“Tratado de los delitos y las penas”

INTRODUCCIÓN

Cesare Beccaria, filosofo, economista, jurista y literario en su libro “Tratado de los delitos y las penas” escrito con sentido de justicia por todo lo que implica la injusticia que se toman en ocasiones contra unos seres humanos o poblaciones que son vulnerables o inocentes de lo que determinan las leyes. Es por esto, que trata de ejemplificar como deben ser las leyes, los castigos, la justicia para que los ciudadanos tengan pleno conocimiento y así evitar que se cometan injusticias puesto que las leyes deben ser claras, entendibles y sencillas para todos.

     Las leyes en todo su contexto deben ser aplicadas sin ninguna distinción de raza, sexo, estrato, nivel educativo o social, por tanto, en el código penal art.1 dice “el derecho penal tendrá como fundamento el respeto a la dignidad humana” es decir, que al imponer una pena se tendrá como fundamento principal el respeto a los derechos del ciudadano

La guerra es un tema de trascendencia primitiva, generada principalmente por el desacuerdo entre pares que recurren a esta en la exhaustiva búsqueda de suplir las necesidades propias dejando de lado el bienestar del otro, reflejándose esta situación a causa de la instintiva supervivencia del ser humano, lo que conlleva a convivir de manera conflictiva dentro de una sociedad, de esta manera surge la gran importancia de establecer leyes y derechos que cobijen a todas las personas pertenecientes a un determinado contexto social de manera equitativa y otorgándoles a aquellos que quebranten las leyes la pena de justicia estipulada en los códigos penales creados específicamente por los grupos legislativos y no por otra categoría autoritaria  no capacitada para realizar esta labor, teniendo en cuenta que si sucede lo contrario se estaría cometiendo una infracción en contra de la voluntad de una sociedad.

Fue, pues, la necesidad quien obligó a los hombres para ceder parte de su libertad propia: y es cierto que cada uno no quiere poner en el depósito público sino la porción más pequeña que sea posible, aquélla solo que baste a mover los hombres para que le defiendan. (Cesare Beccaria,,p.20)

     Si bien es cierto, al ser decretadas las leyes empieza consigo un proceso de negociación en la que los habitantes contribuyen con una reducida parte de la libertad propia con el fin de generar justicia y ser pertenecientes a un mismo régimen de derechos protectores de las situaciones desiguales que padecen por parte de aquellas personas que usurpan los bienes ajenos o cometen infracciones inaceptables legalmente, lo que generalmente podría denotarse como un acto contradictorio, puesto que entregar parte de la libertad a cambio de un proceso que estrictamente no cumplido podría llevar a perder la libertad absoluta, más sin embargo las leyes oportunamente deben ser descritas de manera clara y concisa haciendo uso de un lenguaje culturalmente entendido por los habitantes, de esta manera entre más personas comprendan las leyes menor será el número de infracciones o delitos cometidos, teniendo claro de que existe una línea remotamente delgada entre hacer justicia y cometer un abuso en contra de las personas teniendo como  principal objetivo la evitación de los delitos, además de que nadie puede ser penado sin haber infringido la ley, evidenciándose  la prevalencia de destrucción personal que ejercen en contra de los carcelarios como lo es el maltrato físico y psicológico, violentando muchos de los derechos del ser humano queriendo imponer justicia a través de injusticias que afectan directamente  la calidad de vida del sujeto, por otra parte se hace énfasis en la ley de pena de muerte que muchos países la tienen dentro de su constitución política como ley vigente y rigurosamente dictada a quienes sea necesario según la ordenanza, es decir, aquellas personas que se les ha sentenciado a pena de muerte, debido al delito cometido y castigado bajo cierto régimen pero que aún después de esto sigan actuando en contra de lo establecido siendo una amenaza constante para la sociedad y la nación podrán ser castigados bajo este parámetro de pena conforme lo ordene la ley.

     A pesar de que el libro de Cesare Becaria es un apartado escrito muchos años atrás desde un punto de vista criminológico, basándose en el derecho y las situaciones actuales de esa época en un estado Europeo, las condiciones actuales no son muy diferentes a estas, pues se hace necesario mencionar que aún se cometen graves infracciones por parte del estado encargado de la postura y ejecución de leyes debido a que en ocasiones el personal que crea estas no cuenta con la capacidad y habilidad legal para la obtención del cargo laboral, poniendo así en riesgo la integridad personal de sus habitantes, dándole lugar a la inclusión total de la religiosidad, un tema de total controversia cultural en el que se destaca la contradicción de leyes postuladas por el hombre y las realmente aceptadas por la ley divina, ya que la existencia de la pena de muerte no es permitida por Dios determinándose esto como un pecado de magnitud religiosa en la que se promueve la guerra y la facilidad de quitar la vida a un ser sin tener posibilidad de ser regresada.

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