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Conflictos De Los Derechos Humanos


Enviado por   •  13 de Febrero de 2013  •  9.351 Palabras (38 Páginas)  •  1.744 Visitas

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CONFLICTOS DE LOS DERECHOS HUMANOS.

La pobreza puede ser en sí misma una violación de numerosos derechos humanos básicos. La falta de desarrollo, la pobreza estructural, la desigualdad socioeconómica, la discriminación de género, la degradación medioambiental, la globalización de la economía y la persistencia de regímenes totalitarios constituyen algunos de los factores de riesgo para el estallido de conflictos armados y la consiguiente violación de los derechos humanos de la población. Pese a los tratados internacionales que salvaguardan el respeto a los colectivos más vulnerables- mujeres, niños y ancianos- la realidad arroja cifras crecientes de refugiados, desplazados internos y personas que ven vulnerados sus derechos más elementales.. El respeto de las convenciones internacionales que protegen los derechos fundamentales es el paso previo para asegurar una vida digna a todos los seres humanos y un Estado del bienestar donde el disfrute de los derechos básicos de las personas sea una realidad, más allá de las meras declaraciones efectuadas desde 1948 con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de Naciones Unidas.

En la Declaración sobre el derecho al desarrollo de 1986 la organización de las Naciones Unidas reconoce que en el mundo se producen constantes violaciones masivas de los derechos humanos, que afectan tanto a individuos como a los pueblos. Estas situaciones son el resultado de fenómenos como el neocolonialismo, las diversas manifestaciones de racismo y discriminación racial, la dominación y la ocupación extranjeras de territorios, la agresión y las amenazas contra la soberanía nacional. Estos y otros problemas como la negación del derecho de los pueblos a la autodeterminación y al desarrollo sin injerencia exterior, así como todas las formas de esclavitud, la carrera de armamentos, el deterioro medioambiental, la deuda externa y la extrema pobreza constituyen las principales barreras para la realización efectiva del derecho al desarrollo y la paz.

Como afirma Mariano Aguirre la pobreza no es un problema individual o familiar ni está relacionada con peculiaridades culturales de determinados países. Es una consecuencia de estructuras y procesos económicos, de formas de distribución de ingreso, de la mayor o menor cantidad de servicios que ofrece el Estado, de la cantidad de empleo que se crea, de la relación entre la población y el medio ambiente, y del grado de estabilidad y paz o inestabilidad y conflicto armado que existe. Hay un vínculo entre pobreza y conflicto, pero es la injusticia la causa principal de los conflictos. Las estructuras sociales, económicas y políticas que mantienen el dominio de un grupo sobre otro, negándoles los derechos económicos, sociales y políticos más básicos, ejercen “violencia estructural”. Esta situación crea un terreno fértil para la violencia y la violación de los derechos. Como afirma

Pese a los grandes esfuerzos realizados desde 1986 hasta el presente, esos obstáculos aún persisten, agravados por situaciones nuevas como la globalización de la economía. Esta ha forzado a muchas personas a emigrar a otros lugares en busca de una vida mejor, lo que ha provocado la disolución de la familia, el fenómeno de las personas sin hogar, mayor pobreza y miseria. En 1993, alrededor de 100 millones de personas se vieron forzadas a vivir fuera de sus países de origen.

La modernización de la economía en muchos países ha ido acompañada de duros ajustes estructurales, que han motivado levantamientos sociales por causa del alza en los precios de los alimentos o del transporte. En otros casos, se ha producido una crisis de identidad, que ha impulsado a la población a aferrarse a un conjunto de valores (religiosos, étnicos o culturales) y a resistirse frente a la rapidez de los cambios sociales o políticos, trayendo consigo convulsiones y los brotes de violencia de los últimos años. Muchas de las disputas de origen étnico han desembocado en guerras particularmente implacables. En 1996, se produjeron 27 conflictos armados de alta intensidad,* cifra inferior a los 30 registrados en 1995 y a los 36 de 1989

Tales conflictos, a diferencia de antaño, no se han traducido en batallas formales entre ejércitos, sino que han involucrado a grandes grupos de población civil, que han ejercido elevados niveles de violencia colectiva. Según la ONG británica OXFAM, el 90% de las víctimas de guerra son civiles y el 50% de ellas son niños. Además, esos conflictos, por otra parte, tienden a ser de larga duración. De los 27 conflictos de alta intensidad activos en 1996, 22 de ellos tenían su origen en un período anterior a 1989.

La Declaración sobre el derecho al desarrollo de 1986, representó una etapa importante hacia una definición completa de la noción global de los derechos humanos. Pero con la nueva era iniciada tras la caída del muro de Berlín y los profundos cambios que se están produciendo en el mundo se ha puesto de manifiesto que las graves desigualdades, tanto en el interior de los países como entre las naciones, son causa de numerosas tensiones sociales. Además, los conflictos estructurales se agravan e impiden que las personas se desarrollen plenamente y alcancen una calidad de vida digna y se satisfagan las necesidades humanas básicas. Como escribió en 1992 el antiguo Secretario General de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, "la dignidad humana plena significa no sólo la libertad de no ser sometido a torturas, sino también la libertad de no morir de hambre".

DERECHOS HUMANOS Y DESARROLLO SOCIAL

El derecho al desarrollo es a la vez un derecho humano individual y colectivo que tiene una estrecha relación con el conjunto de derechos humanos, que comprenden tanto los derechos civiles y políticos como los culturales, sociales y económicos. El derecho al desarrollo no es sólo un derecho fundamental, sino también una necesidad esencial del ser humano, que responde a las aspiraciones de los individuos y de los pueblos a asegurarse en mayor grado la libertad y la dignidad. El goce de todos los derechos constituye a la vez la condición y la finalidad del derecho al desarrollo. Esa relación quedó reflejada en la Declaración y Programa de Acción de Viena, aprobado en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en junio de 1993, que proclama que "la democracia, el desarrollo y el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamen–tales son interdependientes y se refuerzan entre sí"

Por una parte, hace más de 50 años la Carta de las Naciones Unidas reconoció la vinculación entre el desarrollo social y la justicia social como elementos indispensables para la consecución y el mantenimiento

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