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ESTRUCTURA DE LA MONOGRAFIA


Enviado por   •  28 de Abril de 2013  •  3.136 Palabras (13 Páginas)  •  527 Visitas

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ESTRUCTURA DE LA MONOGRAFIA

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN-----------------------------------------------------------------------------------1

I. CANON LITERARIO Y ESCRITURA FEMENINA EN MÉXICO DECIMONÓNICO----------------3

1.1. IMPORTANTES PERSONAJES DEL CANON--------------------------------------------------3

II. ROSA CARRETO, UN CASO ESPECIAL-----------------------------------------------------------5

2.1. LA VOZ OLVIDADA DE ROSA CARRETO------------------------------------------------------5

2.2. ROSA CARRETO: PROYECCIÓN Y RECEPCIÓN------------------------------------------------7

III. LA RECEPCIÓN ESTÉTICA EN “EL VOTO” Y “EL COSCOMATE” ----------8

3.1. HACIA UNA REFLEXIÓN SOBRE LA LEYENDA--------------------------------------------8

CONCLUSIÓN---------------------------------------------------------------------------------10

REFERENCIAS---------------------------------------------------------------------------------11

ANEXOS-------------------------------------------------------------------------------------------12

INTRODUCCIÓN

En algunos libros sobre historia o crítica de la literatura mexicana escrita en el siglo XIX se dice que las mujeres mexicanas no escribieron nada. Desde Sor Juana Inés de la Cruz, en antologías, no se menciona ninguna otra escritora, hasta las escritoras del siglo XX, como Rosario Castellanos, Inés Arredondo, Elena Garro o Elena Poniatowska. Sin embargo, la centuria decimonónica dio a conocer nombres de escritoras mexicanas que fueron socias de reconocidos círculos literarios de la época y que fueron amigas y colegas de grandes escritores como Ignacio Manuel Altamirano, Ignacio Ramírez, Manuel Acuña, Juan de Dios Peza, Manuel M. Flores, entre otros.

Una de aquellas escritoras fue la poblana Rosa Carreto quien fue reconocida y aceptada en famosos círculos literarios del siglo XIX, y que a través de su participación en diarios de circulación nacional, incluso internacional, como el Diario del hogar, tuvo la oportunidad de escribir una obra extensa que cuestionó algunos paradigmas impuestos en su sociedad, como lo daré a conocer en dos de sus leyendas “El Coscomate” (1883) y “El voto” (1886). Cabe resaltar que esta escritora, ha sido poco estudiada. Quien comenzó su rescate fue Luis Mario Schneider, recopilando información sobre su vida y su obra en el libro Rosa Carreto. Obras completas editado por el Gobierno del Estado de Puebla en 1992. Por ello, en este trabajo monográfico abordaremos como primer tema: el “Canon literario y la escritura femenina en el México decimonónico” para abordar los principales círculos literarios que reconocieron a las mujeres como precursoras literarias. El segundo tema que tratará cobre la vida de la escritora y cómo fue que incursionó a las letras mexicana, cerrando así con el tercer tema titulado: “La recepción de las leyendas ´El Coscomate´ y ´ El voto´” para determinar cómo se logró que estas obras le dieran gran impulso a la escritora poblana Rosa Carreto.

Recientemente, el fenómeno sobre el que recae el desconocimiento o la poca mención de las escritoras decimonónicas en México se debe a un problema en el estudio de la literatura mexicana, al no poner la suficiente atención en la literatura decimonónica, Emmanuel Carballo en Reflexiones sobre literatura mexicana. Siglo XIX (1999) advierte:

El siglo XIX se ha convertido en una centuria aburrida y mediocre, moralizante y pedagógica, servil y sin atractivos. Y no es así, este siglo es una etapa en la historia de nuestra literatura que se caracteriza por el planteamiento teórico de los problemas capitales […] Sus escritores trataron de crear una literatura que reuniese, al mismo tiempo, las conquistas de los grandes novelistas antiguos y modernos y las peculiaridades del país de todos los órdenes. Gracias a estos escritores (y escritoras) hoy se puede hablar entre nosotros de tradición […] y se pudo fundar una literatura contemporánea, del momento en que ello ocurría y mexicana en sus líneas esenciales (13-14).

En efecto, la literatura del siglo XIX es la que fundamentó las bases sólidas de lo que hoy podemos llamar literatura mexicana, ya que en ella se observa la originalidad de obras que se encuentran entre la necesidad por liberarse de un sistema político imperial no favorecedor para el desarrollo de las nuevas naciones hispanoamericanas, entre ellas por supuesto México, y el surgimiento de nuevas entidades territoriales que pudieran presentar ante el mundo ideologías nuevas e independientes, patentizadas a través de muestras culturales como la literatura. No obstante, México decimonónico estuvo habitado tanto por hombres, como por mujeres que también querían levantar la voz para dar a conocer sus ideas sobre la nueva nación en construcción. Últimamente, se han retomado los estudios de esta centuria y de sus prolíferas escritoras, y en la actualidad aún, toma promoción gracias a la conmemoración del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución.

De esta forma el presente trabajo monográfico tratará de manifestar la gran influencia de las escritoras mexicanas, especialmente, la de Rosa Carreto, para las letras mexicanas.

I. CANON LITERARIO Y ESCRITURA FEMENINA EN MÉXICO DECIMONÓNICO

1.1. Importantes personajes del canon

La literatura en español tiene algo en común que es la lengua, no obstante cada país se diferencia por su entorno, su ideología, su forma de ver el mundo, su mentalidad. Así, en México se comenzaron a escribir las primeras historias literarias propiamente dichas, hacia finales del XVIII, pero en el siglo XIX tomaron la fuerza necesaria para comenzar a presentar una literatura mexicana firme. Destacan obras de Ignacio Manuel Altamirano (1834-1893), José María Vigil (1834-1893) y Francisco Pimentel (1832- 1893). Los historiadores de literatura mexicana más importantes, aparecidos en el siglo XIX, según Garza Cuarón. Éstos tenían posiciones ideológicas que provenían de diferentes posturas, podría decirse que Altamirano y Vigil fueron de una posición liberal, mientras que Pimentel perteneció a la posición conservadora. Posturas que vivía la sociedad decimonónica de un México que se debatía entre la república y el imperio.

Expone Emmanuel Carballo en Reflexiones sobre literatura mexicana. Siglo XIX (1999): “Altamirano fue quien primero convocó a los intelectuales de México para luchar por un objetivo emancipador”

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