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Disolución En Descartes


Enviado por   •  11 de Mayo de 2015  •  5.286 Palabras (22 Páginas)  •  167 Visitas

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Introducción

En este trabajo nos hemos propuesto analizar el sujeto humano en la filosofía de Descartes. Nos interesa introducirnos en la cuestión de si este sujeto se constituye o disuelve en dicha filosofía.

Según "el método" el filósofo de La Fleche nos conduce a la existencia de la "res pensante" y la "res extensa". Tomando como fondo la noción de sustancia de Aristóteles, de quien Descartes es deudor a través de la Escolástica, parece que ya no se podrá constituir el sujeto como una unidad sustancial de cuerpo y alma, este será el problemas de la filosofía en los siglos siguientes, aunque no incursionaremos en ellos.

En esta tarea quedará manifiesta otra cuestión en la que se discute la evidencia del ego como "sustancia pensante" que permanece en el tiempo más allá del momento de la "intuición inicial".

Nos hemos apoyado en las obras de Descartes indicadas por la cátedra y bibliografía de apoyo para lo que hemos escogido básicamente las "Meditaciones cartesianas" de Husserl y "La unidad de la experiencia filosófica" de Etienne Gilson alentados, en este caso, por el mismo Husserl* .

1.El método.

Toda la filosofía de Descartes está contenida en esta decisión inicial: encontrar un conocimiento que pueda resistir la prueba decisiva del escepticismo universal, que sirva de certeza firme. El conocimiento matemático es el único digno de tal nombre.

(...)"el método que enseña a seguir el verdadero orden y a enumerar exactamente todas las circunstancias de lo que se busca, contiene todo lo que da su certidumbre a las reglas de la aritmética."

El "Cogito, ergo sum" es el primer principio de tal filosofía, pero fue la entrega de su autor a la evidencia matemática lo que le condujo a él.

Su natural afición por la matemática le llevó al problema de un método universal en Geometría, el cual esperaba todavía solución. Así descubrió lo que hoy conocemos como geometría analítica. Plenamente convencido de que había completado virtualmente la Geometría al haberla combinado con el álgebra, procedió en el acto a otra generalización todavía más audaz. Los problemas de todas las ciencias serían solucionados por el mismo método en cuanto que o eran problemas matemáticos o podían ser tratados matemáticamente. Las ciencias modelo debían ser en adelante la Aritmética y la Geometría.

Del "Discurso del Método" se deduce que el descubrimiento de la geometría analítica dio a Descartes el norte que iba a guiarle siempre. Había combinado con éxito el análisis de los antiguos con el álgebra de los modernos; el próximo paso tenía que ser naturalmente la combinación de ambos con la Lógica. El resultado fue el método cartesiano.

Para extender la certeza matemática a todas las ciencias universalizando el método debía transformarlo. Así fue como sustituyó las líneas y figuras geométricas por signos algebraicos, pero los signos algebraicos no siempre sirven en Física, menos en Medicina, en Biología o en Etica; nunca en Metafísica. Por eso, su autor se vio forzado a conservar de su método matemático solamente lo que podía aplicarse a todos los problemas posibles. Puesto que había acertado al eliminar las figuras de la Geometría, se sintió inclinado a creer que también se debería eliminar de las Matemáticas la cantidad. Ahora bien, si había que prescindir de la cantidad, había que separar del cuadro también los signos algebraicos que la expresan. O sea que del razonamiento matemático sólo debían quedar el orden y la medida donde se tratase de materia, y únicamente el orden donde no se tratase de objetos materiales.

(...)"me pareció finalmente claro referir a la matemática todo aquello en que solamente se examina el orden y la medida, sin considerar si esta medida hay que buscarla en los números, las figuras, los astros, los sonidos o cualquier otro objeto. De ello resulta que tiene que haber una ciencia general que explique todo lo que se puede investigar respecto del orden y la medida, sin aplicarlos a una materia especial: esta ciencia se designa (...) mediante el nombre ya antiguo y recibido por el uso de matemática universal(...)"

Pero al quitarle a las Matemáticas su objeto propio, esta se convierte en una ciencia sobre las relaciones de orden entre todos los posibles objetos y esto ya es Lógica. Se puede calificar de matemática a toda ordenación lógica de nociones más o menos confusas, pero lo que con eso se logra es hacer a la matemática arbitraria en sus resultados, en lugar de hacer matemáticamente evidente los resultados de otro tipo de conocimiento.

Para hacer a todos los objetos del conocimiento filosófico lo más similares que fuese posible a los de las matemáticas, Descartes, redujo su número a tres: el pensamiento, la extensión y Dios.

2. El mundo en dudas.

2.1 Descalificación de la experiencia sensible.

La nueva filosofía, como la matemática, había de ir de las ideas a las cosas y no de las cosas a las ideas

"No es una objeción decir que la idea del triángulo procede quizá de las cosas externas mediante los órganos de los sentidos, por haber yo visto varias veces cuerpos con forma triangular, ya que puedo en efecto imaginar otras innumerables figuras en las que no puede caber la sospecha de que me hayan venido por los sentidos, y demostrar, sin embargo, sus varias propiedades del mismo modo que en el triángulo: todas las cuales son ciertas, dado que las conozco claramente, y por lo tanto son algo, y no meramente nada, puesto que es evidente que todo aquello que es verdadero es algo, y ya he demostrado que todo lo que conozco definitivamente es verdadero."

Descartes debía construir el mundo con el único material que disponía: las ideas claras y distintas. Para ello debía despejar el panorama de todo lo que no aparece con las características de los conceptos matemáticos.

Para Descartes, el experimento del pedazo de cera es un símbolo claro del carácter fugaz de las propiedades materiales. Ninguno de los aspectos de conjunto, ninguna de las sensaciones inmediatas son permanentes. Basta aproximar el pedazo de cera al fuego para que su consistencia, su forma, su color, su suntuosidad, su olor, vacilen y se transformen. Este experimento prueba según Descartes la vaguedad de las cualidades objetivas. Es una escuela de duda. Tiende a alejar al espíritu del conocimiento experimental de los cuerpos que son más difíciles de conocer que el alma.

"En efecto, no admito que exista

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