Las Misiones Culturales

Las misiones culturales entre 1922 y 1927.

Proyecto que surge desde el origen de la secretaria de educación publica (SEP) como parte de la gran “cruzada contra la ignorancia” que Vasconcelos promulga y busca incorporar a los indígenas y campesinos al proyecto de nación civilizada, para terminar con el fanatismo religioso. Desde 1922 se busco establecer escuelas rurales en zonas indígenas a través del Departamento de Educación y Cultura para la Raza Indígena.

Un maestro misionero ambulante fungía la labor de explorador en busca de localizar centro, indígenas de preferencia, además debía localizar maestros y establecer relaciones con la comunidad para facilitar estas tareas. A sus labores se le sumaba la de impartir cursos a los maestros, en estos cursos se les recomendaban a los maestros los tipos de conocimientos que debían impartir, en la búsqueda de homogenizar los contenidos de los cursos de todo el país.

Es en octubre de 1922, que el jefe del Departamento Escolar, Roberto Medellín, convoco al primer curso de orientación para maestros rurales, al que asistieron cerca de 400 maestros.

La orientación del curso que duro cerca de un mes, estaba dirigida hacia las labores manuales como la ganadería, lechería, conservación de frutas, curtiduría, carpintería, etc.

Finalmente el 17 de octubre de 1923, José Vasconcelos expidió el Plan de las Misiones Federales de Educación, teniendo como consultora a Gabriela Mistral, a quien Vasconcelos había invitado a venir a México para participar en la reforma rural.

Tras esa función oficial, se realizo en Zacualtipán, Hidalgo, la primera Misión Cultural, en esta misión también se construye la primera normal rural.

En mayo de mayo e 1924 se realizo la segunda Misión en Cuernavaca, en esta ocasión se agrego una profesora de economía domestica, para impactar ahora con las mujeres, además en esta misión asistieron maestros rurales estatales.

Las finalidades de las misiones del 1925 eran aportar en el mejoramiento cultural y profesional de los maestros en servicio, en el de las practicas domesticas y en el económico a través de la vulgarización de la agricultura y de las pequeñas industrias.

Para febrero de 1926, gracias a la operatividad y al éxito de las misiones se crea la Dirección de Misiones Culturales, teniendo como directora a Elena Torres.

Finalmente para 1932 se definió que las Misiones Culturales se integraran a las Escuelas Rurales Campesinas y por lo tanto se volvieron fijas. No es, si no hasta el gobierno de Lázaro Cárdenas, que nuevamente las Misiones volvieron a su carácter de ambulante.

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