valores individuales, un ejemplo más claro es el quehacer de un biólogo inmerso en la enseñanza, pedagogía, sensibilización y divulgación que le corresponde establecerse un código ético fundamentado que le permita regular decisiones y conductas, que en muchas ocasiones se aprenden por modelaje. (Alcántara, 2012)

A la ética profesional no le incumbe propiamente solucionar los casos concretos del cliente o afectado, sino que el objetivo está en diseñar los valores, principios y procedimientos que se podrán tener en cuenta en los diversos casos. En otras palabras se trata de un marco reflexivo para la toma de decisiones muchas veces sociales y en este caso ambientales, donde se toma en cuenta la actividad de la que nos ocupamos, la meta por la que el objetivo cobra sentido, los valores, principios y actitudes que deben desarrollarse para alcanzar la meta, los datos de la situación que deben ser descritos y comprendidos lo mejor posible; y finalmente las consecuencias de las distintas soluciones alternativas. (Prado, 2002; Hirsch, 2003)

¿Ante quien somos responsables? La misma valoración

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