Racismo en Puerto Rico.

        Tradicionalmente el racismo ha estado vinculado a los peores crimines que se han realizado contra la humanidad. Atrocidades como el genocidio, el uso de servidumbre y la esclavitud solo son ejemplos de lo anterior. Por tal situación, se considera como una de las más despreciables ofensas que puede existir contra la dignidad humana y la violación a los derechos humanos que posee cada individuo. El concepto de racismo se define como un sentimiento y comportamiento que defiende la superioridad de una raza frente a las demás. Usualmente, esta definición hace uso a la necesidad de mantener aislada o separada a la persona discriminada del resto de la sociedad. Una persona racista cree tener el control de otorgar, retener derechos o privilegios basándose en la raza de las personas y se  rehúsa a  asociarse con personas por su raza.

        El racismo, no es otra cosa que una de las tantas formas de discriminación y mala auto identidad que se pueden observar de distintas maneras en el día a día dentro de  Puerto Rico. Un gran ejemplo de esto lo fueron los resultados  del censo 2000. Según los resultados, la población de Puerto Rico un 80%  se identifica como de raza blanca. No hay duda en que esas cifras no solo son erróneas para cualquier persona que ha estado y ha visitado la isla, si no que visualmente es imposible y culturalmente decepcionante. Los resultados demuestran no solo un fallo social, en el que todos estamos implicados, si no que indican que existe un racismo interno en  Puerto Ricio entre sus ciudadanos aunque muchos de ellos no quieran  aceptarlo.

        En Puerto Rico se encuentra el factor de multiculturalismo, entiéndase como la coexistencia de diferentes culturas. Aun cuando se muestra este gran factor, hay personas que no aceptan el hecho de que tengamos características similares de descendencia negra; por no decir las mismas. De hecho, por dicha descendencia negra, nuestra cultura es influenciada principalmente. A pesar de ello, Janet Crespo menciona que ocho de cada 10 dominicanos  que residen en el país han sido víctimas de discrimen racial, xenofobia y explotación laboral.

        La Comisión de Derechos Civiles de Puerto Rico dice: “El racismo no es un asunto trivial ni un prejuicio social inconsecuente. Todo lo contrario. El racismo es como un cáncer que progresivamente atenta a miles de vidas en Puerto Rico. El racismo niega los derechos civiles, la seguridad y la participación en la vida pública de muchos ciudadanos, lo que constituye una amenaza a nuestro sistema democrático y a la cohesión de nuestro pueblo.” Debido al discrimen muchas personas negras no pueden tener una educación favorable, un empleo justo y ni siquiera una vivienda en óptimas condiciones. Esta situación crea un constructo social, donde si eres negro la propia sociedad se encargara de hacerte sentir de cierta forma inferior a los demás, aunque esto no sea lo correcto.

En el aspecto de la educación, en la mayoría de los libros (desde la educación preescolar) solo se ven personas blancas en las lecturas. Es cierto que un niño no tiene la malicia de diferenciar color pero a medida que crece, el joven puede empezar a enfrentarse con dudas e inquietudes sociales como por ejemplo el racismo. Hay que aclarar que el entorno familiar es una variable importante en el desarrollo del niño. En el ámbito laboral es donde una persona negra notara que a pesar de que Puerto Rico es un país esencialmente negro, las posiciones de poder y puestos importantes están ocupados por personas de pieles claras. Desde el momento de la entrevista para muchos patronos el color de piel es importante según el puesto que se esté solicitando.

¿Por qué se nos hace tan difícil aceptar el problema racial en Puerto Rico? El problema del racismo debe aplicarse como una dificultad macro y micro en las relaciones sociales de hoy día. No tan solo deberíamos culparnos a nosotros mismos por esto, puesto que considero que se trata de una conducta observada aprendida. A continuación mencionare algunas de mis causantes a la negación.

Primeramente, tenemos a un “guía” (Estados Unidos) que se ha encargado de deteriorar  nuestra estructura histórica cultural haciéndonos creer que somos parte de ellos y físicamente parecidos (blancos, rubios y de ojos claros). Para no adjudicarle toda la culpa, admitiré que tal vez seamos nosotros que queremos parecernos a ellos. Se nos enseña en las clases de historia  a considerarlos “mejores”; Pero no entrare en detalles, ya que se emprendería otro problema social identificado como el defecto que hay en la identidad nacional en la isla.

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