La Argumentación Del Abogado

• LA ARGUMENTACIÓN DEL ABOGADO.

5.1. LA IMPORTANCIA DELA ARGUMENTACIÓN JURÍDICA EN EL EJERCICIO PROFESIONAL.

Si nos preguntamos sobre la importancia del ejercicio profesional del abogado, podríamos decir que se trata de una de las actividades más antiguas en la historia de la humanidad y que por ende, su importancia se ve reflejada en su intervención en la sociedad que día tras día ha hecho más notoria su necesidad y su aporte al desarrollo de las comunidades. Es así que con el paso de los años, el campo de acción de un abogado, es cada vez más amplio, podemos encontrar estos profesionales involucrados en el sector financiero, administrativo, aduanero, con relaciones internacionales, dedicados al ejercicio diplomático, en cargos públicos o en el sector privado. En todo caso, su labor exige, no sólo un amplio bagaje en temas jurídicos, es imprescindible que un buen profesional tenga un adecuado manejo de la escritura y la oralidad, medios idóneos para expresar sus argumentaciones. Pero, ¿qué es la argumentación?, según definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, argumentar significa: “sacar en claro”, descubrir, probar, aducir, alegar, poner argumentos, discutir, impugnar una opinión ajena”.

Abogar es un ejercicio argumentativo, porque no hay ningún acto que realiza un abogado en el que no tenga que argumentar, y así, tienen que argumentar ante sus clientes para convencerlos que la estrategia que les sugiere es la mejor, después tiene que argumentar ante la autoridad, como los jueces o tribunales para persuadirlos que la postura que sostiene en nombre de las partes es correcta, pero además también argumenta ante la parte contraria, para hacer triunfar sus argumentos frente a los de la contraria, para hacer triunfar sus argumentos ante la parte contraria, y para ello mediante una adecuada refutación destruirán los de la contraria, y para ello mediante una adecuada refutación destruirá los del adversario, todavía aun en el caso de que en el procedimiento no tenga parte contraria por tratarse de un recurso administrativo, tiene que convencer a la autoridad que el acto de molestia perjudica ilegalmente a los intereses de su representado, y en todos estos casos tiene que presentar buenos argumentos a favor de la causa que defiende, de ahí la importancia de la argumentación jurídica en el ejercicio profesional.

En la actualidad, numerosos académicos y profesionales de los países más avanzados han retomado y desarrollado las técnicas de argumentación jurídica. Sólo muy recientemente los abogados han comenzado a aceptar que persuadir y convencer a través de las valoraciones de los hechos, puede mejorar las decisiones judiciales. La técnica de la argumentación no es privativa de la práctica jurídica. También tiene cabida en otras profesiones incluso en las relaciones personales, de familia, empresa…Sin embargo, en derecho esta técnica responde sobre todo a la necesidad de utilizar los valores aceptados por la sociedad para mediar o influir racionalmente (no sólo legalmente) en la decisión del juez o del cliente. La argumentación justifica las “valoraciones” de los hechos para mantener los acuerdos previamente negociados, buscar soluciones dialogadas o resolver los conflictos legales. El estudiante encontrará en “Técnica de la Argumentación” el marco de referencia de la argumentación “racional. El abogado podrá dictaminar y defender con mayor aceptabilidad los derechos de sus clientes, probando sus valoraciones y refutando las razones del contrario. En definitiva, consiguiendo mayor efectividad en el ejercicio de su profesión.

5.2. LO QUE DEBE HACER UN BUEN ABOGADO CUANDO ARGUMENTA.

1 – El abogado debe mejorar su rendimiento profesional debe poder canalizar el temor escénico, conjurarlo y potenciarlo, para transformar la emoción en capacidad mental y expresiva.

2 - La clave para superar el miedo escénico y calmar los nervios es respirar con tranquilidad y beber un poco de agua.

3 - Un buen lenguaje intelectual ayuda a la hora de enfrentar a un auditorio en las cortes.

4 - Estar informado sobre lo que pasa en el mundo actual es un recurso poderoso.

5 - Al preparar el discurso, es bueno conocer el auditorio al que el abogado se dirige.

6 - Enfocar el discurso según los objetivos del caso, teniendo en cuenta lo que se quiere lograr en el auditorio.

7 - No desconocer los fundamentos de la persuasión y la argumentación, como herramientas técnicas para articular el discurso.

8 - Hacer lo posible para que el discurso se rija por la ética.

9 - Saber bien lo que hay que decir.

10 - Saber bien lo que hay que guardar.

5.3. DISTINCIÓN ENTRE LA ARGUMENTACIÓN DEL JUEZ Y LA DEL ABOGADO.

La argumentación que realizan los jueces al momento de motivar una sentencia es diferente a la argumentación que realizan los abogados en los diferentes momentos del juicio, y así podemos señalar las siguientes diferencias:

EL JUEZ EL ABOGADO

Toma decisión Toma postura

Trata de justificar Trata de convencer

Razonamiento objetivo/imparcial Razonamiento subjetivo/parcial

Trata de fundamentar y justificar con leyes Trata de demostrar con pruebas

Utiliza argumentos veraces y justificables Utiliza argumentos falaces y no demostrables

Utiliza argumentos formales Utiliza argumentos retóricos

• Además como el rol de abogados es de asesoría y defensa de una posición interesada que reclama la satisfacción de una pretensión jurídica; y por lo tanto, los abogados acomodan la versión presentada por su cliente, de tal forma que resulte amparada por el sistema legal a efecto de lograr dicha declaración por parte del juez al momento de sentenciar.

• Mientras que la argumentación del juez requiere una dosis más fuerte de imparcialidad, objetividad y discreción, el razonamiento de los abogados es interesado, parcial y releva sólo los hechos y aspectos normativos favorables a la pretensión que defienden.

• Los jueces argumentan a favor de una cierta tesis porque consideran que de acuerdo con el derecho, es lo correcto, mientras que los abogados porque eso favorece los intereses de su cliente y porque pretenden que sus argumentos sean recogidos y aceptados por los jueces.

5.4. FUNCIONES DE LA ARGUMENTACIÓN

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