Software mexicano para descubrir el rostro del delito

Software mexicano para descubrir el rostro del delito

Sobre la tecnología para la identificación de las personas con fines judiciales, en México se cuenta con el sistema CARAMEX para la elaboración de retratos hablados, asistido por computadora desarrollado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el cual opera en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

Es un sistema único en el mundo para la identificación y ubicación de presuntos delincuentes, dado que la característica fundamental del mismo es que cuenta con una base de datos, integrada por los rasgos físicos característicos del mexicano, con un análisis morfológico por regiones.

Con él se elaboran retratos hablados que han permitido la captura de delincuentes como Juana Barraza la “Mataviejitas” presunta homicida serial de mujeres de la tercera edad y con el cual se realizo la imagen del hombre al que le estallo una bomba en la Zona Rosa en el 2008.

El proyecto de investigación denominado “ La Cara del Mexicano” inició en 1993 y culminó en 1996 con un costo de 700 mil pesos. El especialista detalló que fue relativamente barato diseñar el sistema, aunque llevó varios años concluirlo. Es en 1997 cuando comienza a utilizarse en la PGJDF y actualmente se tiene la versión 2 del sistema, con un costo de 20,000 pesos.

Caramex permite millones de combinaciones posibles para la elaboración de retratos hablados, que se realizan más rápido y con mayor exactitud que los hechos a lápiz por retratistas, señalaron los investigadores. El archivo final está constituido por características faciales: tipos de cara, orejas, tipo de cabello, ojos, cejas, nariz y hasta lunares o arrugas. Los demás archivos contienen los accesorios como lentes o aretes, a veces necesarios para una posible identificación.

La víctima de un delito llega con el perito encargado de Caramex, quien muestra una serie de plantillas, de la cual se elige cada uno de los rasgos faciales, que se van colocando en la pantalla hasta lograr la imagen del rostro de un sospechoso.

El sistema también es utilizado en el Laboratorio de Antropología Forense del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM ya que hace posible la reconstrucción facial escultórica a partir de la estructura del cráneo. Esta herramienta ha sido utilizada con fines museográficos y para identificar cadáveres.

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