Dentro de un aula de clase, un docente debe cumplir con ciertas funciones que van enmarcadas en su labor y perfil como docente. Estas funciones le permiten conocer

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR.

INSTITUTO PEDAGÓGICO RURAL “EL MÁCARO” “LUÍS FERMÍN”.

CENTRO DE ATENCIÓN VALLE DE LA PASCUA.

EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE.

LA

EVALUACIÓN.

Autor:

Héctor Trejo.

Facilitador:

Msc. Carmen Suárez.

Valle de la Pascua, Mayo de 2017.

     Dentro de un aula de clase, un docente debe cumplir con ciertas funciones que van enmarcadas en su labor y perfil como docente. Estas funciones le permiten conocer, con mayor exactitud, si está siendo comprendido por sus estudiantes a la hora de enseñar y saber que influencia está ejerciendo en ellos, ya sea buena o mala. En este sentido se puede precisar que una función esencial e indispensable de cada docente en la evaluación, debido a que esta le permite conocer cuál es el desempeño de sus estudiantes y determinar si las actividades estratégicas que él usa para el desarrollo de cada uno de los contenidos programáticos son eficaces.

    La evaluación es una actividad educativa, la cual tiene como objetivo poder alcanzar el mejoramiento constante de un grupo de estudiantes, en un momento determinado. Ésta a su vez, le permite al docente poder indicar, valorar, calcular y apreciar una actividad realizada a uno o más estudiantes. Asimismo, se puede decir que la evaluación es la emisión de un juicio por parte del docente, donde se refleja un conjunto de informaciones, la cual permitirá tomar una serie de decisiones, según los resultados que indique dicho juicio con respecto a un estudiante determinado. Esto quiere decir, que a través de la evaluación un docente puede tomar decisiones determinantes que le ayuden al estudiante poder mejorar en su desempeño académico o, dicho en otras palabras, un docente puede cambiar su metodología de enseñanza para lograr un mejor entendimiento en sus estudiantes. Si un docente no evalúa a sus estudiantes, no puede conocer el nivel de aprendizaje de los mismos, ni su eficacia a la hora de enseñar.

     Dicha evaluación debe ser de manera objetiva. Es decir, el docente indicará el nivel de comprensión de sus estudiantes, de acuerdo al contenido programático y no a sus propios conocimientos sobre la asignatura. Esto le dará al docente una mayor credibilidad por parte de la comunidad educativa en general y, a su vez, se desligará de cualquier injusto dominio que pudiese ejercer dentro del aula de clase, que ponga en duda su capacidad para enseñar y para ser comprendido por cada uno de sus estudiantes. Tal objetividad, al docente lo hará crecer como profesional y le permitirá crecer aún más como persona y como ciudadano que cumple cuidadosamente con cada una de las funciones que el Estado le ha requerido para el desarrollo de una nación.

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