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El último límite traspasado


Enviado por   •  23 de Octubre de 2014  •  Ensayo  •  2.314 Palabras (10 Páginas)  •  177 Visitas

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El último límite traspasado

Hasta este momento no ha sido posible encontrar el texto del protocolo que describiría el acuerdo establecido entre la clínica universitaria de Groninga, en Holanda, y las autoridades judiciales holandesas, relativo a la extensión de la posibilidad de eutanasia también para los niños menores de doce años, incluidos los recién nacidos. Ese protocolo, de acuerdo con las noticias difundidas por las agencias de prensa y atribuidas al doctor Edward Verhagen, director de dicha clínica, establece "con extremo rigor, paso a paso, los procedimientos que los médicos deben seguir" para afrontar el problema de "librar del dolor" a los niños (en el arco de edades mencionado) gravemente enfermos, sometiéndolos a eutanasia.

La ley promulgada en Holanda por el Parlamento el 1 de abril de 2002 preveía ya la ayuda para morir ("suicidio asistido") no sólo para los enfermos adultos que lo soliciten "de forma explícita, razonada y repetida" y para los jóvenes desde los 16 hasta los 18 años que lo pidan por escrito (artículo 3, sección 2 de la ley), sino también para los adolescentes capaces de consentimiento, desde los 12 años hasta los 16, con la condición de que los padres mismos, o quienes desempeñen su tutela jurídica, den su consentimiento a la petición personal de los individuos afectados por una enfermedad incurable o por dolor (artículo 4, sección 2).

Ahora, con este último acuerdo médico-jurídico, en Holanda se traspasa un límite hasta hoy prohibido incluso para la experimentación clínica, de acuerdo con los Códigos de Helsinki: según las noticias difundidas, que por desgracia se pueden considerar fundadas, se permite la eutanasia también para los niños menores de 12 años, incluidos los recién nacidos, para los que obviamente no se puede hablar de consentimiento válido.

Como hemos dicho, para esta edad sigue estando prohibida en todo el mundo la experimentación clínica, porque siempre puede conllevar un peligro, aunque sea mínimo, para el individuo en el que se realiza, y no es posible derogar esta norma con el consentimiento de los padres o de los tutores, excepto en el caso en que dicha experimentación sea útil para la vida o la salud del mismo individuo en el que se lleva a cabo.

Las normas éticas relativas a la experimentación clínica, inspiradas en los principios proclamados después del proceso de Nuremberg, han quedado abundantemente traspasadas en los últimos acontecimientos holandeses. En efecto, el acuerdo médico-jurídico permite el acceso a la eutanasia, con el consentimiento de los padres, si lo considera oportuno el médico que atiende al paciente y, según se dice, un posible médico "independiente". Aquí no se puede hablar de una "ayuda para morir" o de "suicidio asistido", sino de una muerte infligida para "librar del dolor", es decir, de eutanasia propiamente tal.

Las reflexiones que brotan espontáneamente son muchas y profundamente desconcertantes, sobre todo en el ámbito moral.

El plano inclinado

Es fácil notar que ha funcionado la ley del "plano inclinado", según la cual, una vez que se admite la legitimidad de la muerte infligida por compasión a un adulto consciente que lo solicite de forma explícita, repetida y documentada, se da un nuevo paso alargando la aplicación también a los jóvenes, a los adolescentes con el consentimiento de los padres o de los tutores, y, por último, a los niños, incluidos los recién nacidos, obviamente sin su consentimiento. Es fácil prever, asimismo, que el deslizamiento por el plano inclinado de la eutanasia proseguirá durante los próximos años hasta incluir a los pacientes adultos considerados incapaces de solicitar el consentimiento, como por ejemplo los enfermos mentales o los individuos en coma persistente o en estado vegetativo.

Se afirma que, en cualquier caso, siempre hay un juez que puede velar para evitar los abusos y castigar al médico que se permita violar las normas, pero ¿a qué puede apelar el juez cuando la norma quita toda base para definir el abuso mismo? Se dice también que el argumento del plano inclinado es débil; a mi parecer, por el contrario, demuestra que funciona inevitablemente en su perversa eficacia, porque sobrentiende la negación del carácter absoluto de los valores que es preciso tutelar, y va acompañado por un evidente relativismo moral. Funciona en el terreno de la eutanasia, al igual que en otros muchos campos de ética pública, sea que se trate de aborto (aquí se comienza por el caso del anencéfalo y se acaba con el del hijo concebido antes de las vacaciones), sea de la procreación (aquí se comienza por la petición de la legalización de la inseminación homóloga y se acaba con la solicitud de autorización de la clonación terapéutica). Y cuando en el plano inclinado no sólo actúa el desnivel de la pendiente lógica, sino también el interés económico, entonces el deslizamiento resulta fatal e imparable.

El fundamento ético

Si se quiere buscar una "motivación ética" para esta "decadencia progresiva de humanidad", será fácil de encontrar en la literatura contemporánea. Para justificar la eutanasia, se ha tomado como punto de partida el principio de autonomía, tal como fue enunciado en el Manifiesto de 1974 sobre la eutanasia, reforzado en algunos países por la exigencia de imponer a los médicos el así llamado "testamento vital"; desde esta perspectiva, toda la moralidad se concentraría en el hecho de que el paciente, sabiendo que puede disponer de su propia vida, quiere disponer también de su propia muerte.

La ley holandesa, en el momento de la aprobación, para tranquilizar a la opinión pública subrayó que la petición del paciente debe ser insistente, lúcida y, de ser posible, puesta por escrito. Pero, con la medida que se acaba de tomar, se prescinde incluso de la voluntad del individuo, que, por su edad, es obviamente incapaz de hacer una opción personal y se la sustituye con la voluntad de otros, parientes o tutores, y con la interpretación del médico. El médico, incluso, debe evaluar el dolor y el sufrimiento del paciente, para decidir si justifican la anticipación de la muerte.

Pero, entonces, ya no se actúa en virtud del principio de autonomía, sino de una decisión "externa", que debería ser considerada ética incluso cuando un adulto consciente y sano la impone a un individuo incapaz de valorar y solicitar. Como fruto de esa decisión, al individuo beneficiario se le aplica intencionalmente la muerte, es decir, se le mata. Eso no es autonomía ni sentido de compasión. Nos encontramos ante un tipo de libertad de los adultos considerada legítima incluso cuando se ejerce sobre quien no tiene autonomía.

Pero

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