Capítulo 3 Señora Cual

[pic 1][pic 2]

UNIVERSIDAD POPULAR AUTÓNOMA DE VERACRUZ

SEDE JÁLTIPAN

TEMA:          

                                TRADUCCIÓN: A WRINKLE IN TIME

MATERIA:

TRADUCCIÓN APLICADA

                                       ALUMNO:

JOEL GONZÁLEZ ZETINA

MAESTRA:

 LIC. ABIGAIL MÉNDEZ AGUILAR

CALIFICACIÓN: _______________

JÁLTIPAN DE MORELOS, VERACRUZ.                         A 06 DE JUNIO DE 2021

Capítulo 3 Señora Cual

En el bosque la tarde ya empezaba a caer y caminaron en silencio. Carlos y Fortinbras se adelantaron. Calvin caminaba con Meg, sus dedos apenas tocaban su brazo en un gesto de protección. Esta ha sido la tarde más imposible y confusa de mi vida, pensó, no me siento confundida o molesta; sólo me siento feliz. ¿Porqué?

"Tal vez no estábamos destinados a conocernos antes de esto", dijo Calvin. "Quiero decir, sabía quién eras en escuela y todo, pero no te conocía a ti. Pero me alegro de que nos hayamos conocido ahora, Meg. Vamos a ser amigos, ya sabes".

"Yo también me alegro", susurró Meg, y volvieron a guardar silencio.

Cuando volvieron a la casa, la señora Murry seguía en el laboratorio. Observaba cómo un líquido azul pálido pasar lentamente por un tubo desde un matraz a una retorta. Sobre un mechero Bunsen burbujeaba una gran vasija de barro con guiso. "No le digas a Sandy y a Dennys que estoy cocinando aquí", dijo. "Siempre sospechan que algunos productos químicos puedan estar en la carne, pero tenía un experimento con el que quería seguir con él".

"Este es Calvin O'Keefe, madre", dijo Meg. "¿Hay suficiente para él también? Huele súper".

"Hola, Calvin". La Sra. Murry le estrechó la mano. "Encantada de conocerte. No vamos a tener nada sino guiso esta noche, pero es uno bueno y llenador".

"Me parece maravilloso", dijo Calvin. "¿Puedo usar su teléfono para que mi madre sepa dónde estoy?"

"Por supuesto. Meg por favor muéstrale dónde está, ¿quieres? No te pediré que uses el de aquí, si no te importa. Me gustaría terminar este experimento".

Meg guió el camino hacia la casa. Charles Wallace y Fortinbras se habían ido. Afuera ella podía oír a Sandy y Dennys martilleando el fuerte que estaban construyendo en uno de los arces. "Por aquí".

Meg atravesó la cocina y entró en la sala.

"No sé por qué la llamo cuando no estoy a casa", dijo Calvin, con voz cortante. "Ella no se daría cuenta ". Suspiró y marcó. "¿Mamá?", dijo. "Oh, Hinky. Dile a mamá que no llegaré a casa hasta tarde. Ahora no lo olvides. No quiero quedarme fuera otra vez". Colgó y miró a Meg. "¿Sabes lo afortunada que eres?

Sonrió con cierta ironía. "No la mayor parte del tiempo".

"¡Una madre así! ¡Una casa como esta! ¡Caramba, tu madre es preciosa! Deberías ver a mi madre.

Le han sacado todos los dientes de arriba y papá le ha comprado una placa, pero no se la pone, y la mayoría de los días ni siquiera se peina. No es que haga mucha diferencia cuando lo hace". Apretó los puños.

"Pero yo la quiero. Esa es la parte divertida. Los quiero, y a ellos no les importo nada. Tal vez por eso llamo cuando no voy a estar en casa. Porque me importa. A nadie más le importa. No sabes lo afortunada que eres al ser amada".

Meg dijo sorprendida: "Supongo que nunca pensé en eso. Supongo que lo daba por hecho".

Calvin parecía sombrío; luego su enorme sonrisa volvió a iluminar su rostro. "Van a pasar cosas.

¡Meg! ¡Cosas buenas! Lo presiento". Comenzó a pasearse, lentamente, por el agradable, aunque destartalada sala. Se detuvo ante una foto en un pequeño piano de un grupo de hombres juntos en una playa.

¿Quiénes son estos?"

"Oh, un grupo de científicos".

"¿Dónde?"

Meg se acercó a la foto. "Cabo Cañaveral. Este es mi padre".

"¿Cuál?"

"Este."

"¿El de las gafas?"

"Sí. El que necesita un corte de pelo". Meg soltó una risita, olvidando sus preocupaciones en su placer por mostrarle la foto a Calvin. "Tiene el pelo del mismo color que el mío y siempre se olvida de cortárselo.  Mamá suele acabar cortándoselo compró cortadora de cabello y demás- porque él no se toma el tiempo para ir a la peluquería".

Calvin analizó la foto “Me gusta”, juiciosamente anunció. "Se parece un poco a Charles Wallace, ¿verdad?"

Meg volvió a reírse. "Cuando Charles era un bebé era exactamente igual que papá. Era muy gracioso".

Calvin siguió mirando la foto. "No es guapo ni nada. Pero me agrada".

Meg se indignó. "Es demasiado guapo".

Calvin negó con la cabeza. "No. Es alto y delgado como yo".

"Pues yo creo que tú eres guapo", dijo Meg. "Los ojos de papá también se parecen a los tuyos. Ya sabes. Realmente azules. Sólo que tu no los notas tanto por las gafas".

"¿Dónde está ahora?"

Meg se puso tensa. Pero no tuvo que responder porque la puerta del laboratorio a la cocina se cerró de golpe, y

La señora Murry entró, llevando un plato de guiso. "Ahora", dijo, "voy a terminar esto bien en la estufa. ¿Has hecho los deberes, Meg?"

"No del todo", dijo Meg, volviendo a la cocina.

"Entonces estoy segura de que a Calvin no le importará que termines antes de la cena".

"Claro, adelante". Calvin buscó en su bolsillo y sacó un fajo de papeles doblados. "De hecho, tengo que terminar unos deberes míos. Matemáticas. Es una de las cosas en las que me cuesta mantenerme al día. Estoy bien en todo lo que tiene que ver con las palabras, pero no lo hago tan bien con los números".

La señora Murry sonrió. "¿Por qué no le pides a Meg que te ayude?"

"Pues, verá, estoy varios grados por encima de Meg".

"Intenta pedirle que te ayude con las matemáticas, de todos modos", sugirió la señora Murry.

"Bueno, claro", dijo Calvin. "Toma. Pero es bastante complicado".

Meg alisó el papel y lo estudió. "¿Les importa cómo lo haces?", preguntó. "Quiero decir, ¿puedes

solucionarlo a tu manera?"

"Bueno, claro, siempre que lo entienda y obtenga las respuestas correctas".

"Bueno, tenemos que hacerlo a su manera. Ahora mira, Calvin, ¿no ves que sería mucho más fácil si lo hicieras de esta manera?" Su lápiz voló sobre el papel.

...