¿POLÍTICAS PÚBLICAS SOCIALES UNA UTOPIA O UN DEBER SER DE LAS ACCIONES ESTADO?

¿POLÍTICAS PÚBLICAS SOCIALES UNA UTOPIA O UN DEBER SER DE LAS ACCIONES ESTADO?

En nuestro país el panorama actual nos muestra como el Estado materializa sus políticas bajo ideales  “bonitos” y de “prosperidad para todos”, donde se habla en términos de equidad, de progreso, de justicia, de mejoramiento de la calidad de vida, de oportunidades, de respeto por la diferencia y la diversidad cultural, para ello,  promueve e implementa programas encaminados al cumplimiento de estos, en medio de grandes estructuras tanto políticas como económicas, sociales y culturales que posibiliten el desarrollo para la sociedad. Sin embargo, se puede ver que la realidad es otra y para nadie es un secreto como las políticas públicas sociales, se presenta como una “utopía” donde las personas han pasado de creer en ese estado ideal de la sociedad con oportunidad para todos a buscar formas alternativas de progreso, pues, reconocen como las esferas políticas y las elites económicas encaminan estas para su propio beneficio, demostrando una vez más la irracionalidad de las políticas que promueve el gran gobierno dentro del supuesto Estado social de derecho.

Si bien, retomamos el concepto de política pública que menciona Róth Deubel (2002), quien plantea que esta es “un conjunto conformado por uno o varios objetivos colectivos considerados necesarios o deseables y por medios y acciones que son tratados, por lo menos parcialmente, por una institución u organización gubernamental con la finalidad de orientar el comportamiento de actores individuales o colectivos para modificar una situación percibida como insatisfactoria o problemática.”  Se puede ver claramente, que la política pública requiere ser democrática, donde a partir del dialogo se entienda al otro como agente de cambio y no que se construyan políticas de escritorio, como sucede en la mayoría de los casos.

El bienestar de un estado social, como lo menciona Amartya Zen,  depende de la libertad de que disponen los individuos para alcanzar sus logros u objetivos, es decir, aspectos  necesarios para llevar el plan de vida que deseen. A partir de su teoría de la igualdad  la sociedad debe procurar que todos los individuos obtengan la libertad de elección, que hace que un país sea más justo y puede participar plenamente en el orden económico y social.

Si bien, una política pública se hace pública cuando se comparte entre sociedad y Estado, en la mayoría de ocasiones no se visibiliza esto, si no, que se elaboran a partir de procesos de escritorio que no recogen la verdadera realidad de las complejas problemáticas que atraviesa el país, como lo indica, Majone G., (1997), “Al realizar un análisis profundo de las políticas públicas, hay que reconocer que la mayoría están hechas de palabras”, por ende, se puede ver como por medio de movilizaciones sociales las personas desde sus diferentes necesidades se ven obligadas a salir a marchar por sus derechos.

Movimientos sociales que a lo largo de la historia, han permitido potenciar al individuo al vincularlo a la comunidad, otorgándole oportunidades  dentro de esta al admitir que las personas puedan contar con espacios de dialogo, reflexión, debate y sana convivencia, que  a su vez generan nuevos modos de producción de conocimiento, suscitando la inclusión social en términos de las dinámicas de relación entre el Estado y la comunidad, ya que sin duda promueven la equidad social, incentivan la participación de la ciudadanía, fomenta la diversidad étnica-sexual- religiosa…, y se encaminan al equilibro de oportunidades en sociedades inequitativas como la nuestra, donde en lugar de acceder a espacios de encuentro respetando la diferencia se margina a las personas, de ahí, es vital reconocer el esfuerzo de distintos movimientos sociales que han permitido que los problemas públicos sean reconocidos dentro de las agendas públicas, pues, como lo menciona, Aguilar L.F., (1993), Un problema público “es el proceso mediante el cual una cuestión es colocada en la agenda de la política pública”.

En ese sentido, desde el ámbito de lo público se debe propender por disminuir la desigualdad social y permitir que existan múltiples públicos no solo un ámbito público, así mismo, la intervención social debe comprenderse desde la complejidad que existe en los nuevos escenarios que requieren ser intervenidos, donde las políticas públicas se enmarquen en la recuperación de capacidades, habilidades y básicamente formas constitutivas de identidad, además que sean políticas públicas diferenciadas, como una forma de lucha contra el racismo y la discriminación.

Por otra parte, no se puede dejar de lado el “magno” discurso que maneja el Estado donde hace ver las políticas públicas como ese motor de sus acciones y como fragmento valioso del sentido de pertinencia que tiene para con el país, ocultando de manera la verdadera realidad de las problemáticas e  ilusionando a la ciudadanía en aras a una sociedad más equitativa donde no hay espacio para la pobreza, la corrupción, la violencia, las sustancias psicoactivas, el analfabetismo y lo cual centra su postura frente al  deber ser y la responsabilidad social que tiene con todos y el futuro del país,  pero de verdad será eso a lo que está apuntando??... O más bien todo se está quedando en el simple ideal y las palabras maravillosas de la sociedad con “prosperidad para todos”.

...