Los Juegos Olímpicos: Antiguos Y Modernos
Enviado por sergioabdiel • 26 de Septiembre de 2012 • 1.919 Palabras (8 Páginas) • 1.155 Visitas
Juegos Olímpicos Antiguos
Los antiguos Juegos Olímpicos (llamados así por celebrarse en la ciudad de Olimpia) fueron fiestas religiosas, culturales y deportivas celebradas en la antigua Grecia (776 a. C. - 392 d. C.) en honor a los dioses olímpicos. En ellos participaban los atletas, que debían ser ciudadanos y hombres, y que se entrenaban durante años en los gimnasios.
Los antiguos Juegos Olímpicos se asocian al concepto de la antigua Grecia de ἐκεχειρία (ekecheiria) o tregua o paz olímpica. Uno de los mitos más populares identifica Heracles y Zeus, padre de los progenitores de los Juegos. Según una leyenda citada por Píndaro, fue Heracles quien llamó "Juegos Olímpicos" a una serie de eventos deportivos en honor a su padre Zeus y estableció la costumbre de celebrarlos cada cuatro años además que persiste la idea de que después de completar sus doce trabajos, construyó el estadio olímpico en honor a Zeus. Tras su finalización, se dirigió en línea recta de 200 escalones y llamó a esta "distancia Stadion" (griego: στάδιον, América: estadio "fase"), que más tarde se convirtió en una unidad de distancia. La fecha de comienzo de los mismos sirve como referencia al calendario helénico y se considera en el año 776 a. C., aunque las opiniones de algunos académicos la sitúan entre el año 884 a. C. y el 704 a. C.
A partir de entonces, los Juegos tomaron rápidamente una mayor relevancia en la antigua Grecia, alcanzando su cénit en los siglos siglo VI y siglo V a. C. Los Juegos Olímpicos tenían una importancia fundamentalmente religiosa, cuando las ciudades de estado griegas entraban en guerra y llegaba el tiempo de los juegos olímpicos, la guerra se suspendia para dar paso a los juegos por su profundo valor religioso y cultural. Con concursos alternados con sacrificios y ceremonias en honor a Zeus, (cuya estatua se alzaba majestuosamente en Olimpia) y a Pélope, héroe divino y rey mítico de Olimpia, famoso por su legendaria carrera de carros y en cuyo honor se celebraron. El número de eventos aumentó hasta veinte, y las celebraciones se prolongaron durante varios días. Las primeras competencias se basaban en carreras a pie, y más tarde se fueron introduciendo la lucha; el pentatlón, prueba de varios eventos que incluía lanzamiento de jabalina, lanzamiento de disco y salto de longitud; el pancracio; las carreras de carros, y varias competencias artísticas como música, poesía y danza.
La llama olímpica se mantenía encendida en el altar de Zeus durante los juegos antiguos. Hoy día se enciende una antorcha por la acción de los rayos del Sol en Olimpia, y luego es transportada a la sede de los juegos olímpicos. En Olimpia se llegaron a celebrar 293 Juegos Olímpicos, hasta que el emperador cristiano Teodosio I los abolió el año 393 por considerarlos paganos.
Juegos Olímpicos Modernos
Fueron establecidos en su aspecto deportivo en 1896 por Pierre de Coubertin y hasta la actualidad siguen practicándose.
Pierre de Coubertin es llamado el padre de los Juegos Olímpicos Modernos. Aunque el primer intento para revivir los Juegos Olímpicos se hizo en Grecia, gracias al entusiasmo de un griego llamado Evangelos Zappas, mucho antes de Courbetin, el 15 de noviembre de 1859, el 15 de noviembre de 1870, el 18 de mayo de 1875 y el 18 de mayo de 1889.
Emocionado con el esplendor de la antigua Grecia y la belleza de los Juegos Olímpicos, Evangelos Zappas, que residía en Rumania, primero contribuyó al proyecto y, después del primer fracaso, a su muerte legó su fortuna entera para el renacimiento de los Juegos Olímpicos en Grecia.
El Barón Pierre de Coubertin escribió, a principios del siglo XX: “Olimpia y las Olimpiadas son símbolos de una civilización entera, superior a países, ciudades, héroes militares o religiones ancestrales”. Siendo cadete de la Academia Militar de St. Cyr, el noble galo renunció a sus estudios de ciencias políticas y se interesó por la sociología y la educación. Viajó por todo el mundo y quedó impresionado por el interés de los anglosajones (ingleses y estadounidenses) en los deportes. Atraído por los trabajos de exploración en Olimpia, y por la creencia de que la competencia deportiva podía producir el entendimiento internacional, se dedicó a la tarea de revivir, él mismo, los Juegos Olímpicos, con la participación de todos los países del Mundo.
Contó con el ánimo y la colaboración del sacerdote católico dominico Henri Didon, que sería el inspirador del lema olímpico "Citius, Altius, Fortius" (Más rápido, Más Alto, Más fuerte).
Coubertin tuvo la oportunidad de solicitar el respaldo de otros países cuando la Unión Deportiva Francesa organizó un congreso internacional sobre Amateurismo. El congreso se efectuó en 1894 y Coubertin obtuvo un sorprendente y fuerte respaldo de hombres tan prominentes como el Duque de Esparta, el Príncipe de Gales, el príncipe heredero de Suecia, el rey de Bélgica y el primer ministro del Reino Unido. Estuvieron presentes, además, delegados de Argentina, Grecia, Rusia, Italia y España. Asimismo, se recibieron comunicados oficiales de Alemania y Austria-Hungría, expresando interés en el proyecto.
Programaron el primer evento de los Juegos Olímpicos para el año de 1896, en Atenas, cerca de la sede de las Olimpiadas antiguas. Se acordó que los Juegos se celebrarían cada cuatro años, cambiándose la sede a diferentes ciudades importantes del mundo.
El 23 de junio de 1894 se creó el Comité Olímpico Internacional (COI), con plena autoridad para regir los Juegos, con sede en Lausana (Suiza)
Llama olímpica
La Llama Olímpica se encendió por primera vez en la ceremonia de apertura, el 28 de julio de 1928. Cuatro años más tarde, en los Juegos Olímpicos de Verano de 1932, volvió a encenderse una llama durante los Juegos en el estadio de Los Ángeles. Durante la ceremonia de clausura se presentó una cita de Pierre de Coubertin que decía:
"Que la Antorcha Olímpica siga su curso a través de los tiempos para el bien de la humanidad cada vez más ardiente, animosa y pura."
El
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