Simon Rodríguez Maestro De America
Enviado por VICTOR01010 • 7 de Octubre de 2012 • 753 Palabras (4 Páginas) • 453 Visitas
Biografía de Simón Rodríguez
Simón Rodríguez nació en Caracas el 28 de octubre de 1769. Fue niño expósito, por lo que fue criado en la casa del sacerdote Alejandro Carreño, quien le inculcó el amor por la lectura y las humanidades.
Desde 1791 ejerció como maestro de lectura y escritura para niños. Poco después tuvo entre sus alumnos al futuro Libertador Simón Bolívar. Influenciado por la ideas de Rousseau, dictaba sus clases en contacto con la naturaleza, sin la rigidez de las escuelas tradicionales.
En 1797, se involucró en una conspiración antiespañola, y al ser descubierto tuvo que huir a Jamaica adoptó el nombre de Samuel Robinson. Luego pasó a Estados Unidos y Francia. Estando en París, en 1804, se rencontró con su ex alumno Simón Bolívar y juntos emprendieron un viaje por varios países de Europa. Estando en Roma, en 1805, fue testigo del famoso Juramento de Simón Bolívar, quien anunció que no descansaría hasta lograr la Independencia del Nuevo Mundo.
Entre 1806 y 1823, Simón Rodríguez trabajó como maestro en diversas escuelas de Alemania, Prusia, Rusia y Holanda. Regresó a América en 1823, e impulsó la fundación de escuelas y talleres en Colombia y Bolivia. Posteriormente trabajó maestro y escritor en Perú, Chile y Ecuador. Siempre insistió en la educación popular como la base del progreso de las naciones. También inculcó el pensamiento creativo, el razonamiento científico, el desarrollo tecnológico y la originalidad.
En 1853, se estableció en Amotape (Piura, Perú) junto a su hijo José. En esta localidad falleció el 28 de febrero de 1854. Sus restos reposan en el Panteón Nacional de Caracas, Venezuela.
Los ideales de Simón Rodríguez
Se ha de educar a todo el mundo sin distinción de razas ni colores. No nos alucinemos: sin educación popular, no habrá verdadera sociedad.
Instruir no es educar. Enseñen, y tendrán quien sepa; eduquen, tendrán quien haga.
Mandar recitar de memoria lo que no se entiende, es hacer papagayos. No se mande, en ningún caso, hacer a un niño nada que no tenga su “porque” al pie. Acostumbrado el niño a ver siempre la razón respaldando las órdenes que recibe, la echa de menos cuando no la ve, y pregunta por ella diciendo: '¿Por qué?'. Enseñen a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el por qué de lo que se les mando hacer, se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad, como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos.
En las escuelas deben estudiar juntos los niños y las niñas. Primero, porque así desde niños los hombres aprenden a respetar a las mujeres; segundo, porque las mujeres aprenden a no tener miedo a los hombres. Los varones deben aprender los tres oficios principales: albañilería, carpintería, herrería, porque con tierras, maderas y metales se hacen las cosas más necesarias. Se ha de
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