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Guia Heridas


Enviado por   •  22 de Julio de 2012  •  1.863 Palabras (8 Páginas)  •  609 Visitas

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1. Introducción al cuidado de las heridas

El cuidado de las heridas no es una ciencia exacta y depende principalmente de la observación clínica y la experiencia del profesional. Por este motivo, la buena formación y el conocimiento de los profesionales de la salud siempre serán factores imprescindibles en el cuidado de las heridas.

Los profesionales que trabajan con el cuidado de las heridas siempre deben tener en cuenta que:

• Las heridas cicatrizan mejor en un medio ambiente húmedo. Desde el descubrimiento de este hecho en los años 60, existen en el mercado apósitos diseñados para facilitar la cicatrización creando un medio ambiente húmedo.

• Lo más importante en el cuidado de las heridas es diagnosticar y tratar la causa subyacente de la lesión. Este paso es fundamental para conseguir la cicatrización y obtener los mejores resultados con la utilización de apósitos modernos de cura en ambiente húmedo.

• Dado que la curación de una herida depende del estado general de salud del paciente, la valoración integral del mismo es esencial para la planificación y evaluación del tratamiento de la lesión.

Basado en estas consideraciones, el cuidado de las heridas se puede resumir en un proceso de 3 pasos:

1. VALORAR: Valoración del paciente y de la herida.

2. TRATAR: Tratamiento y elección de apósito(s).

3. EVALUAR: Evaluación de la progresión de la herida, y modificación del tratamiento si los resultados no son satisfactorios.

La Guía de Bolsillo para el Cuidado de las Heridas ha sido desarrollada por Coloplast en colaboración con médicos y enfermeros, basándose en observaciones clínicas y en la experiencia acumulada de los profesionales.

VALORAR

2. Valoración del paciente

• Historial médico relevante para la curación de la herida. Por ejemplo, patologías específicas como:

o Diabetes

o Enfermedad vascular

o Deficiencia inmunitaria

o Trastorno del tejido conectivo

o Alergia

• Medicación

• Estado vascular (por ejemplo, signos de arteriosclerosis y/o enfermedades venosas)

• Estado nutricional

• Estilo de vida

• Tabaquismo, consumo de alcohol, etc.

• Movilidad reducida

• Relación social inadecuada, apoyo de cuidadores, capacidades para autocuidarse

• Situación socio-económica

• Problemas psicológicos/psiquiátricos

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3. Valoración de la herida

Es necesario realizar una valoración de la herida para poder elegir el apósito adecuado.

Valoración inicial:

• Relacionar la úlcera con el historial médico del paciente. Por ejemplo úlcera de pie diabético, úlcera por presión, úlcera vascular

• Confirmar las causas de la lesión

• Localización de la herida

En cada cambio de apósito se debe valorar cuidadosamente la herida y anotar los siguientes parámetros:

• El tamaño de la herida

• Las características del lecho ulceral (necrosis, granulación, infección)

• Nivel de exudado (bajo, moderado, alto)

• Olor (inexistente/presente)

• Comprobar si existe dolor relacionado con la herida (dolor persistente, dolor puntual)

• Comprobar si hay signos clínicos de infección (calor, edema, dolor, olor, incremento en la cantidad de exudado, exudado purulento, eritema, tejido de granulación anormal o ausente)

• Observe el estado de la piel periulceral (normal, edematoso, blanco, con brillo, caliente, enrojecido, seco, escamoso, fino, etc.)

TRATAR

4. Consideraciones a tener en cuenta sobre el tratamiento

Lo más importante en el cuidado de las heridas es diagnosticar y tratar la causa subyacente de la lesión. Este paso es fundamental para poder crear las condiciones óptimas para la cicatrización.

Durante la valoración inicial de la herida deben considerarse los siguientes parámetros para poder elegir el tratamiento adecuado:

• Úlceras vasculares - Confirmar la etiología de la lesión, por ejemplo venosa o arterial. Cuando se trata de úlceras con componente arterial se deben extremar las precauciones y revisar frecuentemente la herida por el elevado riesgo de infección. (Referir al especialista).

• Úlceras de pie diabético - Se deben extremar las precauciones y revisar frecuentemente la herida por el elevado riesgo de infección. (Referir al especialista).

• Úlceras cavitadas - Elegir un apósito apropiado para las cavidades.

• Sinus y fístulas - Aclarar causa, tamaño y profundidad (referir al especialista).

• Úlceras por presión - Aliviar o eliminar la presión para evitar la agravación del daño tisular.

• Hable con el paciente sobre lo que más le preocupa con respecto a la herida.

Ejemplos: Una úlcera de origen venosa se debe tratar con terapia compresiva, mientras que a las úlceras arteriales nunca se debe aplicar una terapia de compresión.

Confundir el tratamiento de las úlceras puede perjudicar seriamente la salud del paciente. En el tratamiento de una úlcera por presión el primer paso consiste en aliviar la presión de la zona afectada, y posteriormente se realiza el cuidado local de la herida. En caso de duda con respecto al tratamiento, siempre se debe pedir la opinión de un especialista o consultar los protocolos de actuación locales.

5. El tratamiento se debe basar en la valoración continua de la herida durante los cambios de apósito

La valoración de la herida proporciona la información necesaria para tomar las decisiones adecuadas con respecto al manejo de la herida. Las decisiones se deben basar en la causa subyacente de la herida. Los objetivos de los cuidados deben centrarse en resolver los problemas que pueden presentar la herida y en crear unas condiciones que permitan la progresión de la herida hacia la cicatrización. Se deben establecer plazos de tiempo límites para cada uno de los objetivos definidos.

Una metodología sencilla consiste en clasificar la herida según el color del tejido del lecho ulceral.

6. En cada cambio de apósito se deben valorar y anotar los siguientes parámetros:

• El tamaño de la herida - ¿La herida progresa hacia la cicatrización?. ¿Se ha logrado por lo menos evitar el deterioro de la lesión?. Para la valoración de la herida, elija un método sencillo que pueda ser utilizado repetidamente por sus compañeros. Por ejemplo, medir el ancho y el largo máximos de la herida.

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