Filosofia Y Educacion En La Construccion De Competencias
Enviado por kalhuachester • 22 de Marzo de 2014 • 1.858 Palabras (8 Páginas) • 335 Visitas
Filosofía y Educación en la construcción de competencias
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Introducción
La filosofía griega es un escenario fundamental en la construcción del enfoque de las competencias por diferentes razones, entre ellas; la reflexión filosófica está mediada por un modo de pensar problemico donde se interroga el saber y la realidad. Encontramos cómo los temas escenciales son abordados por los filósofos griegos desde problemas contextualizados, y en este sentido, no son ocurrencias al azar, por el contrario, son propuestas para interrogar la realidad, el ser y el hombre de una forma fundamentada. En el concepto actual de competencias, la interrogación de la realidad ocupa un papel central en tanto se tiene como base la resolución de problemas con sentido para las personas.
Por otro lado, la filosofía griega realiza construcciones buscando aprender la realidad en sus conceptos, estableciendo relaciones y conexiones entre los diferentes temas y problemas. Esto hace que las elaboraciones filosóficas posean hilos y tejidos conductores, trascendiendo así la mera casualidad (Torres, 2001). Actualmente en la formación de competencias se insiste en la necesidad de articular los saberes de distintas disciplinas, con el objetivo de desarrollarlas en los estudiantes.
La filosofía griega se pregunta por el hombre y el ser, dentro de la reflexión sobre la identidad y la diferencia, aspectos esenciales en el proceso de formación humana. Allí encontraremos la máxima de Protágoras: “El hombre es la medida de todas las cosas; de las que son en cuanto son, y de las que no son en cuanto no son”. Esta frase condensa una importante tradición filosófica que ubica el hombre en el centro de la reflexión, la cual fue continuada por Sócrates y por otros filósofos griegos. De acurdo con torres (2001), en Protágoras hay una invitación a la controversia en tanto la medida del ser y del no ser de las cosas es decidido por los hombres a partir del debate.
En la formación de competencias ocupa un lugar destacado el proceso de conocimiento y sus tendencias a la ilusión y al error: Esta reflexión se encuentra Platón, quien muestra en su obra La República cómo el ser humano puede caer en el error de asumir la realidad desde la apariencia. En la descripción de la metáfora de la Alegoría de la Caverna, este autor propone que para llegar al verdadero conocimiento se requiere de una búsqueda constante de la esencia de las cosas, trascendiendo lo aparente y superando los errores de la percepción. Esto es posible debido a que toda persona posse en su alma la capacidad de aprender.
Aristóteles plantea en varias de sus obras filosóficas una continua relación entre el saber y el proceso de desempeño, como bien puede apreciarse en el libro de la Metafisica (Aristóteles, 1999). Al respecto, encontramos:
• Se argumenta que todos los hombres tienen las mismas facultades (capacidades para el conocimiento); lo que los hacen diferentes es el uso que les dan a dichas facultades.
• Las personas poseen una potencia – facultad – y esta se expresa en actos particulares. La potencia es posibilidad y el acto es lo que se da realmente, siendo el devenir el paso de la potencia del acto, de la materia a la forma (Torres, 2001; Bastamente, 2003).
• Las personas tienen por naturaleza el deseo de saber, el cual irrumpe también por el placer y su utilidad.
Varios autores plantean que el concepto de competencia fue planteado en la lingüística por primera vez por Noam Chomsky en 1965 (Torrado, 1999), a partir de su teoría de la gramática generativa transformacional, bajo el concepto de competencia lingüística (Chomsky, 1970), la cual da cuenta de la manera cómo los seres humanos se apropian del lenguaje y lo emplean para comunicarse.
Todas las personas están en disposición de aprender la lengua materna, de hablarla de acurdo con los escenarios donde interactúan y de perfeccionarla, con el fin de hacerse entender de los demás. La tesis central de Chomsky es: los seres humanos pueden producir y comprender nuevas oraciones, así como rechazar otras por no ser gramaticalmente correcta, con base en su limitada experiencia lingüística (Chomsky, 1970). Esto significa que el lenguaje tiene un carácter creativo y generativo.
Chomsky realiza una critica a las visiones empiristas del lenguaje, las cuales sostienen que este repetición de memoria. En contra de esto, por que la competencia lingüística como una construcción a priori, que orienta el aprendizaje de la lengua y la actuación. Para ello tiene dos términos competence y performance. La performance se refiere a la comunicación y concreción del lenguaje, mientras que la competence alude al dispositivo de la gramática que se expresa en los hablantes ideales, cuya formación es independiente de la interacción con el mundo.
El aporte de Chomsky fue complementado por Dell Hymes (Hymes, 1980), quien situó la competencia más allá de lo lingüístico, estableciendo el concepto de competencia comunicativa (Hymes, 1980), con el cual plantea los usos y actos concretos dados a partir del lenguaje, dentro de contextos específicos. En este sentido, a diferencias de la competencia lingüística, la competencia comunicativa no es ideal ni invariable; al contrario: ella tiene en cuneta los contextos específicos donde se da la interacción. Por consiguiente, una persona competente en el lenguaje es aquella que lo emplea para integrarse con los otros, entendiendo y haciéndose entender.
En el siglo XX diversos filósofos y sociólogos hicieron construcciones relacionadas con las competencias, las cuales ocupan un lugar central en este enfoque. Al respecto tenemos a los pensadores Wittgenstein, Habermas y el sociólogo argentino Verón. A continuación se exponen sus
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