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PRECIOS FUTUROS Y PRECIOS DE CONTADO.


Enviado por   •  29 de Mayo de 2015  •  Tesis  •  1.839 Palabras (8 Páginas)  •  370 Visitas

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2.2 PRECIOS FUTUROS Y PRECIOS DE CONTADO

Un arbitraje es una operación que supone una ganancia segura sin correr ningún riesgo. La compra de contratos de futuro en el fondo es similar a una compra a crédito. La fórmula para el precio teórico del futuro es:

Precio teórico del futuro = precio del contado hoy + intereses hasta el vencimiento – dividendos

El precio del contado hoy es un dato perfectamente conocido, por ejemplo la cotización del Banco Santander en el instante actual. Los dividendos que va a pagar una empresa antes del vencimiento o bien se conocen exactamente porque la empresa ya lo ha comunicado o bien se estiman de una forma bastante aproximada. Los intereses son el coste de la financiación para alguien que quisiera comprar acciones a crédito en ese momento.

Supongamos el siguiente ejemplo;

El Banco Santander cotiza a 15 euros, el coste de la financiación hasta la fecha de vencimiento son 0,25 euros y el dividendo que va a pagar antes de la fecha de vencimiento son 0,15 euros.

Precio del futuro = 15 (precio del contado hoy) + 0,25 (intereses) – 0,15 (dividendo) = 15,10

Por tanto, estando la cotización del Banco Santander en 15 euros la cotización de su futuro debería ser, teóricamente, 15,10 euros. Pero en la práctica los futuros no cotizan siempre a su precio teórico, aunque sí a precios muy cercanos a su precio teórico gracias al arbitraje.

Supongamos que el futuro del Santander estuviese a 15,60 euros. Cualquiera podría pedir un crédito para comprar 100 acciones del Santander a 15 euros en el mercado, pagar 0,25 euros por acción de intereses y vender 1 futuro en el mercado a 15,60 euros. El coste total por acción incluyendo los intereses sería de 15,25 euros, y al llegar la fecha de vencimiento podría vender esas acciones, independiente de que la cotización del Santander suba o baje (mucho o poco) a 15,60 euros. Con ello obtendría una ganancia de 0,35 euros por acción (15,60 – 15,25 = 0,35) sin correr ningún riesgo. En la práctica habría que tener en cuenta tambien el coste las comisiones, tanto de la compra de las acciones como de la venta del futuro.

Además, la ejecución de esta operación supondría una presión alcista para las acciones del Santander (toda compra supone una presión alcista) y una presión bajista para los futuros del Santander (toda venta supone una presión bajista). Eso haría que los precios del contado y del futuro se acercasen, y mientras existiese posibilidad de obtener esta ganancia los inversores seguirían comprando acciones del Santander y vendiendo futuros sobre acciones del Santander para obtener un beneficio seguro, cada vez menor, hasta que los precios del futuro y del contado quedasen equilibrados y no hubiera posibilidad de arbitraje entre ellos.

En caso de que el futuro cotizase por debajo de su precio teórico tambien existiría el arbitraje, pidiendo prestadas acciones para venderlas a crédito y comprando los futuros.

Hay algunos contratos de futuros que son poco líquidos y sus precios reales tiene diferencias relativamente elevadas respecto a sus precios teóricos. La causa es que hay pocos inversores / traders que tomen posiciones en el mercado de futuros y debido a ello los arbitrajistas no encuentran contrapartidas para realizar sus operaciones de arbitraje.

Pero en los contratos con una buena liquidez el arbitraje funciona constantemente, aprovechando cualquier pequeña diferencia que se produzca y manteniendo los precios reales muy cerca de sus precios teóricos en todo momento.

El arbitraje no está al alcance de los pequeños inversores porque se necesita una velocidad de ejecución extremadamente rápida que sólo es accesible para los inversores institucionales, que suelen tener ordenadores dedicados exclusivamente a detectar y aprovechar estas oportunidades de arbitraje. Además, estos inversores institucionales tienen acceso a una financiación más barata que un inversor particular y a unas comisiones más bajas y eso hace que necesiten diferencias más pequeñas entre contado y futuro para que el arbitraje les resulte rentable. Siguiendo con el ejemplo, si las acciones del Santander están a 15 euros y el precio teórico del futuro es 15,10 euros un inversor particular necesitaría que el futuro cotizase a 15,30 (por ejemplo) para que le sea rentable el arbitraje pero un banco sólo necesitaría que el futuro llegase a 15,15 (por ejemplo) para hacer un arbitraje rentable. Mucho antes de que el futuro llegase a 15,30 los arbitrajistas institucionales habrían lanzado sus órdenes y habrían situado el precio del futuro en línea con el del contado.

La utilidad de conocer el arbitraje para un inversor particular es saber que en todo contrato de futuros que sea líquido en cualquier momento va a poder comprar y vender a un precio igual o muy cercano al precio teórico. Esto es muy importante, ya que antes de operar con cualquier instrumento de inversión hay que asegurarse de q ue salir va a ser tan fácil como entrar.

En los índices bursátiles el arbitraje funciona de manera similar pero su cálculo y ejcución es mucho más complicado porque hay que tener en cuenta la cotización de todas las empresas que forman dicho índice y su ponderación en el mismo.

3.3 GARANTIAS EN LAS OPERACIONES

Las garantías constituidas a favor de la Cámara de compensación garantizan todos las cantidades que son debidas a MEFF por los clientes o los miembros obligados a constituirlas, en relación con las transacciones realizadas en el mercado.

El comprador y el vendedor no tienen una relación direc5ta en el mercado, sin que MEFF, en sus variantes de renta fija y renta

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