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Hago las cosas como mejor me parezca y no hago daño a nadie


Enviado por   •  20 de Enero de 2018  •  Ensayos  •  1.126 Palabras (5 Páginas)  •  249 Visitas

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Deje que Jehová moldee sus pensamientos y su conducta” (10 mins.)

Expresiones como:

“Nadie tiene que decirme lo que tengo que hacer”        “Nadie tiene el derecho de decirme que pensar”

“Yo hago las cosas como mejor me parezca y no hago daño a nadie”

Expresiones como las mencionadas las escuchamos a diario. Muchas personas consideran bajo la excusa del libre albedrio hacer lo que mejor parezca a sus ojos y actúan de manera conveniente a los deseos de su corazón.

Si bien es cierto que nadie debe tomar decisiones por nosotros. Sería prudente rechazar inmediatamente lo que sería un buen consejo?  Que quizás  provenga de nuestros padres, los ancianos de la congregación o un hermano maduro.

La verdad es que desde  nuestros primero padres en la rebelión del Edén, que despreciaron la guía y soberanía de Jehová, Pasando por la nación escogida de Israel que se hacían olvidadizos y de dura cerviz,  hasta nuestros días  la humanidad ha rechazado los consejos y guía de Jehová Y cuál ha sido el resultado? 

El cruel presente sistema de cosas que vivimos. En donde reina la injusticia la maldad y la muerte.

 Pero los aquí presentes debemos  preguntarnos:

Se identifica usted con algunas de las expresiones mencionadas al inicio?

Su comportamiento  o forma  de pensar rechaza los consejos que vengan de Jehová?

Si la respuesta es negativa lo felicitamos porque eso es lo que espera Jehová; Pero sino es así

Veamos una ilustración bíblica del Alfarero y el Barro que nos puede ayudar a entender como dejar que Jehová molde nuestros pensamientos y conducta.

Vayamos al  libro de Jeremías 18: 1-4

18 La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, diciendo: 2 “Levántate, y tienes que bajar a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras”.3 Y procedí a bajar a la casa del alfarero, y allí estaba él haciendo un trabajo sobre las ruedas del alfarero. 4 Y la vasija que él estaba haciendo con el barro la echó a perder la mano del alfarero, y él volvió atrás y se puso a hacer de ella otra vasija, tal como pareció recto a los ojos del alfarero hacerla.

Como se vio en la lectura Jehová mando a Jeremías al taller del Alfarero y lo hizo para ilustrar que así como la arcilla se presta para dejarse moldear: Del mismo modo nosotros cuando mostramos buena disposición y obediencia, es como si nos  estuviéramos dejando moldear por Jehová,  y es como el alfarero que tiene autoridad sobre el barro así mismo Jehová tiene autoridad sobre nosotros.

Como ilustro Jeremías el barro o arcilla era la nación rebelde de Israel que había rechazado el consejo de Jehová. Pensaban que no necesitaban  que alguien les dijera algo; El pensar de esta manera los llevo a sufrir terribles consecuencias. De allí la importancia de aceptar el consejo de Jehová para evitar tristes y dolorosas experiencias.

Pensemos lo siguiente, cuando dejamos que Jehová moldee tanto nuestros pensamientos como nuestra conducta es como dejar que haga de nosotros una verdadera obra de arte, de hecho Jehová se compara a sí mismo a un  Alfarero. Y es que el alfarero como bien lo dice su nombre da forma a la arcilla o barro para hacer de este una hermosa vasija.

Le gustaría a usted ser este barro que luego es convertido  en una obra de arte?

¡Verdad que si! , sería un inmenso privilegio.

Entonces nos seamos como la nación de Israel  que dejo de escuchar al soberano del universo.

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