Los compiladores: El tercer hijo de la familia

Los compiladores: El tercer hijo de la familia

Para empezar a hablar de los compiladores en su esencia, primero debemos devolvernos un poco en el tiempo para conocer su origen. A finales de la década de los 30 y 40 los investigadores matemáticos Godel, Turing, Post, Church, Kleene, plantearon una teoría donde las personas pudieran resolver todos los problemas mediante un procedimiento general, que además al momento de intentar resolver no requiriera mucho esfuerzo, en el proceso de intentar buscar una respuesta a esta fórmula, estos investigadores se dieron cuenta que la solución estaba en la codificación ya que era la única forma de unificar el lenguaje matemático con el lenguaje natural y de cierta forma aplicar algún tipo de automatización para resolverlas, pero no fue hasta que el científico matemático Alan Turing pudo corroborar a las investigaciones previas creando una máquina que podía probar que todo lo propuesto teóricamente era posible.

Fue a partir de este punto en el que podemos decir que la computación nació para dar lugar a como la conocemos hoy en día, debido a que como dice Serafín Moral “El avance de la tecnología y de las matemáticas, y más en concreto de la teoría de conjuntos y de la lógica, permiten plantearse aspectos de la computación en 3 caminos. (2007, p 6)” Pues es en este momento donde surge el primero de esos tres caminos bajo los cuales podemos definir la computación. La computación teórica, que la constituye los autómatas, funciones recursivas, algoritmos complejos, entre otros. Luego encontramos los ordenadores digitales, formados por las nuevas tecnologías como los transistores, los primeros computadores, nuevos lenguajes de programación y por último encontramos la lucha actual que existe en la computación que es la tendencia a modelizar el cerebro biológico, en esta rama podemos ubicamos redes neuronales, lógica computacional, inteligencia artificial, predicciones basadas en aprendizaje de máquina, entre muchas otras.

Este salto de la computación teórica a los ordenadores digitales no se dio tan rápido como parece, para que las máquinas de Turing evolucionaran a los computadores como los conocemos hoy en día se tuvo que dar un proceso muy importante que va a ser explicado en detalle a continuación.

Como bien fue dicho anteriormente, la necesidad de crear un sistema que pudiera resolver tareas matemáticas de manera sencilla y automatizada fue lo que suplió una razón para usar la codificación, este proceso fue la base que dio lugar después a los compiladores los cuales son un programa de computadora que surgió bajo la necesidad de simplificar la comunicación con la máquina, por lo que podemos decir  que sirve como un sistema traductor que toma como entrada un lenguaje de alto nivel (lenguaje cercano al natural) y produce como salida un lenguaje de bajo nivel (lenguaje máquina).

De la mano de los compiladores llegaron los intérpretes, programas que funcionan de manera similar pero que están enfocados a ser mas amigables con los programadores debido a que pueden ir traduciendo las instrucciones de manera modulada, es decir, puede ir haciendo la traducción a medida que es necesario y no traduciendo todo el conjunto de instrucciones cada vez como es el caso de los compiladores, sin embargo, la desventaja que traen los interpretes es que no suelen conservar el resultado de la traducción, por lo que su utilidad reside en llevar un control mas exacto de los errores en la medida que el código va siendo escrito.

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