El Hombre Juega A Ser Dios

CLONACIÓN: UN ENCUENTRO ENTRE EL MUNDO GENETICO Y EL MUNDO NATURAL

Los progresos del conocimiento y avances de la técnica en la biología molecular, la genética y la fecundación artificial han hecho posibles la experimentación y la realización de clonaciones en el ámbito vegetal y animal.

Me acuerdo que aquella tarde, sentados en el escaloncito de mi casa, nos pusimos a recordar y a conversar acerca del documental de NATURAL GEOGRAPHIC, que habían presentado la semana pasada que hablaba de la clonación, la historia de Dolly, aquel primer animal clonado, generado a partir de una célula diferenciada o somática, sin que hubiese fecundación. Esa célula procedía de un cultivo de células obtenidas a partir de la ubre de la oveja que se quería clonar, pues eso era más o menos lo que alcanzamos a entender. Claro que gracias a las clases de biología de la seño Helga ya conocíamos lo suficiente de las células como para saber que las células de un determinado tejido cuando se mantienen vivas fuera del cuerpo; es decir, en cultivo no dan espontáneamente embriones, sino más células diferenciadas como ellas: lo que significa que no “recuerdan” cómo se lleva a cabo el programa embrionario.

Recuerdo que cada vez nos introducíamos más en el tema, todos daban diferentes puntos de vistas, ideas etc. Es más, se complementaban unos con otros como por ejemplo: Andrés quién mencionó, que para lograr que una de esas células “recuperase la memoria” y diera lugar a un nuevo ser, se recurrió a una técnica denominada transferencia nuclear: que trata de tomar el núcleo de esa célula, que es la parte que contiene el ADN y por tanto la información genética, y se fusiona con el citoplasma de un óvulo procedente de otra oveja, al que previamente se había eliminado el núcleo. Y Daniela recordó que en el caso de la oveja Dolly se utilizó un óvulo porque es una célula equipada para el desarrollo embrionario, y su citoplasma (el contenido que rodea al núcleo) sería de algún modo el entorno adecuado para que el núcleo de la célula adulta se reprogramara. Y, en efecto, dijo Carlos así fue: esa célula se transformó en un embrión unicelular y comenzó el sofisticado programa embrionario, de manera idéntica al que se obtiene por la fusión de un óvulo y un espermatozoide.

Luego, intervine con una consulta que encontré en varias fuentes de información, no me acuerdo si era en un libro o en una página web, diciendo que después de unos días de crecimiento in vitro el embrión se implanta inmediatamente en una madre de alquiler y 148 días después nace Dolly, una oveja genéticamente idéntica a la de partida. El proceso de obtención de Dolly fue muy costoso, y en la actualidad no se ha mejorado mucho. Dolly fue el único resultado positivo de 277 intentos, a partir de los cuales se consiguieron 29 embriones, muchos de estos no llegaron a desarrollarse y

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