Psicopatia y criminalidad

Cuando hablamos de psicopatía y criminalidad debemos tener claro que una no conlleva la otra obligatoriamente, es decir, auque si es cierto que el individuo psicópata tiene más posibilidades de delinquir no es cierto que todos los individuos psicópatas delincan. Otra cosa es que atendamos al comportamiento ético aclarando que no todos los comportamientos carentes de ética son delitos. Los comportamientos no éticos si son una constante del comportamiento psicopático, no viendo grandes diferencias al respecto entre los psicópatas delincuentes y los no delincuentes a la hora de su actuar contrario a la ética. Hay que diferenciar entre trastorno social de la personalidad y psicopatía, el primero es más común en la población reclusa que el segundo, y pueden presentar o no desajustes psicopáticos, del mismo modo que los psicópatas no tienen porque mostrar conductas antisociales propias del TAP, pero cuando se dan los dos en el mismo individuo se produce un alto riesgo de que este delinca. La psicopatía es un trastorno de la estructura de la personalidad que surge de una configuración anormal de rasgos del temperamento y el carácter que puede expresarse en desajustes del comportamiento. Esa parte visible del comportamiento psicopático estará influenciada por la socialización, con lo cual, lo realmente importante, la base, es la estructura alterada de su personalidad más que el comportamiento.

En ese punto la lectura aborda la psicopatía desde la agrupación de los desajustes de la personalidad según el área de la misma afectada, dividiéndolo en cuatro enfoques: el cognitivo, el afectivo, la actividad interpersonal y el estilo de vida.

El enfoque cognitivo hace referencia a los esquemas con los que el individuo percibe e interpreta a los demás, así mismo y a lo que le ocurre. Sería su carácter y se formaría a lo largo del proceso de socialización. Respecto a este enfoque nos encontraríamos ante individuos que están convencidos de que el mundo está a su servicio, para su satisfacción, sienten que son especiales, que tienen un gran valor y realizan interpretaciones maliciosas de las actitudes y conductas de otros. Todo esto les lleva a la búsqueda de su propio placer y beneficio sin tener en consideración a los demás, a fijarse metas irrealmente fuera de su alcance y a mostrar una actitud hostil hacia los demás. Todo esto por los desajustes en la percepción e interpretación de si mismo, de los demás y de los acontecimientos de su vida.

El enfoque afectivo alude a la parte heredo-biológica de la personalidad, el temperamento, la respuesta emocional ante los estímulos del medio. Según los datos empíricos se divide en dos grandes áreas de desajuste: disfunciones en el procesamiento de la información emocional y limitaciones severas para ser condicionados por el castigo. Esa herencia biológica puede apreciarse en disfunciones y alteraciones cerebrales, de ahí que se le de más importancia a esa herencia que a factores de socialización en el comportamiento psicopático. Así, en lo tocante a este enfoque, nos encontraremos ante individuos con una ira sincera y explosiva cuando perciben ataques contra su persona o autoridad y con una ira fingida en otras ocasiones con el objetivo de manipular a otros. Están carentes de empatía, tienen exacerbada la capacidad de percibir los estados emocionales de otros y su perspectiva, de ahí que puedan representar emociones aunque no puedan experimentar lo que el otro siente con ellas, ello le conlleva la capacidad de entender las consecuencias de sus actos pero es incapaz de sentir esas consecuencias. Por último nos encontramos con la ausencia de remordimientos por su conducta, aunque verbalmente refieran arrepentimiento la nacionalización de hechos dañinos que causan a los demás y su reincidencia

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