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TEORÍAS DEL DESARROLLO EN EL CICLO VITAL


Enviado por   •  26 de Marzo de 2022  •  Tarea  •  21.988 Palabras (88 Páginas)  •  203 Visitas

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CAPÍTULO I

TEORÍAS DEL DESARROLLO EN EL CICLO VITAL

TEORÍAS DEL DESARROLLO EN EL CICLO VITAL

“Ahora quiero hechos. Enseñar a estos niños y niñas nada más que hechos. En la vida sólo se buscan hechos. No plante otra cosa, señor, y arraigarán por doquier…

¡Aférrese a los hechos!”

Estoy frente al mostrador en la tienda de Peitier. Detrás están mi papá, el padre Paradis, el señor Peltier y Ricketts, el policía local. “Yo no fui, lo juro”, repito como si quisiera venderles algo. Pero esta vez de verdad soy inocente. El hecho es que fue Sylvia Tremblay la que ahogó a los tres gatos en un costal de yute en el que había metido una cacerolita de hierro fundido que robó de la tienda de Peltier. El que el costal viniera del granero que está a espaldas del establo de mi abuelo es casi lo único que me une al crimen. “Quizá de nuevo fue Sylvia”, dice mi papá. “¿Fue Sylvia?”, me pregunta el sacerdote y me pone en un terrible conflicto. Mentirle a un sacerdote… Casi percibo el olor de mi alma mientras la fríe. Me encojo de hombros. Es sólo media mentira, tal vez ni siquiera media, ¿qué significa encogerse de hombros? Y entonces Sylvia irrumpe en la tienda a comprar algo, para su mala suerte, porque ahora enderezan las actuaciones en su dirección. “Yo no robé los tatos, insiste, estaban abandonados. “Como advierte que casi ha confesado añade rápidamente: “Tampoco los ahogué”. Pero las bolsas de su chamarra, abultadas de cacerolas nuevas, revelan su culpabilidad. Bueno, en realidad no es su chamarra, puesto que viene del perchero de la tìa de Marie Boutin. Sus botas proceden de otra parte. Como no es la primera vez, la arrestan. Más tarde, de pie ante un juez, escucha una larga lista de las cosas que se supone ha hecho. Su mejor amiga, Cecile Watrin, está junto a ella y sostiene su mano. Las bolsas de Cecile están llenas de chocolates que Sylvia le dio. “Estos son los hechos”, dice el fiscal cuando termine de leer. Tiene el aire satisfecho y se aprieta las manos anticipando su triunfo. El juez sopesa los hechos unos momentos antes de pronunciar su veredicto: “Esta niña es cleptómana, dice, por eso roba cosas”.

El juez estaba totalmente equivocado. Quizá Sylvia era cleptómana, pero eso no explica por qué robaba cosas “Cleptomanía” es sólo una etiqueta, un nombre. Suponer que nombrar una cosa la explica es un error común llamado falacia nominal. Para explicar la conducta, se necesitan más que las etiquetas que sugieren los hechos.

Los hechos de la psicología del desarrollo son las observaciones que hacemos, las observaciones objetivas y repetibles que son la base de la disciplina. Pero los hechos aislados no llevan por fuerza al conocimiento; rara vez permiten hacer predicciones o influir en los resultados del desarrollo. Necesitamos ir más allá de los hechos; necesitamos formular teorías. De eso trata este capítulo, de las teorías que han elaborado los estudiosos del ciclo vital para comprender y explicar los hechos. Las teorías nos permiten ir más allá de los hechos.

Este capítulo se ocupa de teorías diseñadas para explicar el desarrollo normal y anormal de la personalidad (Freud y Erikson), teorías que pretenden explicar cómo aprendemos y cómo respondemos a las consecuencias de nuestras conductas (teorías del condicionamiento y del aprendizaje social), teorías que contemplan el desarrollo de los procesos y las capacidades mentales (teoría cognoscitiva de Piaget, teoría del procesamiento de información), teorías interesadas en las influencias de la cultura y el lenguaje en el desarrollo (teorías socioculturales de Vygotsky) y teorías que consideran la influencia de la biología en la conducta (sociobilogía y etología). Estas teorías proponen explicaciones distintas para el comportamiento de Sylvia Trembla y cada una puede llevar a clases diferentes de conocimiento”. *

Teorías psicológicas

En esencia, una teoría es una descripción y una explicación de observaciones. Una teoría puede ser tan específica y simple, dice Kuhn (1970), que sólo pretenda explicar una única relación. La convicción de mi abuelo de que beber un té de manera silvestre previene los resfriados en una teoría de ese tipo. Otra es la idea de que los cleptómanos son personas cuyas madres eran zurdas y se embarazaron una noche de luna llena de octubre. Estas suposiciones se denominan teorías ingenuas (o del sentido común) (Wellman y Gelman, 1992).

Casi todas las teorías que son importantes en el estudio del desarrollo humano son más generales. Constan de conjuntos de enunciados destinados a organizar y explicar observaciones relacionadas. Asimismo, la mayoría se basa en pruebas más objetivas y sistemáticas que las teorías ingenuas.

Propósitos de las teorías

El propósito de las teorías es explicar. La explicación es importante. Si podemos explicar algo, también seremos capaces de hacer predicciones al respecto y de controlar ciertos resultados. Por ejemplo, si pudiéramos explicar la compulsión de Sylvia por robar, podríamos predecirla antes de que ocurra o, mejor aún, erradicarla o convertirla en otra cosa, como un impulso irresistible a cantar arias de óperas italianas.

Las teorías no sólo tienen un aspecto muy práctico, son también una de las primeras guías de las ciencias para hacer investigación. En buena parte es una teoría, algunas veces burda, otras elegante y elaborada, la que indica al investigador dónde buscar una cura para el cáncer, cómo funcionará dicha cura cuando la descubra y cómo se aplica. De la misma manera, las teorías psicológicas señalan al investigador dónde y cómo buscar cambios cognoscitivos o de personalidad en el ciclo vital; también indican por qué es importante buscar tal cambio.

Evaluación de las teorías

¿Por qué, se preguntará, debe haber varias teorías si no son más que simples explicaciones de los hechos? Una razón es que cabe aprovechar diversas teorías para explicar hechos bastante diferentes. Incluso las teorías más generales del desarrollo no se basan en las mismas observaciones. Los teóricos eligen las observaciones que en su opinión hay que explicar. Más aún, dado el mismo conjunto de observaciones, no todos los teóricos llegarán a las mismas explicaciones. Por último, los hechos (o la verdad) son tan elusivos en la psicología del desarrollo como en cualquier otra parte. Nuestras observaciones suelen ser relativas, su exactitud sufre el efecto de la imprecisión de nuestra forma de observar (o medir), son válidas sólo en ciertas circunstancias y, en ocasiones, en individuos determinados, y están matizados por nuestras convicciones y expectativas.

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