ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Estetica De Kant A Hegel


Enviado por   •  2 de Marzo de 2015  •  3.617 Palabras (15 Páginas)  •  299 Visitas

Página 1 de 15

La Experiencia Sensible en la modernidad

¿Qué clase de conocimiento es éste que comprende que algo sea como es porque comprende que así llegado a ser?

J. G. Gadamer

I Introducción

La concepción de la experiencia sensible de la obra de arte comienza un proceso de transformación a partir la época de la Crítica, cuyo desarrollo va desde una concepción subjetiva de la misma, basada en los modos en que la obra afecta a la subjetividad del sujeto que la experimenta, hasta la exteriorización de esos modos en busca del reconocimiento de sí mismo en una imagen, cuyo sentido de objetividad puro y concreto se define como pensamiento en tanto producto del Espíritu.

Dos concepciones se tomaran como ejes en el desarrollo de este recorrido de la experiencia estética en el paso de una concepción a otra: por un lado la noción de libertad, que representa tanto el imperativo ilustrado que busca sostener la autonomía del individuo como el leitmotiv del recorrido del Espíritu en la búsqueda de su auto-comprensión; por el otro la dimensión histórica, que configura una subjetividad determinada temporalmente y que conjuga pasado, presente y futuro en un movimiento de reflexividad que se diferencia y se identifica en su búsqueda de comprenderse en una totalidad.

Por último se expondrán algunas perspectivas mas contemporáneas deudoras de ese recorrido que manifiestan por un lado la desolación frente a una herencia perdida y la profunda negatividad de la experiencia sensible en el nuevo mundo burgués.

II El giro copernicano

El problema de la experiencia sensible ligado al concepto de Estética ha formado parte del pensamiento filosófico occidental desde sus orígenes. A partir de la aparición Descartes pero sobretodo con Kant este pensamiento entra en su cenit, cuya característica fundamental es una doble lógica de fundamentación y sistematización del conocimiento todo, que encuentra en este ultimo a su máximo artífice. El proyecto critico de Kant no solo buscara sentar las bases del pensamiento moderno sino que a su vez intentara consumar la sistematización del pensamiento en general izando las banderas de la ilustración cuya máxima reza Sapere aude .

Esta época señalada como la salida de la minoría de edad de la humanidad traerá luz al pensamiento filosófico en general vislumbrando una nueva perspectiva que ya no toma como origen de su fundamentación la clásica dicotomía sujeto-objeto. Esta ruptura implica una supremacía de la subjetividad en la fundamentación tanto del conocimiento en general como de la experiencia sensible en particular. Es así que a partir de la Critica del Juicio (KU) Kant expondrá las condiciones que posibilitan la experiencia sensible, es decir, identificara los elementos centrales definen el juico de gusto según los modos en que la obra de arte afecta la subjetividad del sujeto y a su vez son factibles de objetivación en tanto constituyen una nueva facultad, ya que como señala "El juicio de gusto no es, pues, un juicio de conocimiento; por lo tanto, no es lógico, sino estético, entendiendo por esto aquel cuya base determinante no puede ser más que subjetiva." (Kant, Critica del juicio, 2007, pág. 209)

Partiendo de esta afirmación Kant comenzara a profundizar el análisis del juicio estético en línea con el planteo de su obra crítica, es decir, partiendo de la subjetividad como fundamento de toda experiencia posible. Para el caso particular de la experiencia estética buscara fundamentar un nuevo esquema poniendo en relación al conjunto de las facultades tanto sensibles como teóricas. Así en el análisis del juicio de gusto plantea tres grandes características: la subjetividad de la experiencia que lo define; el desinterés respecto del objeto cuya representación afecta a ese sujeto; y la posibilidad del mismo de ser universalmente comunicable.

Kant define tres tipos de complacencias: la de lo agradable, que es aquel tipo de obra que simplemente deleita y se manifiesta por un tipo de interés e implica una dependencia, una patología; la de lo bueno que debe ser definido por un concepto (que clase de cosa es tal objeto) partiendo de lo particular sensible hacia el universal; y por último lo bello que se define como aquello que place y se distingue del mero goce a la vez que es el único placer desinteresado y libre. Esta complacencia desinteresada y libre no reposa en interés alguno, es un sentimiento de placer, un tipo de conocimiento subjetivo que posibilita juzgar lo bello a la vez que afirma su propia legalidad.

...lo cual funda una facultad totalmente particular de discernir y de juzgar que no añade nada al conocimiento, sino que se limita a poner la representación dada en el sujeto, frente a la facultad total de las representaciones [...] si en un juicio son solamente referidas al sujeto (a su sentimiento), este juicio es entonces siempre estético. (Kant, Critica del juicio, 2007, pág. 210)

Este juicio de gusto reflexionante y desinteresado (libre) refiere al ánimo y al sentimiento de placer del sujeto sin tener en cuenta el objeto que lo produce "la satisfacción en lo bello tiene que depende de la reflexión sobre un objeto, la cual conduce a cualquier concepto (sin determinar cuál)..." (Kant, Critica del juicio, 2007, pág. 212). Así el juicio estético no puede depender de un interés ajeno a la propia contemplación del objeto.

Por otro lado Kant señala que el juicio de gusto posibilita el surgimiento de una facultad suprasensible, es decir, a partir de los modos en que la representación afecta el ánimo en la contemplación de la obra de arte, ese libre juego de las facultades que definen ese sentimiento de complacencia constituyen al mismo tiempo una facultad suprasensible. Si bien esa facultad no tiene un concepto determinado, sin embargo, es factible de universal comunicabilidad en tanto el individuo es un sujeto ético. Esta auto sujeción a la legalidad moral en la que se define el juicio sobre lo bello afirman la libertad del individuo frente a la representación del objeto de arte y también frente a cualquier fenómeno caracterizado como sublime.

Sin embargo la diferencia con sublime se da en términos de magnitud difiere mas en cuanto a que de

El y como se producen las ideas que buscan dar cuenta de esa experiencia del ánimo frente a lo inconmensurable, frente a lo sublime.

Pero justamente porque en nuestra imaginación hay una tendencia a progresar en lo infinito y en nuestra razón una pretensión a la totalidad absoluta [...] es, para esa idea, el despertar del sentimiento de una facultad suprasensible en nosotros [...]. Por lo tanto, ha de llamarse sublime, no el objeto, sino la disposición del animo... (Kant, Critica del juicio, 2007, pág. 241)

El estado

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (22 Kb)
Leer 14 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com