Salud Mental

Uno de los efectos que tiene este problema es la pérdida progresiva de las capacidades funcionales debido a la escaza estimulación recibida por parte de las voluntarias, quienes no tienen las competencias necesarias ni los conocimientos para saber cómo ayudar y estimular a los beneficiarios en distintas áreas, entonces por ejemplo, en el caso de la falta de estimulación psicomotora, esta podría llevar a deterioro y perdidas en las capacidades motoras como la caminata, la motricidad, etc; mientras que la falta de estimulación a nivel comunicacional podría afectar las funciones cognitivas e incluso intelectuales de estar personas (Cornachione, 2008), lo que como sub efecto podría ocasionar ciertas discapacidades (cognitivas, físicas, etc), propiciar el desarrollo de enfermedades psiquiátricas, aumentar el riesgo de mortalidad, hospitalizaciones, etc (Satorres, 2013).

Satorres, E. (2013). Bienestar psicológico en la vejez y su relación con la capacidad funcional y la satisfacción vital. Tesis Doctoral. Universidad de Valencia, Facultad de psicología, Valencia, España.

Referencia n°1 (la tengo en mi casa así que cuando llegue la mando)

Otro de los efectos provocados por los escases de conocimientos y competencias de las voluntarias sobre cómo trabajar con los beneficiarios es que se da un mantenimiento de la exclusión social de estos, quienes al no ser incentivados por las voluntarias a tener una participación más activa en comunidad, por no saber cómo hacerlo, se van excluyendo aún más y dificultando la integración a la sociedad, lo que además se ve reforzado por esta leve forma de institucionalización que se da en los beneficiarios dentro de la casa de acogida (Montenegro & Soler, 2013).

Montenegro, A. & Soler, M. (2013) Dependencia social en la vejez: pobres en formación, en pensión y en vivienda. Enfermería global, 12 (32), 147-163.

También se identifica otro efecto que se produce a partir de este problema, que es la falta de atención a las necesidades emocionales y personales de los beneficiarios, ya que las voluntarias al no tener los conocimientos y competencias suficientes para atender a estas de manera efectiva, solo se concentran en las de tipo material (alimentación, ropa) o instrumental, y dejan por ende de lado el acompañamiento cotidiano y el apoyo emocional y cognitivo a los beneficiarios (Pelcastre, Treviño, Gonzales & Márquez, 2011), lo cual podría además traer otros sub efectos negativos, ya que esta falta de atención a las necesidades emocionales de las personas, sobre todo cuando están en una edad avanzada, podrían desembocar en una falta de regulación de las experiencias emocionales y problemas en la energía física de los beneficiarios (Gerrig & Zimbardo, 2005).

Pelcastre, B., Treviño, S., Gonzales, T. & Márquez, M. (2011). Apoyo social y condiciones de vida de adultos mayores que viven en la pobreza urbana en

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