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Química Orgánica


Enviado por   •  9 de Febrero de 2014  •  1.889 Palabras (8 Páginas)  •  248 Visitas

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Líquenes:

se recolectan junto con el tejido donde viven y se preparan con técnicas de histología. La mayoría de las muestras de líquenes pueden ser

recogidas fácilmente, las puedes obtener de la corteza de los árboles, de sus ramas, del suelo, de rocas, etc. Solamente cuando sea necesario use una espátula para remover líquenes (principalmente líquenes crustáceo) Para obtener muestras se hace necesario que los sustratos no presentan evidencias de actividad humana, por Ej.: pintura, cubiertas de papel, tratamiento con plaguicidas; o daños causados por animales. Es importante que los estudiantes cuenten al inicio con la guía del docente, para que aprendan a distinguir los líquenes. Es preferible usar varios árboles por sitio y emplear la cobertura promedio. A medida que vayan recogiendo muestras de líquenes, numeren cada una. Usen la lupa para examinar los detalles. Primero, anoten sus datos en la hoja de datos de líquenes, y después coloquen cada liquen en la cajita, en el espacio numerado correspondiente. Los líquenes que son muy grandes para los espacios de la cajita, pónganlos en una bolsa apropiada. Comparar la cobertura en el lugar estudiado (ejemplo, calles mas traficadas por vehículos motorizados del pueblo o la ciudad, sectores cercanos a centros industriales, sectores cercanos a plantas de celulosa) con la cobertura en un área rural de clima parecido.

• No utilizar nunca rastrillos, azadas o cualquier otra herramienta que pueda alterar la capa superficial del suelo, pues el micelio, la parte vegetativa del hongo, puede quedar dañado e impedir o limitar la fructificación del hongo en años posteriores.

• Cuando se encuentre un grupo de setas, es conveniente respetar los ejemplares viejos, rotos o alterados, así́ como los jóvenes o inmaduros, pues facilitarán la diseminación de la especie. También aquellos que no vayan a ser objeto de recolección, pues, muchos de ellos, contribuyen a la descomposición de la materia orgánica y son fuente de alimento para muchos animales.

• Recolectar las setas muy jóvenes puede ser bastante peligroso, pues son más difíciles de identificar y se pueden confundir con facilidad.

• Es importante no llevar en el mismo cesto las setas que son con seguridad comestibles y las dudosas, puesto que los fragmentos de las últimas, o simplemente sus esporas, pueden ocasionar alteraciones graves en las primeras.

• Hay que tener precaución con aquellos ejemplares que se han helado o empapado tras varios días de lluvia, no sólo porque es más fácil que se estropeen, sino también porque su posible cambio de aspecto y color pueden dar origen a equívocos.

• Si vamos a recolectar setas para su consumo, es conveniente cortarlas por la base del pie con ayuda de un cuchillo o navaja. Pero si, por curiosidad o interés, queremos reconocer una especie, es mejor recogerla entera para facilitar el trabajo del especialista, tapando posteriormente el hueco dejado en el suelo. Así favoreceremos que el micelio no quede al descubierto y se reseque.

• Es conveniente limpiar las setas de tierra con un pequeño cepillo antes de depositarlas en la cesta e intentar colocarlas con el sombrero boca abajo para evitar que se llenen de tierra.

• No recoger las setas en lugares con alto riesgo de contaminación: cunetas de carreteras y caminos, campos de cultivo fumigados, áreas industriales, vertederos, jardines urbanos, etc., pues los hongos tienen facilidad para acumular compuestos como metales pesados tóxicos para el consumo.

• No recoger nunca especies con volva, anillo y láminas blancas (Amanita); parasoles pequeños o medianos (Lepiota); setas muy pequeñas que vivan en madera o restos orgánicos (Galerina) o que crezcan en praderas (Inocybe). La gran mayoría de ellas son tóxicas.

• Y finalmente procurar que nuestro paso por el campo no deje huellas. Debemos llevarnos a casa los posibles desperdicios que podamos generar durante nuestra estancia en el monte.

BRIOFITAS

Es preferible recolectar los ejemplares en bolsas o envolturas de papel, pues mantienen una mejor calidad cuando se secan en las bolsas donde se van a almacenar. Para el secado, los ejemplares se extienden sobre o dentro de las envolturas. El secado es crucial; los ejemplares pueden pudrirse o volverse quebradizos si no se secan adecuadamente. El uso de un pequeño marco de madera, inserto dentro de la envoltura, ayuda a proteger ejemplares delicados y a mantener su forma tridimensional En especies con ejemplares gran- des, éstos deben presionarse ligeramente en papel perió- dico para que no estén muy abultados cuando se empaque- ten, pero no se requiere el prensado como en las plantas vasculares; la presión deforma los tallos y puede modificar la posición de las cápsulas (Delgadillo, 1986). Los musgos no son susceptibles a los hongos, pero si permanecen húmedos pueden continuar creciendo, frecuentemente en forma muy diferente a la normal e imposibilitar la identificación posteriormente. Musgos tales como Sphagnum retienen el agua, a menos que se expriman bien cuando se recolectan. Con las briofitas, un problema a encarar es contar con un espacio grande para el secado de los ejemplares.

A diferencia de las plan- tas vasculares, se requiere recolectar menor cantidad de material. Dos muestras de 13.5 x 10 cm o del tamaño de la palma de la mano son suficientes. Es necesario recolectar ejemplares con esporofito pues con frecuencia éste es necesario para la identificación. La forma del ejemplar se puede moldear si se humedece con agua; esto se hace con- forme a los patrones de crecimiento natural, de tal manera que las estructuras importantes sean visibles. No es conveniente recolectar plantas si se sospecha que la especie está declinando en número, en su lugar se toman fotografías.

Los ejemplares

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