Corrientes pedagogicas contemoraneas.
Enviado por anghelaurbano • 21 de Diciembre de 2016 • Ensayo • 2.025 Palabras (9 Páginas) • 246 Visitas
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A través de la historia se han planteado diferentes corrientes pedagógicas, con el fin de explicar, describir, conducir y permitir la comprensión de la educación ante las exigencias del contexto para dar respuesta a la formación del ser humano y a las implicaciones que tiene profesión docente y aula de clase.
La educación es trazo de la imagen de sociedad construida por los colectivos humanos. Está siempre en la preocupación de todas las esferas de un país; se trata de adoptar medidas aceptables, las cuales puede definir la suerte futura de talentos, la orientación de las generaciones de humanos quienes guiarán los destinos de las múltiples actividades humanas.
Se entiende que la tarea educativa, es una compleja red de procesos e interacciones, donde la centralidad está referida a al ser humano en sus múltiples inteligencias y condiciones de afecto, formas de representarse el mundo y aproximarse a él. Pero en la realidad educativa hay una escasa efectividad para producir cambios reales en las prácticas pedagógicas o políticas. Los paradigmas se imponen y tienen una suerte de vida en la sociedad, que permite que ellos surjan, se mantengan, mimeticen, se recompongan, hasta que llega un paradigma, con mayor fuerza que los reemplacen.
En este sentido el Positivismo es un paradigma aún vigente en políticas y prácticas educativas.
Un postulado frecuente resulta referido a cierta objetividad y fin último del conocimiento humano. Es algo así como: si el pensamiento es resultado de interacciones neuronales, y ellas producto de reacciones biofísicas y químicas. En un reconocido debate surgido en el siglo pasado, Karl Popper (1994) reproduce el dilema que anunciamos; y nos plantea un debate en filosofía de la ciencia entre e objetivismo, el materialismo y la metafísica: “Yo no soy materialista escribió Haldane, porque, si el materialismo es verdadero, me parece que no podemos saber que lo es. Si mis opiniones son el resultado de los procesos químicos que tienen lugar en mi cerebro están determinados por las leyes de la química, no por las leyes de la lógica”.
Se puede apreciar a partir de estas afirmaciones, la pretensión que alcanzara el positivismo en su visión extrema. Reducir toda posibilidad de la experiencia humana en favor del entusiasmo por la ciencia positiva. Por sus leyes y axiomas, y por supuesto por el método denominado científico.
Claro, estamos frente a un desarrollo de la innovación de tal magnitud que en el mundo contemporáneo sería imposible pensar en totalidades y en verdades absolutas, tal como lo pensaron Bacon, Emile Durkheim o Augusto Comte en la Europa de la modernidad.
En nuestro medio, afortunadamente pensadores propios, advirtieron esta celosa trampa que nos plantea esta actitud del positivismo mecanicista. Un gran pensador y crítico como Estanislao Zuleta (1998), nos advertía:
“la Ciencia no tiene punto final. No busca un estado de descanso, de reposo absoluto de la mente en una respuesta global y definitiva; por el contrario, multiplica las inquietudes y las preguntas cada vez que se llega a un nuevo descubrimiento.”(p.85)
Con ello visualizamos los límites que en sus propios desarrollos representa, el trabajo y la cultura para generar una atmósfera favorable al desarrollo de la ciencia y la innovación.
De manera especial, por ese atributo que reafirma Zuleta de la Ciencia como el lugar de las preguntas inacabadas, de las certezas parciales, de la aventura por el conocimiento. Y no simplemente como recetas rígidas, donde ya todo está determinado por postulados y verdades absolutas.
La modernidad es un hito en la historia, y lo que pasa es que las teorías van más adelante que las practicas humanas y hay pueblos que no asimilan rápidamente los adelantos científicos, entonces las teorías van siempre delante de la práctica.
La teoría no es coherente con la práctica y en ocasiones decimos, que estos países aun no estan en la época Moderna , no se ha podido despegar de allí, porque se ha tenido unos problemas gravísimos, entre otros los Colonialismos y las imposiciones , entonces es difícil comprender los fenómenos teóricos aplicados a nuestro espacio , a nuestro diario vivir porque a un no hemos asimilado la modernidad.
En los sistemas educativos, incluyendo el nuestro; resulta que ha incursionado una versión que reproduce el positivismo; frente a lo que pueden representar corrientes de pedagogías activas. Y resulta representado, por la ley del menor esfuerzo. Donde el saber y la ciencia ya está dado, donde toda la tarea educativa se reduce a buscar una aplicación de los contenidos; una memorización de los mismos. Entonces, nos enorgullece de la tarea educativa del aula que un tiempo se limitó a textos escolares y ahora se extiende al uso de guías ilustradas o “talleres” que son, no solo una copia fidedigna de armazones de grupos de saberes de contenidos descontextualizados, que alguien coleccionó y volvió negocio con las editoriales dedicadas a la materia.
Es tal la falta de aprecio por la producción en contexto, que no permite visualizar la diversidad de manifestaciones culturales que forman un crisol diverso en nuestro país; y que han impedido una educación y ciencia endógena que sepa resolver asuntos y problemas propios de las colectividades humanas y a su vez, observe con otros lentes la relación con el sistema mundo.
Además existe un alto grado de aislamiento social; los docentes, padres de familia, estudiantes, etc., estan ajenos a la validación social de las propuestas pedagógicas. Las razones de este proceso no son similares para los diferentes actores sociales. En el caso de los docentes, es notorio que el problema se vincula, tanto en el deterioro en el proceso de su formación, con el tipo de organización político-escolar que los margina de cualquier participación en las decisiones. En el caso de los padres, los factores son formalmente los mismos, formación y participación en las decisiones aunque las alternativas y estrategias para resolverlos difieren considerablemente.
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