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El Arte Del Buen Maestro


Enviado por   •  7 de Enero de 2015  •  1.545 Palabras (7 Páginas)  •  370 Visitas

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EL ARTE DEL BUEN MAESTRO

El oficio del maestro:

Contradicciones iniciales

Introducción

En esta síntesis trataremos de analizar algunas dimensiones del fenómeno educativo desde una perspectiva sociohistórica, es decir, transitar el difícil camino de la integración entre sociología e historia. Se pretende llegar a ello interesándonos por los problemas del presente, pero sin dejar a un lado los fenómenos del pasado, pues estos nos pueden responder a problemáticas actuales.

Miradas divergentes sobre la formación y profesión docente: las agentes de la política educativa, políticas sobre la formación docente y concepciones académicas.

Desarrollo

El sistema educativo ha sido una lucha contra todos los tipos de particularismos, dicho sistema debía constituir al hombre mexicano en ciudadano de un Estado y miembro de una misma nacionalidad. Para ello, el proyecto de constitución de un sistema nacional de educación debería realizarse mediante una especie de expropiación de los poderes culturales que se interponían entre el individuo y el Estado, como es la Iglesia, etnias, regionalismos, corporaciones, etc.

1. Las cualidades clásicas: vocación y moral.

El discurso pedagógico moderno se constituye de definiciones clásicas del maestro. Algunos autores nos explican lo que es ser maestro, José Díaz Covarrubias dice ¨es un conjunto de virtudes de todo género, y su misión no es un oficio, es un sacerdocio¨. La definición es clara: el magisterio se define como una misión o sacerdocio, para ello, lo primero y o más importante es la vocación, esta a su vez, tendrá que complementarse con un conjunto de virtudes de todo tipo. La vocación no es materia de elección racional, es un llamado, una predisposición que se define como innata, no adquirida. Después de ello, luego vienen ¨las cualidades morales¨ que son las ¨que principalmente recomienda la Deontología¨.

Algunos autores dicen que hay dos tipos de vocaciones, una natural y la otra ¨artificial¨, la segunda trata de otorgarle toda la fuerza propia de la innata.

En ocasiones, escuchamos a personas decir que el maestro de la escuela debe ser un sabio, sin embargo la verdadera educación no consiste en eso, la sociedad no alcanza a ver más allá de la responsabilidad y el deber del maestro, donde además de cumplir el rol de guía, tiende a enfrentarse a situaciones tan particulares de problemáticas familiares de sus alumnos, donde no se trata de ir a cumplir enseñando las lecciones del día, sino que debe ser amigo y compañero para entender los problemas de cada uno.

Desafortunadamente el ser maestro es una de las profesiones menores reconocidas a nivel social, no es algo actual, esto viene sucediendo desde el comienzo de esta práctica. La ideología de la vocación es causa y efecto del bajo grado de recompensas y como mencioné, del bajo reconocimiento social, todo este esquema entra en crisis (¨la crisis de la vocación¨), a partir de entonces, será necesario auxiliar la fuerza de la vocación con la promesa de incentivos y recompensas materiales y no meramente simbólicas y generalmente ¨post-mortem¨.

El maestro era definido como prototipo o paradigma del hombre ideal que se pretendía formar. El predominio de objetivo de reforma moral en la constitución inicial de la escuela mexicana favoreció la incorporación de la mujer en la función docente, aquí es entonces donde entra la mujer al campo de la educación, todos los pedagogos estaban convencidos de que la mujer era educadora moral por naturaleza, ¨ la mujer, mucho más penetrante que el hombre, conoce mejor el corazón humano, y particularmente el de los niños¨. A su vez, estaban convencidos también de que la mujer tiene menores condiciones de carácter. Para ello, se les dio la instrucción conveniente para mejorar ese aspecto. Así es como la mujer entra al campo del magisterio.

Posteriormente se profesionaliza la docencia, se exigía una serie de cualidades para poder ser maestro, esto con el propósito de dignificar el oficio, estas características del perfil del maestro ideal se caracterizaban en dos tipos distintos: características morales y conductuales y características físicas y de autopresentación, Alcántara García decía ¨todo lo que hagan los normalistas por aparecer como dechados de ellas será poco¨, es decir; que el ser normalista implicaba una gran responsabilidad y es necesario ir más allá de lo que somos capaces de hacer para honorificar al maestro.

2. La ¨cientifización¨ relativa del oficio

Junto con las cualidades morales, conductuales y físicas, el discurso pedagógico moderno introdujo la necesidad de que el maestro, además, tuviera ¨instrucción¨, preparación pedagógica, esto es, tuviera conocimientos científicos. Un conjunto de conocimientos se define como ¨amor a la ciencia¨ o ¨amor hacía la instrucción¨. La actitud de los maestros frente al conocimiento científico está fuertemente permeada de positivismo, donde siempre su responsabilidad

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