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Mario Вenedetti. No te rindas


Enviado por   •  19 de Julio de 2015  •  Informes  •  1.291 Palabras (6 Páginas)  •  328 Visitas

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NO TE RINDAS

MARIO BENEDETTI

No te rindas, aún estás a tiempo

de alcanzar y comenzar de nuevo,

aceptar tus sombras,

enterrar tus miedos,

liberar el lastre,

retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,

continuar el viaje,

perseguir tus sueños,

destrabar el tiempo,

correr los escombros,

y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,

aunque el frío queme,

aunque el miedo muerda,

aunque el sol se esconda,

y se calle el viento,

aún hay fuego en tu alma

aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo.

Porque lo has querido y porque te quiero.

Porque existe el vino y el amor, es cierto.

Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,

quitar los cerrojos,

abandonar las murallas que te protegieron,

vivir la vida y aceptar el reto,

recuperar la risa,

ensayar un canto,

bajar la guardia y extender las manos.

Desplegar las alas

e intentar de nuevo.

Celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,

aunque el frío queme,

aunque el miedo muerda,

aunque el sol se ponga

y se calle el viento,

aún hay fuego en tu alma,

aún hay vida en tus sueños.

Porque cada día es un comienzo nuevo,

porque esta es la hora y el mejor momento.

Porque no estás solo, porque yo te quiero.

MENSAJES DE AMOR...

FERNANDO ZELEDÓN

Hoy te envié con mucha emoción,

dejarle este mi mensaje de amor,

a ver si en esta ocasión,

logro llegar a tu corazón.

Tú siempre está en mi mente,

y todo los días, te tengo presente,

en mi cabeza y mi mente,

y eres parte de mi corazón.

Aunque aún no te conozco,

sé que algún día te encontrare,

y todo será diferente,

pues de daré mi amor ardiente.

FLUCTUANDO EN LOS CABELLOS DE LISI

FRANCISCO DE QUEVEDO

En crespa tempestad del oro undoso

nada golfos de luz ardiente y pura

mi corazón, sediento de hermosura,

si el cabello deslazas generoso.

Leandro en mar de fuego proceloso,

su amor ostenta, su vivir apura;

Icaro en senda de oro mal segura

arde sus alas por morir glorioso.

Con pretensión de fénix, encendidas

sus esperanzas, que difuntas lloro,

intenta que su muerte engendre vidas.

Avaro y rico, y pobre en el tesoro,

el castigo y la hambre imita a Midas,

Tántalo en fugitiva fuente de oro.

LAVAR EL CORAZÓN

ANÓNIMO

Sencillo es decir "Olvídalo".…

Cuando no eres tu quien amas.

Sácalo de tu mente y de tu alma...

No recordar, no tener esperanzas.

Es muy fácil aconsejar,

es muy fácil opinar.… cuando no es a ti a quien

Le sangra el corazón.

Cuando aun sabiéndolo.…

sabes y sientes.… Cuanto amor encierra tu alma enamorada.

Si al pasar del tiempo

tratas y tratas y aun lo llevas muy adentro.

Como poder olvidar.…

si en sangre propia estás viviendo.…

o mas bien muriendo

por quien juraba amarte.

Tratas de ser feliz,

tratas de no pensar.

Pero aunque no quieras

allí muy dentro de ti esta.

Si se pudiera sacar el corazón

y lavarlo de amarguras...

Dejarlo limpio de dolores

y desventuras!

Si se pudiera así en las noches,

cuando más fuerte llegan los recuerdos,

Cuando más oscura se hace.…

porque sabes.… que no volverán los encuentros.

Cuando con más fuerza recuerdas

y extrañas lo hermoso que ese amor fue.

Si pudiera lavar el corazón

de recuerdos y sentimientos hermosos

Sería tan fácil y sencillo

olvidarlo... como te van diciendo.

POR ELLA

ANÓNIMO

Mi mundo ha cambiado,

ahora es abrumado

triste y desolado,

sin lugar a donde huir.

Por ella...

el único mar

donde quiero navegar;

el último horizonte

que debo alcanzar,

el compás de mis latidos;

la eterna melodía

que escuchan mis oídos.

Por ella...

que se ha convertido

en el aire que respiro,

en el corazón de mi vida

en la razón de mi alegría,

por ser mi poesía...

El alma de mis versos,

y sólo tengo su desprecio;

cuando anhelo sus labios,

y el calor de su aliento...

Sí... mi mundo ha cambiado,

porque ahora estoy de ella

perdidamente enamorado.

ALEGRIA

JOSÉ HIERRO

Llegué por el dolor a la alegría.

Supe por el dolor que el alma existe.

Por el dolor, allá en mi reino triste,

un misterioso sol amanecía.

Era alegría la mañana fría

y el viento loco y cálido

...

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