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Guerra Cristera


Enviado por   •  24 de Junio de 2013  •  2.690 Palabras (11 Páginas)  •  4.322 Visitas

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INTRODUCCION

La guerra cristera es efectivamente un acontecimiento al que se interpela desde memorias encontradas, y al mismo tiempo un hecho sobre el cual se producen auspiciosas indagaciones.

No resulta ocioso comenzar resaltando el hecho de que el relevante peso de la Iglesia católica en México desde la época colonial condicionó una recurrente disputa en torno a sus atribuciones, mas con los cambios surgidos con base en la Ilustración o época de las luces llevo a una evolución global del pensamiento, a disipar la niebla de la ignorancia y buscar una razón lógica. Aquellos que defendían la libertad y progreso consideraban necesario quitarle poder a la Iglesia, y retornar a la restauración del orden público con el apoyo estatal.

La religión católica era, para los primeros gobernantes mexicanos, la religión propia y exclusiva del pueblo mexicano. Ya el Plan de Iguala proclamado por Agustín de Iturbide el 24 de febrero de 1821 establecía como primera base de gobierno “La Religión Católica Apostólica y Romana, sin tolerancia de alguna otra”. Lo mismo dirían el Acta Constitutiva del 31 de enero de 1824 (art. 4º.), el Plan de Casa Mata del 1º. de febrero de 1823 (art. 1º), la Constitución Federal del 4 de octubre de 1824 (art. 3º); todo esto se vio confrontado con las posteriores Constituciones de 1857 y 1917, además de los ideales de Lerdo y Juárez que dieron rumbo a la institución de liberalismo en el país, y al comienzo de la lucha entre la Iglesia y el Estado.

II

ANTECEDENTES

Venimos recabando antecedentes de la guerra cristera desde el Siglo XVIII con el movimiento de ilustración, en que para algunos, les fue otorgado el don del saber o la visión para liberarse de antiguos dogmas instituidos, sobre todo por la religión.

Con Juárez, poco después de una serie de eventos importantes en la historia de México, (como la independencia en 1810, la proclamación de la Republica en 1824 y la perdida de la mitad de su territorio en 1848; en el año de 1855 se da la revolución liberal) cuando este sube al poder y se crea la Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma en 1859, ambas con tintes en contra de la Iglesia: “Nacionalización de los bienes eclesiásticos, Supresión de las órdenes religiosas, etc.” Se crea uno de los primeros movimientos en contra de la oposición eclesiástica y los inicios para la separación de la relación Iglesia-Estado.

Posteriormente en 1917 se promulgó una nueva Constitución, en la que se estableció una política de intolerancia religiosa, incluyendo la prohibición de la Iglesia para poseer bienes raíces, prohibición del culto público fuera de las iglesias, el Estado decidiría el número de iglesias y sacerdotes que habría en el país, al clero se le negó el derecho a votar, a la prensa religiosa se le prohibió referirse a asuntos públicos, la educación primaria debía ser laica y a las corporaciones religiosas y ministros de cultos se les prohibió establecer o dirigir escuelas primarias.

En 1926, el presidente Plutarco Elías Calles promovió instrumentos sobre el artículo 130 de la Constitución conocida como Ley Calles, para ejercer severos controles, buscando limitar o suprimir la participación de las iglesias en la vida pública. Algunas de estas reglas estaban claramente enfocadas contra el culto católico, como el obligar a los ministros a casarse y prohibir las comunidades religiosas.

En señal de duelo, la mayoría de las iglesias tuvieron suspensión de cultos y el clero además convenció a los feligreses de boicotear al gobierno, como el no pagar impuestos, minimizar el consumo de productos comercializados por el gobierno, no comprar billetes de la Lotería Nacional, ni utilizar vehículos a fin de no comprar gasolina. Esto afectó de forma severa a la economía nacional.

III

LA GUERRA

• Surgimiento

La Guerra Cristera (también conocida como Guerra de los Cristeros o Cristiada) en México fue un conflicto armado que se prolongó desde 1926 a 1929 entre el gobierno de Plutarco Elías Calles y milicias de laicos, presbíteros y religiosos católicos que resistían la aplicación de legislación y políticas públicas orientadas a restringir la participación de la Iglesia católica sobre los bienes de la nación así como en procedimientos civiles.

Calles redobló su ataque decretando una serie de reformas al Código Penal relativas a las sanciones por infringir la legislación sobre cultos. La ruptura definitiva se produjo entonces cuando, a través de una pastoral colectiva, la Iglesia anunció que suspendería los cultos a partir de agosto.

Pese a su radicalidad, tal decisión no implicaba más que una medida de protesta que explicitaba el enfrentamiento institucional entre Iglesia y Estado. A partir de allí, sin embargo, comenzaron a producirse durante el segundo semestre de 1926 alzamientos espontáneos que movilizaron a diversos sectores rurales, tomando el conflicto otra dimensión. Para inicios de 1927, en algunas regiones la insurrección era bastante amplia, adquiriendo los rasgos de una verdadera guerra civil (aunque debe aclarase que en ningún momento corrió riesgos la estabilidad del gobierno central). Sobre todo es así en la zona centro-occidental (estados de Jalisco, Michoacán, Colima, Aguascalientes, Nayarit, Zacatecas y Guanajuato), donde los cristeros se enfrentaron al ejército y auxiliares bajo la forma de guerrillas, llegando a controlar intermitentemente algunos pueblos, y obteniendo importantes apoyos de buena parte de la población.

Fue así que esta etapa se caracterizó por la realización de asambleas permanentes, donde el pueblo montaba guardia noche y día, así como grandes manifestaciones, peregrinaciones y procesiones que formaban una especie de insurrección no violenta.

Los choques con el gobierno fueron más frecuentes al lado de las provocaciones puras y simples, todos los actos de las autoridades como: agresiones, cierre de iglesias, detención de sacerdotes o dirigentes seglares, el desprecio con que el gobierno consideraba las gestiones pacíficas. Se mandaron peticiones al Presidente Calles, pero fue imposible. La opinión colectiva entonces coincidió en un levantamiento armado.

• Inicio de la Guerra

Uno de los hechos más relevantes del inicio del conflicto armado es el ocurrido el 31 de Julio en 1926 en Oaxaca; en ese estado se originó un mitin por la entrega de “La Iglesia de las siete príncipes”. Sucedió cuando los cristeros montaban guardia en la iglesia, con la multitud amotinada, resultaron muertos dos soldados oficiales, el gobierno mando fusilar a muchas personas en respuesta

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