"La Industria Del Control Del Delito" Nils Christie. Capítulo 6.
Enviado por adrita305 • 19 de Marzo de 2013 • 4.173 Palabras (17 Páginas) • 1.412 Visitas
Capítulo ó
El modelo
6. 1 A quien ames, castigarás
Hay pocos países tan agradables para visitar como los Estados Unidos.
Como noruego, me siento casi en casa, muchas veces mejor que
en casa. Siempre decimos que hay tantos noruegos en los Estados
Unidos como en Noruega. Ganaron mucho materialmente al abandonar
el viejo país y también, tal vez, socialmente. La calidez del trato
humano, la amabilidad con los nuevos vecinos, la fascinación de la
diversidad en las grandes ciudades.
Escribo estas palabras con el afán de contrarrestar ciertas interpretaciones
totalmente equivocadas de lo que sigue. Intento hacer lo imposible.
Trato de decir que estimo profundamente un país y a su gente,
que me siento muy cerca de él, también por una cuestión de tradición
nacional. Pero al mismo tiempo, voy a sostener que hay algo extremadamente
alarmante en el tejido social de los Estados Unidos. Y justamente
porque me siento tan cercano, porque siento el país casi como
si fuese mío, me resulta cada vez más difícil mantenerme callado y sin
expresar mi preocupación.
Lo más difícü es encontrarme con colegas de los Estados Unidos. La
crimmología estadounidense domiiia la mayor parte del mundo; sus
teorías sobre el delito y sobre el control social del delito ejercen una
gran influencia. Los criminólogos estadounidenses son personas
amables y cuidadosas; amables con los visitantes, cuidadosos con las
normas de la actividad científica. Las normas de ellos pasan a ser
nuestras normas y las soluciones que ellos implementan se copian en
el extranjero.
88 LA INDUSTRIA DEL CONTROL DEL DELITO
Tal vez sea p)or eso que se me ocurre pensar en Alemania, la de los
años veinte en adelante. Alemania, país de cultura y conocimiento, de
ciencia, de pensamientos racionales y corazones románticos. Noruega
siempre se orientó más hacia Inglaterra y los Estados Unidos que
hacia la Europa continental. El transporte era más fácil a través de los
océanos que por los camúios de montaña. Pero el respeto por Alemania
siempre fue muy grande. Se tenía un concepto muy alto de los
estudiosos de derecho, y de la política de ley y orden de ese país. Los
académicos iban a Alemania. Las autoridades policiales y de las fiscalías
iban a Alemania. Fue el modelo más importante, tal vez por
demasiado tiempo.
Hoy vamos a Estados Unidos.
6.2 El gran encierro
Cuando Michel Foucault (1967) escribió el libro Histom de la Locura en
la Época Clásica, mcluyó un capítulo llamado "El Gran Encierro". El
pensaba en Francia. Describió los esfuerzos que se realizaban para
mantener bajo control las clases y categorías desviadas. Se construyeron
hospitales y se transformaron antiguos leprosarios, y así París se
convirtió en una ciudad segura para la burguesía. Foucault también
incluye cifras sobre los logros de esta empresa; en el punto máximo,
uno por ciento de la población llegó a estar encerrada. Y Foucault
también da las razones de tal encierro:
Antes de tener el significado médico que le damos hoy, o que por lo menos
nos gusta suponer que tiene, el encierro se necesitó para algo muy distinto
de cualquier preocupación por curar a los enfemios. Lo que lo liizo necesario
fue un imperatívo de trabajo... Desde sus inicios, la institución se propuso la
tarea de prevenir 'la mendicidad y la ociosidad como fuentes de todos los
desórdenes". De hedió, esta fue la última de las grandes medidas que se
tomaron desde el Renacimiento para ponerle fin al desempleo o por lo
menos a la mendiddad (p. 46-47).
Como ya demostramos en la sección 3.4, llamada Tendencias Mundiales,
la población carcelaria total de los Estados Unidos se ubicará muy
pronto a mitad de camÜTO del ejemplo central del gran encierro que da
Foucault. Vale destacar que las cifras estadounidenses corresponden al
país entero, mcluyendo estados y distritos que tienen muy poca cantidad
de presos, mientras que los datos que cita Foucault se refieren sólo
a París y por lo tanto serían mucho mayores para toda Francia. Además,
los datos sobre Estados Unidos no ii\cluyen asilos mentales.
EL MODELO 89
Por otro lado, esas cifras están creciendo explosivamente.
En junio de 1983, en la Conectionaí Magazine se decía lo siguiente
sobre el crecimiento de la población carcelaria de los Estados Unidos:
"Fantástico... enorme... aterrador"
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