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Resumen Del Pequeño Cerdo Capitalista


Enviado por   •  4 de Agosto de 2014  •  25.616 Palabras (103 Páginas)  •  626 Visitas

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Para todo hay…

La mayoría de la gente acumula, pero hasta ahí. La idea es que estos recursos se multipliquen.

¿Cuál es el principio de las inversiones? En finanzas las ganancias vienen del potencial que tiene cada

peso de generar más dinero.

Imagínate que una empresa quiere comprar una nueva máquina para aumentar 20% su producción. Si tú

les prestas dinero estás contribuyendo a que ellos puedan hacer más productos, vendan más y ganen más.

Lo lógico es que te paguen el monto que les diste como crédito más un premio, que viene justamente de

ese “extra” que ellos logran hacer gracias a tu dinero.

Los instrumentos bancarios funcionan igual: tú depositas el dinero en una cuenta de ahorro o un

producto de inversión, ellos lo utilizan para darle crédito a otras personas —ya sea vía una tarjeta de

crédito, un crédito personal o un hipotecario— les cobran intereses y comisiones, y de ahí sacan el

rendimiento que te pagan.

Las inversiones pueden abarcar productos financieros, franquicias, negocios propios o en los que

entramos como socios capitalistas, compra de bienes inmuebles, incluso seguros dotales —seguro de

vida con un componente de ahorro o para un fin específico como la educación. Qué elegir depende de tu

situación, qué quieres lograr, incluso, el tiempo que puedas dedicarle.

Tus metas, lo más importante que debes

saber para invertir

Escena clásica: llega el “H” asesor de fondos, al cual llamaste después de haberte hecho bolas con cinco

o seis compañías, el de la institución que te recomendó tu cuate o simplemente el que elegiste de tin-

marín.

El trajeado sujeto empieza a expulsar a cien kilómetros por hora palabras como “renta variable”,

“fondo de cobertura”, “interés compuesto”, “rendimiento histórico”, y una de tres: o terminas mareado y

le das la lana, tras persignarte para que todo salga bien; te zambute un fondo que era como la promoción

del mes y al final del año no sabes si ganaste o perdiste, o de plano sales huyendo.

Ese es el camino difícil, pero el más fácil es hacer las cosas a TU modo: dile para qué quieres el

dinero, cuándo piensas utilizar cada cantidad y qué tanto puedes arriesgar ese dinero, porque en realidad

son los únicos factores que importan para decidir qué instrumentos son los adecuados para ti.

¿Por qué? Cada instrumento tiene un nivel de riesgo diferente y está hecho para un plazo determinado.

Si realmente quieres sacarle jugo a tus inversiones y evitarte sorpresitas desagradables al momento de

retirarlo, debes pensar más en cuándo vas a usarlo que en el instrumento, llámese bolsa, fondo de deuda,

divisas…

Esto aplica también para inversiones que no son en instrumentos sino, por ejemplo, en un negocio: ¿el

dinero que le piensas meter va a generar intereses para cuando los necesites o lo usarás cuando apenas

esté arrancando? En el segundo caso, como el primer año de cualquier empresa jala más recursos que los

que genera, no podrías entrarle porque no va con tus metas.

En términos generales puedes catalogar las metas o necesidades en corto —de hoy a seis meses—,

mediano —seis meses a un año— y largo plazo —de un año hasta la eternidad. Entre más pronto vayas a

usar el dinero, menos riesgo debe tener tu elección de inversión.

Los instrumentos tienen cuatro variables que te deben importar:

Liquidez. Cada cuánto tiempo puedes disponer de tu dinero y qué penalizaciones pagas si necesitas

sacarlo antes. Esto también aplica para qué tan rápido podrías vender un bien (ejemplo, un

centenario), sin que fuera castigado su precio.

Horizonte. Cuál es el periodo ideal que tu dinero debe estar invertido para que genere rendimientos

óptimos de acuerdo con el nivel de riesgo que asumes.

Rendimiento. Cuánto dio en el pasado, que no es una garantía de lo que pasará en el futuro, pero te

da una idea.

Riesgo. Cuál es la posibilidad de que algo salga mal y si así fuera, necesitas saber cuánto puedes

perder.

Digamos que tienes $10 000 y que en seis meses vas a comprar un boleto de avión que cuesta $5 000,

quieres dejar $3 000 para emergencias y $2 000 no los utilizarás por lo menos en los próximos dos años.

Puedes invertir en corto, mediano y largo plazo.

Para los $3 000 necesitas un instrumento de liquidez diaria, y entonces lo más lógico es que te ofrezcan

un fondo de deuda que da entre 3% y 4% de rendimiento anual, que no es nada para escribir a casa, pero

es el costo de tener el dinero disponible para cualquier eventualidad.

Para los $5 000 necesitas algo seguro donde puedas disponer en seis meses sin que haya cambios.

Puede ser un fondo de mediano plazo que dé hasta 6 por ciento.

Como los $2 000 no los usarás en este momento, puedes meterlos a un fondo de mediano a largo plazo,

por ejemplo uno que invierta en Bolsa, que pueden dar en promedio 30% anual, aunque hay de años a

años. En 2008 la Bolsa cayó aproximadamente -24.23% y en 2009 ganó 43.52 por ciento.

Puede sonar complicado, pero todo se reduce a tener claras las metas financieras que tienes y respetar

los tiempos de inversión de cada instrumento. Cuéntale eso a tu asesor y él podrá traducirlo al fondo

adecuado, en vez de perder el tiempo con tecnicismos. Más adelante puedes leer y aprender sobre el

tema, pero de entrada lo más importantes es conocer la temporalidad de tus planes.

¡Deja de ningunear tu dinero! El primer paso para obtener buenos rendimientos

Si hay algo que me sorprende es ¡cómo nos da por “ningunear” nuestro dinero! Me han llegado muchas

consultas donde las personas preguntan qué hacer con sus “centavitos”, acompañando la duda con frases

como: “Yo sé que no es mucho, pero a ver qué opciones hay” o: Es un pequeño capital pero…”

...

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