Zacorfo

Este cuento relata la historia de zarcofo y zalia quienes vivían en calzadolandia una pequeña ciudad ubicada en lo más recóndito de un bosque. En ella habitaban todo tipo de zapatos, zapatillas y sandalias. Calzadolandia era la ciudad vecina de villa calcetín, que era el lugar de origen de todos los calcetines del mundo, los cuales eran parientes de los habitantes de calzadolandia. En la ciudad las casas y edificios tenia forma de botas todas de distintos colores y tamaños.

Zacorfo era un zapato muy pobre que estaba enamorado de Zalia una sandalia muy bonita, pero de alta calidad por lo cual para ella zarcofo ni siquiera existía. El, todas las mañanas pasaba frente a la casa de ella para tratar de llamar su atención, pero este era invisible para ella, pues Zalia solo tenía ojos para Zatran el Botín más apuesto y adinerado de toda calzadolandia. Zalia estaba comprometida con Zatran, ellos unirían sus vidas en tan solo un mes, y por este motivo Zarcofo vivía muy atormentado y pasaba sus días muy triste pensando que perdería a la sandalia que él amaba. Zarcofo trabajaba en villa calcetín junto con su primo Tiny quien era su mejor amigo.

Un día, mientras Zarcofo caminaba de regreso a casa después de un largo día de trabajo, se dio cuenta de algo extraño. Asustado corrió y corrió hasta llegar a la comisaria de calzadolandia, donde pidió hablar con el jefe encargado de la seguridad de la ciudad, tenía que decirle que a las afueras de la ciudad había mirado unas huellas gigantes en forma de pie y sospechaba que la ciudad podría ser atacada por los Piersons, pero el jefe quien era el padre de Zatran no lo quiso recibir argumentando que tenía mucho trabajo y no podía perder el tiempo en alucinaciones. Entonces, Zarcofo decidió regresar a casa, y asumió que quizá el cansancio lo había hecho imaginar aquella cosa.

Pasaron los días y Zarcofo cada vez estaba más deprimido pues se acercaba el día en que perdería a su gran amor. Cuando termino su jornada de trabajo Zarcofo emprendió camino a su casa.

Zarcofo  Grito Tiny.

 Que pasa.

 Hoy te acompañare en tu regreso, pues mi madre me ha pedido que compre algunas cosas de la ciudad.

 Eso me agrada, pues no me gusta caminar solo por este lugar desde hace unos días.

 Y eso porque  contesto Tiny con gran admiración.

 Es que hace unos días mientras regresaba a casa creí ver algo que me aterrorizo.

 ¿Pues qué miraste?

 Una huella gigantesca con forma de pie.

 Pero si eso es imposible, a menos que los Piersons hayan regresado  dijo un poco angustiado.

 Por eso es mi temor, si ellos regresaran se acabaría la paz en calzadolandia.

Tiny no contesto pero su semblante hablo por él, la angustia lo invadió. Siguieron su camino a paso veloz, los dos muy callados parecía que tenía algo de miedo al caminar solos por ese lugar, y de un de repente Zarcofo se detuvo y dijo:

 Aquí, aquí fue donde observe la huella.

 Pero ahora no hay rastro de nada.

 Pero mira grito Zarcofo mientras apuntaba hacia el bosque  me parece ver algo, vamos, acompáñame.

Así, los dos caminaron para adentrarse en el bosque. Pero solo alcanzaron a dar unos pasos cuando algo escalofriante los sorprendió, efectivamente Zarcofo tenía razón, pues encontraron otra huella y como lo habían imaginado, todo parecía indicar que era de un Pierson. Tiny trato de huir de ese lugar pero Zarcofo lo detuvo

 Tenemos que investigar  dijo Zarcofo.

Tiny no muy convencido acepto, y juntos se adentraron en el bosque siguiendo las huellas gigantes y los rastros de hojas que había por doquier. Pero después de caminar un largo rato, ya cansado Zarcofo se dio por vencido, pues en todo lo transcurrido no había nada certero que demostrara que hubiese Piersons por aquellos alrededores. Cuando Zarcofo le dijo a Tiny que era mejor regresar a casa, Tiny se negó y quiso seguir caminando un poco más, entonces se sorprendió pues observo que a unos metros más delante parecía haber algo, él le grito a Zarcofo quien ya había dado vuelta para regresar a casa y le pidió que volviera de prisa. Tiny decidió caminar unos metros más y hay estaban, era cientos de Piersons. Cuando Zarcofo miro lo que Tiny había descubierto un escalofrió lo recorrió, lo que él había sospechado era verdad.

 Tiny tenemos que regresar a la ciudad y avisar en la comisaria  dijo Zarcofo muy alterado  los Piersons pueden invadir la ciudad en cualquier momento, tienen que estar prevenidos.

 Espera, Tienes que ver esto  dijo Tiny mientras subía a un árbol enorme.

Zarcofo subió detrás de él y una sorpresa se llevó.

...